lunes, 26 de noviembre de 2018

Weiß Kreuz (1998) Verbrechen & Strafe (1999/200) Glühen (2002/2003)

     Sigo de "vagaciones", aún dentro de mi plazo permitido (que es hasta después de Reyes), cómodamente instalada en casa de mis padres, con tiempo de sobra para malgastar en todo tipo de series, buenas, malas y regulares, como Weiß Kreuz (1998) también conocida por los yankis como Knight Hunters, sus dos OVAs Verbrechen & Strafe (1999/200) y su segunda temporada Glühen (2002/2003).





     "Aya, Ken, Yoji y Omi son cuatro jóvenes que trabajan en una floristería, pero en realidad forman una unidad de asesinos llamados Weiß Kreuz. Dicha unidad pertenece a una organización secreta llamada Kritiker que se encarga de investigar y ejecutar a los enemigos de la humanidad que logran escapar de la ley."










     Este argumento pero con un planteamiento más moderno lo peta fijo. Vamos, yo solo me la vi por la temática: chicos guapos traumatizados por su pasado, floristas de día, asesinos de noche. Cuatro rangos de edades y cuatro personalidades tipo: el serio, el mujeriego, el sociable y el niño, que si bien cambian poco, algo evolucionan a medida que pasan las cosas. Pero su tufillo añejo puede llegar a hacerla insoportable a ratos.
     La primera temporada empieza bien. Episodios independientes que poco a poco avanzan hacia el meollo del asunto y ayudan a ir conociendo las motivaciones y problemas de cada personaje. En mi opinión, la parte más floja es la de Ken y sus gloriosos días de fútbol. Afortunadamente, se explica, se desarrolla y muere. La más tierna, la de Yoji, el playboy enamorado. La más pesada, la de Aya, su rebeldía constante y la hermanita cojonera. La más cañera, la de Omi, su secuestro, su amnesia y todo lo que se desentraña a partir de ahí. Y eso sí: no te encariñes con los secundarios. Se mueren antes de que te des cuenta.
     Y conste que solo hablo de contenido, porque hablar de las formas no sería justo desde mi punto de vista de siglo XXI. Porque no es que tenga deficiencias de diseño y animación, eso se sobreentiende, es que a veces el montaje llega a ser tan surrealista que algunas escenas te dejan un poco WTF.

     Tampoco se explota adecuadamente las relaciones amor-odio entre los buenos y los malos, que a su vez, tienen otros grupos rivales de los que preocuparse, porque aquí cada cual va a la suya, y cuando crees que ya has llegado al boss, resulta que hay alguien más detrás. Así que las tramas se amontonan y se solapan un poco, dejándome un poco aturdida sin saber muy bien dónde dirigir mi atención. Al final me da la sensación de que se resuelve todo a prisa y corriendo, pero bueno, le dan un cierre digno y hasta bastante happy, teniendo en cuenta todo lo que sucede.

     Con todo esto, me atrevo a decir que las OVAs son mucho mejor. Dos episodios independientes que continúan la historia donde se quedó y presentan un buen argumento y cierre aunque algunas cosas sigan siendo absurdas.

     
     Y de repente llega la segunda temporada, con un diseño renovado y un lavado de cara importante, centrada en una única investigación pero con tantos frentes abiertos y tantas individualidades que sigue pecando de incoherencia en ocasiones. También es cierto que la historia ha dado un salto cuantitativo (originalmente son novelas y CD dramas) y nos hemos perdido el capítulo de la reestructuración de Weiß.
     Hay dos personajes nuevos, Omi no está (ha sido sustituido por Izumi Sena, que no solo se le parece físicamente sino que además su drama familiar es similar), Aya se ha vuelto mega responsable, Ken por el contrario siempre está cabreado, y Yoji es con diferencia el más depresivo de todos.
     Lo mejor que tiene es que es de 13 capítulos solo y no 25 como su primera parte, así que se pasa más rápido. No dirás que no te avisé.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Major 2nd (2018) / (2020)

     Y ya que estábamos con béisbol, y para quitarme el mal sabor de la tontería anterior, decidí que ya había llegado el momento de conocer a la segunda generación de MajorMajor 2nd (2018), un título como otro cualquiera para una generation next pero que podría haber sido peor.
     "Daigo Shigeno aspiraba a ser un gran pitcher como su padre, un famoso jugador profesional que llegó a ser titular en las ligas americanas. Desafortunadamente su talento no estaba a la altura de sus aspiraciones, y presionado por las expectativas, acabó abandonando. Poco antes del verano se transfiere a su escuela Hikaru Sato, hijo también de un famoso jugador y compañero del padre de Daigo en las grandes ligas, y ante su implacable insistencia, Daigo decide darle otra oportunidad al béisbol."
     Al estar bajo un enfoque mucho más actual, Daigo resulta ser un personaje más creíble y más realista que su monstruoso padre cuando tenía su edad. Es un niño al fin y al cabo, de carácter fuerte, sí, pero lo suficientemente humano como para mostrarse incapaz de resolver su principal conflicto emocional: es malo jugando al béisbol. Muy malo. Su hermana mayor es mejor que él y su padre, el rematado fanático del béisbol que tantas dificultadas y dramas consiguió superar en la vida gracias a su inquebrantable determinación, se encuentra irremediablemente ausente, por lo que nuestro héroe se ha estancado cómodamente en su zona de confort y ha decidido vivir sin complicaciones. Hasta que llega el segundo en cuestión a darle la murga, claro, si no, no habría serie.
     Hikaru es aparentemente optimista y despreocupado, derrocha confianza al punto de resultar arrogante, pero es bien intencionado y cae bien. Aunque no siente mucha atracción por el juego en sí y desconoce muchas de sus facetas, tiene un gran talento para el béisbol y tiene mucha curiosidad por aprender y poder jugar con Daigo. Ahí es cuando los roles de sus respectivos padres se invierten y la secuela se independiza casi por completo de su obra mater, dando como resultado una serie totalmente diferente.

     A ver, sigue habiendo principalmente béisbol, pero no al 90%. También hay colegio, amigos, familia, personajes de la generación anterior, entrenamientos, comedia, drama, y de todo lo que viene a formar parte de la vida y que aporta una sensación más completa de realidad. Los progresos, cuando los hay, no son milagrosos, sino pequeños pero grandes avances resultado del aprendizaje de la técnica, la experiencia y el esfuerzo. Daigo no se vuelve bueno de la noche a la mañana, ni siquiera Hikaru deja de cometer errores, sino que evolucionan razonablemente acordes a lo que van aprendiendo y el tiempo transcurrido.
     Hacia el final de la serie, se sobreviene el dramón. Conociendo la debilidad del autor hacia los giros trágicos era de esperarse, pero viendo cómo se desarrollaba esta nueva etapa, llegué a pensar que tal vez Daigo se iba a librar, al menos de momento. Pero nop. Un terrible accidente, unas lesiones graves, sentimientos de culpa, etc etc Es entonces cuando el gran Goro Shigeno regresa a Japón y hace su elegante aportación a la serie, no como profesional del béisbol, sino como figura paterna. Y digo elegante porque dado su carácter, un personaje como él no tenía cabida en una serie como ésta, por lo que su ausencia casi absoluta me parece que no solo no se trata de un error, sino que es uno de sus mayores aciertos.

     La cosa no termina mal del todo. La tragedia se suaviza y parece que no hay nada irremediable, por lo que cabe esperar que haya continuidad después de este primer campeonato. Vaya, el manga sigue en publicación, así que espero, deseo y confío en que el 2019 nos traiga una nueva entrega de esta segunda generación de majors.

EDIT. Tuvimos que esperar hasta 2020 para ver la continuación, y encima, sufrió retrasos y pausas en su emisión debido a la pandemia, pero finalmente pudimos disfrutarla.

     La historia parece retomarse dos años después, Daigo y Mutsuko van juntos al mismo instituto y acaban de empezar segundo. Después de presentar a los nuevos miembros del club de béisbol, hay un par de flashbacks que explican por qué el Fuurin se ha vuelto un equipo casi inexistente. La falta de miembros ha convertido a Daigo en el capitán quien, además, ha de afrontar las labores de entrenador. Y para colmo, la mayoría de los jugadores son chicas. Muy buenas, eso sí, pero no lo suficiente como para que les tomen en serio.
     A pesar de las dificultades, Daigo y los demás se esforzarán al máximo para hacerse un hueco en el campeonato.

     Daigo ha mejorado como catcher y como bateador, pero sigue cometiendo muchos fallos. Es un jugador... normal y corriente que lucha por formar un equipo respetable.
     En este equipo de mayoría femenina, las personalidades de todos están perfectamente perfiladas, y las situaciones divertidas se intercalan con la emoción de los partidos. De todos los nuevos, mi favorito es Akira Nishina, un pitcher presumido becado por su habilidad que termina atrapado en el Fuurin rodeado de chicas a las que no les cae bien. El romance tiene un poco más de presencia pero apenas da pinceladas de color y ternura, no llega a desarrollarse como trama. Y tragedia como tal esta vez no hay, aunque la reaparición del desaparecido Hikaru transformado en una persona totalmente distinta, casi destruye la poca motivación que le quedaba a Daigo. Menos mal que de nuevo regresa su padre para darle unas collejas y ponerlo de nuevo en su sitio. Cierra arco pero nos deja con más ganas que antes. Lamentablemente, el manga no ha avanzado mucho más, así que habrá que seguir esperando.

     El diseño y la animación cambian a mejor, aunque a veces cuesta reconocer al protagonista (que ya no tiene los ojos de su padre). En cambio su hermana Izumi no ha cambiado ni las horquillas del pelo. Lo peor, que desde el capítulo dos te vas dando cuenta de que la historia no va a avanzar mucho por la lentitud con la que pasa el tiempo. Y porque a veces los resúmenes del capítulo anterior duran hasta dos minutos o más. Con todo, no se hace lenta ni aburrida. Solo corta.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Princess Nine (1998)

     Cuando me dio la fiebre del béisbol a primeros de este año, me topé con Princess Nine: Kisaragi Joshikou Yakyuubu (1998), pero ya sea por el año o por la temática, la fui relegando hasta que Haikyuu volvió a despertar en mí las ansias deportivas. Así, que me arremangué y me la tragué como pude.




     "Keiko Himuro, directora de la prestigiosa escuela para señoritas Kisaragi, pretende formar un equipo de béisbol femenino en torno a Ryo Hayakawa, hija de un famoso pitcher que parece haber heredado su talento. Su objetivo es nada más y nada menos que alcanzar el Koshien, demostrando así que pueden competir con los equipos masculinos en igualdad de condiciones."









      Así dicho, Princess Nine parece un alegato feminista, pero más bien es un shojo deportivo lleno de los clichés típicos de los años 90, con mucho de romance y drama, y pocos partidos. A ver, algo de feminismo sí que hay, aunque un poco de refilón, centrado principalmente en la cruzada personal de la directora de la Academia para lograr que acepten a su equipo en la liga oficial. Su lucha se desarrolla prácticamente en solitario en un mundo de hombres anclados en el pasado y amparados en las tradiciones hasta que finalmente consigue demostrar que las chicas son tan capaces de jugar al béisbol como los chicos. Bueno, todo es un tanto irreal, por supuesto, pero más o menos se hace creíble.

     Y mientras la superwoman de la directora va de despacho en despacho, las niñas en cuestión se enfrentan a sus propios problemas: el divorcio de sus padres, el primer amor, la timidez, el acoso escolar, etc.
     La prota es hija de un famoso pitcher que tenía un lanzamiento legendario. Fallecido en accidente cuando era pequeña, ya se había retirado cuando se casó con su madre, pero supuestamente le enseñó a jugar, y como además lleva sus genes, se da por sentado que la niña también puede lanzar como su padre. Independientemente de que tenga los brazos como palillos. Eso es lo de menos, no es más que la excusa para iniciar todo el embrollo. Chica conoce a chico. Rico, genio del béisbol y con una lapa al lado que a su vez es la estrella del tenis. Y, casualmente, hija de la directora feminista. Quien, a su vez, también tiene una misteriosa relación con el padre de la prota. La prota por su parte tiene un amigo de la infancia que, como ya te podrás imaginar, no tiene nada que hacer con ella, pero despierta el interés de otra de las chicas del equipo. Esto no es un triángulo, señores, es un dodecaedro.

     ¿Y el béisbol? Aquí vamos. Empezando por un entrenador borrachuzo, que no hace sino dormir la mona todo el día, las chicas no pasan de correr o hacer defensa de campo atrapando pelotas. Algunas ya jugaban y eran de las buenas, pero el resto o venían de otros deportes o de su casa mismamente, y aún así, no vemos mucho de su aprendizaje y mejoras. Solo cuando la prota siente que debe mejorar su tiro, la pone a arar un campo. Y punto. Después de eso en pleno partido la niña siente que le viene como una iluminación y descubre cómo lanzar la bola legendaria a base de determinación. Magia pura.
     Y seguimos con los partidos. Creo que son tres o cuatro en total. El primero contra un equipo famoso pero de chicos menores que ellas por un año. Y como aún están verdes, no se les ocurre otra cosa que aprovecharse de sus encantos femeninos para distraerlos. Algo no muy feminista, por cierto. Pero bueno, ya los siguientes los van jugando de forma más "normal".

     Está muy bien el rollito que se traen con el difunto padre de la criatura y su prematura retirada del béisbol profesional. Ese lado me gustó. Pero la trama amorosa central es un poco bastante muermo. Él es un galán de libro, niño rico, guapo, caballeroso y galante. Su amiga de la infancia, enamoradísima de él, una señoritinga estirada y arisca, a la que le encanta competir y ganar. La prota es un poco sosainas, en ocasiones actuando con determinación y carácter, y en otras, demostrando una debilidad emocional impropias de ella misma. Ahora quiero, ahora no quiero. Ahora no sé qué hacer ni qué creer. En eso, su rival es mucho más bruja, lo cual podía haberlo hecho todo más interesante, pero se raja enseguida.

     Una contradicción en sí misma, ya que a pesar de la proclamación por la igualdad de género, no deja de escupirnos tópicos algo rancios probablemente producto de la época en la que se emitió. Sería interesante ver algo como esto en la forma de anime moderno.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Haikyuu!! (2014/2017) + To the top (2020)

     Y qué mejor después de una romántica que una de deportes, mi segundo género favorito (aún no sé cuál es el primero). Y para esta ocasión elegí Haikyuu!! (2014/2017) aprovechando que la primera temporada estaba en Netflix.
     "Shoyo Hinata es algo bajito para el vóleivol pero ha decidido seguir los pasos de su héroe, un estudiante de su misma estatura que llegó a los nacionales, y para ello se inscribe en la misma escuela en la que él jugó años atrás. Para su sorpresa, en dicha escuela se encuentra con Tobio Kageyama, un colocador al que apodaban el rey de la pista durante la secundaria, y al que había jurado derrotar en la cancha."

     Hacía tiempo que no me reía como me he reído con los primeros capítulos de Haikyuu!!. Auténticas carcajadas con los encontronazos entre las locuras de Hinata y la seriedad de Kageyama. Porque la primera temporada es básicamente eso: un rematador bajito y sin experiencia que se mueve más que un mono con sarna intentando llevarse bien con un colocador estrella, metódico e inteligente. De alguna forma parecen poder combinarse en un ataque rápido y el equipo hace de eso su mejor arma, y aunque no es la única baza que tienen, aún están todos muy verdes.

     Durante la segunda temporada por fin el resto del equipo empieza a tener presencia individual y la serie va ganado riqueza y color. Hinata se ha vuelto un poco (poquísimo) más serio y Kageyama algo más flexible. Ambos entrenan tanto juntos como por separado y van aprendiendo y mejorando, convirtiéndose en un dúo cada vez más mortífero. Se profundiza un poco más en los veteranos de segundo, pero sobre todo en los de tercero, y en el también novato Yamaguchi, el gran ignorado.
     Y por fin y para mi deleite personal, aparece el personaje del estratega encarnado en el, hasta ahora, apático y sarcástico Tsukishima, reemplazando así como cerebro del equipo a Kageyama, que bastante tiene ya con adaptarse al monstruoso Hinata.

     De esta forma, la tercera temporada se vuelve mucho más interesante, intensa y llena de matices, con una ampliada variedad de dramas personales, no solo los del dúo protagonista, que por su parte, se han vuelto más estables dentro del equipo y ya no destacan de manera absoluta. Todos son importantes, todos tienen su momento de gloria y ven sus revanchas personales cumplidas de una u otra forma. El Karasuno por fin funciona como un equipo, se empiezan a ver los resultados, lloras de emoción y entonces va y se acaba.

     Y ya no hay más, a no ser que te vayas al manga, claro, cosa que de momento no creo que haga. Y es que, aunque en el epílogo del último capítulo te pican la curiosidad con un buen cebo, en verdad la serie cierra bien el arco con esta tercera temporada (menos mal). Además el manga continúa en publicación, así que albergo esperanzas de que hayan más temporadas de anime... la verdad es que los echo de menos... ains mis cuervitos.

     Es digna merecedora del éxito de público y crítica del que goza, así que espero que pronto haya novedades más allá de las películas recopilatorias.

EDIT 05/04/2021

     Por fin en enero de 2020 se empezaron a emitir nuevos episodios de los cuervos del vóleibol, una cuarta temporada que sería emitida en dos partes (algo muy de moda últimamente y que odio con todas mis ganas), y que debido a la crisis del coronavirus, sufrió algunos retrasos.


     Lo más destacable de esta temporada, muy a mi pesar, es la enorme degradación de la calidad técnica. Tanto la animación como el dibujo de los personajes se vuelve en ocasiones hasta grotesco. Hay fotogramas en los que es difícil reconocer a los propios personajes, así que te puedes imaginar el circo que suponen algunas de las escenas de acción.
     Aun así, se observa también que va como por episodios, unos sí, otros no tanto. O eso, o que al final te acostumbras, pero el caso es que le vas cogiendo el gusto.


     La narración también tiene sus altibajos. Al ser menos dinámico todo, los chistes visuales pierden, y los diálogos pierden agilidad y emoción. Una bajada general de los mejores puntos que tenían sus antecesoras, pero que afortunadamente no llega a tocar fondo gracias a que la historia en sí es buena.


     O tal vez es porque el primer arco se centra en mis tres favoritos: Hinata, Kageyama y Tsukishima. Estos tres demonios participan y desarrollan unos entrenamientos especiales, gracias a los cuales también sufrirán su propia evolución personal en cuanto a su camino en este deporte. Sus compañeros también seguirán sus propios instintos para mejorar y no quedarse atrás ante los tres monstruos de primer año, aunque sus evoluciones son un poco más sutiles.
     Bueno... En realidad esa es otra.
   De repente les entra un gusto exacerbado por los flash backs inútiles y los dramas personales de personajes que acaban de aparecer y no nos podrían importar menos. Todo se vuelve farragoso y aburrido, cortando la emoción de los partidos, haciendo que se te olvide lo que habían mejorado. De hecho llega a dar la impresión de que no han mejorado nada: no hay nuevo ataque, nuevas estrategias, ni golpes de efecto que sean síntomas de las mejoras aprendidas en los entrenamientos. Y si las hay, llegan tarde, a destiempo y sin sentido épico alguno.

     En resumen, la historia en la que se basa es buena. Buenos personajes, buenas evoluciones, bueno todo. Pero el desarrollo técnico y narrativo de la adaptación animada ha caído en enorme desgracia. Aún así, el listón estaba muy alto, con lo que la caída se amortigua, y gracias a mi amor por esta serie, sobrevive. Solo espero que si dentro de unos años logramos ver la continuación, por favor lo pido que retomen al equipo técnico de las primeras. Gracias.

domingo, 11 de noviembre de 2018

3D Kanojo Real Girl (2018)

     Cuando no sé qué serie ver a continuación, me pongo los primeros minutos de series aleatorias, pero cuando me topé con el primer capi de 3D Kanojo Real Girl (2018), antes de que me diera cuenta, me la había terminado.







     "Hikari Tsutsui es un otaku que, debido a sus aficiones, ha tenido malas experiencias en el pasado, por lo que prefiere vivir alejado de los demás y sobre todo de las chicas.
     Un día comparte castigo con Iroha Igarashi, famosa por su belleza y por haber salido con varios chicos del instituto.
     A pesar de su desastroso primer encuentro, ninguno de los dos podrá evitar sentir interés por el otro y entre ambos nacerá una peculiar relación."





     En seguida me di cuenta de que no era el típico shonen romántico orientado al humor picarón con sobredosis de chicas, al estilo Hajimete no gal por ejemplo. Y es que 3D kanojo está basado en un manga shojo y su autora es una mujer. El hecho de que el protagonista sea el chico despista, pero no hacen falta ni dos capítulos para darse cuenta de que se está ante una historia de sentimientos, mundos interiores y comederos de olla típicos ante la aparición del primer amor.
     Me resulta muy atractivo que el punto de vista principal sea el del chico y que la que se mantiene en el misterio sea la chica. Un chico, eso sí, bastante sensible y vulnerable que despierta toda mi empatía. Su inexperiencia ante casi todo lo que implique relacionarse con los demás, le lleva a parecer insensible por su franqueza y provoca muchas situaciones divertidas y malentendidos agridulces. Así más o menos es como yo creía que sería Wotaku ni Koi wa Muzukashii pero no lo fue, por lo que me he llevado una grata sorpresa.

     Pero Hikari no es un pusilánime sensiblero, sino que a su modo también hace gala de su orgullo varonil: intenta defenderla de otros chicos, la protege, la busca cuando huye, y hasta le salta encima un par de veces cuando están a solas. Tiene múltiples facetas y va aprendiendo, evolucionando, tanto él como el resto de personajes que por unas cosas y otras acaban siendo atraídos por su sinceridad.
     Ella, Iroha, en cambio, es el misterio. Hacia el final de la temporada empezamos a ver más cómo se siente y cuáles son sus propios conflictos, ya que a pesar de ser más experimentada a la hora de salir con chicos, no sabe interpretar sus propias emociones, ya que es la primera vez que se siente querida con tanta honestidad.
     A pesar de que desde el principio de la serie ya te dejan caer que se masca cierta tragedia, no aparece nada concreto en estos 12 episodios, por lo que puede que no sea nada o lo reserven para los siguientes 12 (se prevee segunda temporada en 2019). 
     El pasado mes de septiembre se estrenó una película live action que estaré encantada de ver en cuanto me sea posible, a ver si ahí se confirman mis sospechas, o para mi alivio, no es más que un poco de pimienta entre tanto azúcar.

     Una comedia romántica muy tierna, con ciertas dosis de drama pero muy divertida, desde el punto de vista de un chico con un enorme mundo interior que se enamora de una chica bastante hermética. Espero con ansias su continuación. Y la peli, claro.

EDIT. Segunda temporada y peli comentadas en esta entrada.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Onigamiden, La leyenda del dragón milenario (2011)

     Como dije anteriormente, con frecuencia estoy segura de que ya vi esta serie o aquella película, pero no me acuerdo de nada, así que si me apetece, la veo de nuevo, como hice con Onigamiden, La leyenda del dragón milenario (2011).





     "Jun Tendo es un chico de 15 años que procura vivir de forma correcta pero huyendo de los conflictos. Un día, tras ser perseguido por un monstruo, acaba transportado a un pasado lejano donde el monje principal del reino le anuncia que es poseedor de un gran poder, y como tal, debe ayudarles a derrotar a sus enemigos."










     Onigamiden se basa en una novela y cuenta con el respaldo de los mismo productores que Naruto, pero aunque el resultado no es malo tampoco se trata de algo espectacular como podría esperarse. Visualmente es aceptable (aunque el prota tenga un poco cara de pan), la animación está por encima de la media pero tampoco resalta, y narrativamente no es más que una variación más del clásico arquetipo japonés que nunca falla (chico normal, elegido con poderes, transportado a otro mundo).

     A pesar de todo, no es algo a descartar. Tiene buenos giros argumentales que dan profundidad a la historia y dotan de mayor carisma a los personajes, además de grandes dosis de acción y magia a raudales. En conjunto es una forma agradable de pasar la tarde con toda la familia. 

lunes, 5 de noviembre de 2018

Saint Oniisan (2012/2013)

     Igual que a veces no recuerdo haber visto algo, a veces creo que he visto algo y no es así. En este segundo caso se encontraba la película de Saint Oniisan (2013), ya que los OVAs (2012) sí los había visto y pasé página... hasta ahora.








     "Buda, el hombre iluminado, y Jesús, el hijo de Dios, deciden tomarse unas vacaciones viviendo en la Tierra como simples mortales, y para ello alquilan un apartamento en Tokio."











     Saint Oniisan es un manga para adultos que narra en forma de comedia las supuestas vacaciones terrenales de los fundadores de las dos religiones más extendidas en el mundo. Bajo la forma de dos jóvenes extranjeros comparten apartamento en un barrio comercial de Tokio donde nadie parece reconocerles, aunque a veces se les ilumine el rostro debido a su santidad u ocurran pequeños milagros a su alrededor.
     Su principal preocupación es pasar desapercibidos para que su casera no les eche del apartamento, por lo que no solo tienen que ocultar sus identidades, sino tratar de adaptarse a las costumbres y hábitos vecinales. De esta forma se trata de un recuentos bastante poco común donde se mezclan las extrañezas de la sociedad humana y los chistes religiosos.

     Un pasarratos muy ameno, divertido e inocente, de corte maduro en su estilo y porte, con unos protagonistas muy humanos a la vez que santos. Jesús se declara muy fan de la cultura japonesa, incluyendo anime y videojuegos, y con frecuencia se emociona al participar en sus costumbres folklóricas, como un festival de verano o la Navidad. Buda es más tranquilo y menos espontáneo, es el que lleva la economía de ambos pero normalmente se deja llevar por el entusiasmo de Jesús. En verdad actúan como buenos amigos, muy considerados y bien avenidos.

     De sus vecinos se sabe bien poco, al menos en las versiones animadas. Aparte de la casera regañona y los niños que la toman con la marca de santidad de Buda, el resto sale de pasada y molaría saber más de sus vidas y punto de vista. Si hubiera una serie, la vería.

     Dadle una oportunidad.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Mahou Shoujo Site (2018)

     Entre las cosas frikis que hago está también la de traducir mangas del inglés al español para un fansub/scanlation latino. Terminado el que he estado haciendo estos últimos años, me han propuesto ayudar con el de Mahou Shoujo Site. y para ponerme al día, además de leer lo ya traducido, me he visto la animación que salió este año 2018.


     "Aya Asagiri es una chica tímida que sufre de acoso escolar y además en casa es maltratada por su hermano mayor. Debido a su infortunio, es escogida a través de una página web misteriosa y se le entrega un objeto mágico. 
     A partir de ese momento, Aya se verá envuelta en un horror mucho mayor, teniendo que luchar contra otras chicas mágicas para salvar su vida. Afortunadamente, también encontrará aliadas y juntas investigarán los secretos del sitio web que las convirtió en lo que son."







     El manga en el que se basa esta versión animada es en realidad un spin-off de otro anterior del mismo autor titulado Mahou Shoujo of the End, y a su vez tiene otro posterior conocido como Mahou Shoujo Site Sept. Se ve que el tema de niñas monas matándose entre sí y padeciendo torturas indecibles es un filón.

     Porque en resumen eso es lo que es: una exaltación de la violencia por la violencia, con chicas de uniforme, bastante sangre, torturas gratuitas, rostros deformados de placer y horror, referencias sexuales yaoi y amores yuri. La fórmula del éxito.
     A ver, no es que no tenga un buen fondo, que lo tiene. Es solo que el contenido se ve desvirtuado por las formas. Todo es muy exagerado y con frecuencia poco o nada justificado. Todos tienen taras gordas y pocas se explican lo suficiente. A veces echo en falta también personajes atractivos, con carisma, aparte de las protagonistas. Porque el hermano es un psicópata de chichinabo que da vergüenza ajena, el pobre, deberían haberle dado más carácter y menos locura. Al menos estaba el policía, Misumi, que parece el amo del sadismo y apenas se despeina. Por otro lado, los personajes femeninos que rodean a las protagonistas y completan el elenco, son bastante planas en su mayoría, y las que sufren de algún cambio o evolución, lo hacen por que sí, porque me viene bien para la historia, y ya.

     Eso sí, la relación entre Aya y Yatsumura me parece lo mejor hecho de toda la historia. Lenta, progresiva, tierna, natural, muy creíble a pesar de todo el esperpento que las rodea. Y eso que el yuri no es lo mío, pero esta pareja me cuela.
     Otra cosa buena es el rollito de los artilugios mágicos o varitas. Cada instrumento tiene un poder y unas características propias. Unos son más poderosos que otros pero todos son útiles a su manera, por lo que cuando se ponen a trabajar en equipo, dan mucho juego para montar estrategias y hacer batallas de inteligencia, que son las que más me gustan. Lamentablemente, no lo explotan mucho, pero oye: ahí hay algo.

     La realización, animación y demás no está mal tampoco. El uso de la música, colores y texturas es bastante jugoso, y recuerda - aunque muy de lejos - a los atrevidos juegos de la madre del género de las mahou shoujo del terror: Mahou Shoujo Madoka Magika también conocida simplemente como Madoka Magica (2011)

     En fin, que no está mal pero tampoco es imprescindible. Si no has visto nada de este palo, es una buena manera de iniciarse, pero si buscas algo más de culto, mejor conoce a Madoka primero.

sábado, 3 de noviembre de 2018

La leyenda de los héroes de la galaxia (1989-1997/1998-2000) Die Neue These~Kaikou (2018)~Seiran (2019)~Gekitotsu y ~Sakubo (2022)

     No soy especialmente fan de las series del espacio, y menos aun si tienen solo 12 capítulos y un título ostentoso y poco original como La leyenda de los héroes de la galaxia o como se la conoce en inglés Legend of the Galactic Heroes. Pero a raíz de ciertas críticas y comentarios, llegué a descubrir que se trataba de un remake de una serie de finales de los ochenta bastante larga, y eso terminó por despertar mi interés.
     Más que una serie, es una saga compleja basada en una serie de novelas, cuya versión animada está compuesta por la serie principal (4 temporadas, 110 episodios en total), tres películas (o dos películas y una OVA larga), dos spin-offs o gaidens aunque hay quien los clasifica como dos series de OVAs (24 y 28 episodios respectivamente) y el reciente remake de 2018 (12 episodios). Una tarea titánica si se tiene en cuenta que estaba trabajando cuando empecé a verla allá por el mes de agosto, y que finalmente acabé casi tres meses después.

     Una obra enorme, demasiado enorme para una sola entrada de blog pero tampoco pretendo ir de erudita, así que intentaré limitarme a mis impresiones y dejar la crítica a los estudiosos.


     "En el futuro, lejos en el espacio, la humanidad se encuentra enzarzada en una guerra que dura ya más de 150 años entre el Imperio Galáctico y la Alianza de Planetas Libres.
     En una época en la que dicho conflicto parece hallarse en punto muerto, surgen dos hombres capaces de cambiar la historia por sus habilidades estratégicas, pero que debido a las peculiares circunstancias de cada uno, se verán obligados no solo a enfrentarse entre sí, sino también a superar las dificultades que les imponen sus propios aliados."



     Lo primero que me chocó fue su estética ochentera, y no lo digo solo por el diseño vintage de uniformes, naves y artilugios tecnológicos, sino también y sobre todo por la calidad de la animación y las técnicas narrativas. Mi odio iba especialmente dirigido a ese narrador onmisciente y omnipresente, meticuloso en los detalles históricos y descriptivos de cada evento y batalla hasta el aburrimiento, y que además, llegaba a hacerte spoilers al cierre de algunos capítulos.
     Al principio todo me parecía bastante impersonal, ya que muchos personajes se presentan a la vez y con la misma dedicación, así que tardé un poco en darme cuenta de quiénes eran los protas y las circunstancias de partida más relevantes en las que debía fijarme.
     Pero... una vez superada la barrera generacional, ya no hubo quien me detuviera.

     Es casi imposible hablar de la trama sin reventar nada, así que procuraré no dar demasiados detalles. Por el lado del Imperio, tenemos al pequeño Reinhard, noble de clase baja que, al ver cómo su hermana es entregada al Emperador como concubina, jura ascender en la escala social a través de los méritos militares hasta tener el poder suficiente para liberarla. Por el lado de la democracia, tenemos al joven Wenli, hijo de comerciantes, quien al quedarse huérfano y sin recursos económicos, se inscribe en la escuela militar para poder estudiar Historia en la Universidad.
     El primero es ambicioso, arrogante y justo, mezcla que en cierto momento le hará ampliar sus objetivos de salvar a su hermana a salvar al universo entero, conquistándolo bajo su mando para así liberarlo no solo de los salvajes rebeldes de la Alianza, sino también de los nobles corruptos y los militares cobardes indignos de los privilegios que se les otorgan.
     El segundo es apático y cínico, defensor convencido de la democracia a pesar de sus defectos, pero no de la guerra, por lo que su mayor deseo es renunciar al ejército. Sin embargo, ciertos intereses políticos acabarán convirtiéndole contra su voluntad en héroe y símbolo, por lo que a partir de ese momento, hará todo lo que esté en sus manos para llegar a la resolución pacífica y menos devastadora para ambos bandos.
     Ambos no contarán, por tanto, con toda la simpatía de sus superiores, ya que sus revolucionarias ideas de mejora transgreden los límites de la lealtad hacia los regímenes a los que sirven, llegándose a enfrentar a auténticas acusaciones de traición dentro de sus propios países.

     Tanto Reinhard como Wenli cuentan con un elenco de secundarios tan complejos y contundentes como ellos mismos, amigos y enemigos, algunos de los cuales irán desapareciendo para que surjan otros que den nuevas formas a la historia. Son muchos los que mueren a lo largo de las batallas y las intrigas, pero dos muertes son especialmente dolorosas y, para mi gusto, demasiado tempranas. Concretamente una de ellas me parece la más injusta, triste y absurda de toda la historia del anime. Me afectó tanto que dejé de ver la serie unos días y repetí los últimos capítulos por si descubría otro enfoque. Y aún hoy guardo luto por dicho personaje. Siento auténtica pena.

     El complejo universo que conforma este "culebrón espacial" no solo cuenta con el eje Imperio-Alianza, Reinhard vs Wenli. Hay otras fuerzas menores que se mueven en las sombras y ejercen sus pequeñas pero eficaces influencias ya sean por intereses económicos, políticos o incluso religiosos. Hay sectas, hay grupos disidentes, y hay personajes individuales que movidos por envidias o venganzas personales también la lían parda algunas veces. No le falta de nada, oiga.

     Ni que decir tiene que mi favorito estaba en el bando de la Alianza. Estoy, estuve y estaré enamorada de Yang Wenli hasta que otro le robe el puesto, cosa que no preveo que suceda en un futuro próximo. Por eso me decepciona un poco bastante que las líneas principales de la historia se vayan inclinando hacia el Imperio cada vez más a medida que se acerca el final, dejando a Reinhard casi como único protagonista y a sus rivales como secundarios para su loa y gloria. Pero no por eso desmerece la historia, y el final he de reconocer que es bastante cerrado y coherente.

     Sin embargo, el debate que plantea desde su base sigue abierto. Las continuas discusiones entre Wenli y su ahijado Julian sobre la Historia, la democracia, la corrupción, el Imperialismo y la guerra, no llegan a ninguna conclusión. ¿Se debe defender la democracia a pesar de que da lugar a dirigentes corruptos por encima de la demagogia de un conquistador tiránico pero justo?
     Por el otro lado, Reinhard llega a admitir como válido cierto tipo de democracia al hablar de sus sucesores, ya que declara que nadie debe convertirse en emperador solo por derecho de nacimiento, sino únicamente por méritos y reconocimiento.
     Un debate que continúa vigente hoy en día. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

     Con tanto arco, pelis y gaidens, la cronología puede parecer un problema pero no hay que agobiarse. Al menos de la forma en que yo la vi me cuadró todo más o menos. Yo primero me vi la película de 1988 My Conquest Is the Sea of Stars, que es la batalla donde Reinhard y Wenli se enfrentan por primera vez. Apenas dura una horita, así que es como un par de episodios.
     Luego yo recomendaría verse los 110 capítulos sin miedo y, al acabar, verse las pelis de 1992 y 1993, Golden wingsOverture to a New War respectivamente, que no son sino unos bonitos flashbacks llenos de sentimentalismos y algunos detalles de nuestros queridos héroes justo antes de que empiece el lío.


     Luego llegan los Gaidens, spin-offs o recuentos alternativos o como se les quiera llamar, emitidos entre 1998 y 2001, donde la cronología sí está un poco trastocada. Pero como se trata de unas meras aventurillas totalmente ajenas (o casi) a la trama principal que sucederá años después, es que de verdad no merece la pena ni verlas para no liarte. A no ser que seas fan acérrimo de Reinhard y su inseparable Kircheis, en cuyo caso disfrutarás como un enano. Yo en cambio esperaba ver una buena dosis de mi amado Yang Wenli y sus tribulaciones de juventud, pero apenas le dedican un puñado de episodios antes de enzarzarse en una insulsa investigación sobre hechos acaecidos 40 años atrás con una serie de personajes nuevos que ni me van ni me vienen. Y luego, sobredosis de Reinhard, y fin de la saga. Hasta 2018...

     En 2018 alguien decidió relanzar esta saga sacando un remake de 12 capis al que han llamado The Legend of the Galactic Heroes: Die Neue These -Kaikou-, gracias al cual yo he llegado a conocerla. Se trata de un nuevo planteamiento de la misma trama pero con un diseño más actual, y una narrativa más ágil y dinámica, que sin duda lo hace más atractivo visualmente a las nuevas generaciones y genera no pocas críticas entre los fans de la saga original.

     Tanto para los que conozcan la serie original como los que no, esta versión es un suculento aperitivo que relata de manera fiel pero mucho más espectacular los inicios de la historia sin llegar a la batalla de Amlitzer (lo cual me da esperanzas de que continúen con el proyecto más pronto que tarde). Al ver que los primeros capítulos solo salía Reinhard, empecé a temerme que Yang Wenli fuera relegado desde el principio a antagonista destacado, pero para mi regocijo y deleite me sorprendieron con una entrada maravillosamente elegante y divertida, basada en el primer mensaje como líder que dirigió a sus tropas cuando estaban prácticamente derrotadas. Ains, ¡si es que lo tengo que querer!

     Y al fin se acabó el sueño de esta serie de verano que me ha acompañado por casi tres meses. Solo rezo y espero que 2019 me traiga más de esta Nueva Tesis para que los héroes no mueran todavía.

     Recomendable, no, imperdible.

     05/05/2020 Edito este post para añadir mis pareceres sobre la segunda entrega del remake, titulado en esta ocasión Ginga Eiyuu Densetsu: Die Neue These - Seiran (2019).

 

     Aunque yo la vi serializada en otros 12 episodios, pueden encontrarse también como 3 películas de 4 episodios cada una. La producción es muy similar, por lo que en cuanto a técnica, diseño y demás iguala o incluso supera en ciertos aspectos a la primera entrega. Al menos así me lo pareció a mí en el desarrollo de las escenas de batallas, mucho más abundantes en esta parte.

     Al ver por segunda vez la parte -Kaikou- se reforzó en mí la vaga sensación que tuve la primera vez de que al resumir tanto se habían perdido ciertos aspectos de la personalidad de los protagonistas. En la segunda, la -Seiran-, incluso se omiten algunos datos que me parecen esenciales para juzgar/entender los actos de cada uno. Reinhard parece llegar a estar de acuerdo con las maquinaciones de Oberstain, y Wenli parece que no duda nunca a la hora de tomar decisiones que significan la muerte de otros.
     No hay nada de los debates Wenli-Julian sobre democracia y tiranía, no hay momentos de camaradería entre los miembros de la 13ª Flota ni entre los seguidores de Reinhard. Wenli parece más duro y frío. Reinhard pierde carisma. El único que parece salir ganando en esta adaptación es Kircheis, mucho más redondo y fuerte que en la original.
     Hay que admitir sin embargo que tanto resumir aporta como dato positivo una mayor agilidad en la narración y avance de la trama.

     Será que mi amor por Yang Wen Li me impide ser objetiva, pero veo que Reinhard empieza a tener más minutos en pantalla y más escenas emotivas, mientras que mi favorito languidece. También el arco que se abarca es donde Reinhard asciende dolorosamente, y Wenli es arrastrado por el declive de La Alianza. Aquí es cuando la historia se vuelve más oscura para ambos y con cada avance aparecen nuevas complicaciones y amenazas.
     Una vez más, la historia queda inconclusa. Me lleno de esperanza al pensar que tal vez este año me traiga más capitulillos.

06/08/2023 Supongo que por cosas de la pandemia y demás, no tuvimos más noticias de la "nueva tesis" hasta 2022, año en el que salieron las películas Gekitotsu (colisión) y  Sakubo (intriga), para luego emitirse en formato serie de televisión.



     A pesar del tiempo transcurrido desde la segunda temporada, se nota que la producción debió ser casi inmediata, ya que la calidad técnica es similar, si no idéntica a su predecesora. Ahora bien, debido a la proliferación de las batallitas espaciales en estas etapas, la inversión en CGI debió ser mayor, porque el desarrollo de las mismas es sencillamente espectacular.
     Una vez más, la condensación de la historia conlleva elipsis inevitables y pérdida de detalles que, si bien no son imprescindibles, cambian el tono y color de algunos personajes y situaciones. Claro que... bueno, es algo que solo percibiremos los que vimos la original, por lo que no degenera en errores de interpretación garrafales.
     He de decir que también he llegado a amar a esta versión menos frívola, más fría y viril de Yang Wenli, así como a apreciar un poco más al no tan impasible Reinhard. La humanización e individualidad del resto de secundarios se ve, en cambio, afectada de forma desigual: unos ganan y otros pierden en función de su relevancia en la trama principal, lo que hace que todo avance de forma fluida, sin estorbos.
     
     La mala noticia es que con estas dos últimas entregas tampoco se termina toda la saga, y para mi desgracia, aún no hay nada en las redes de nuevas temporadas en futuro próximo o lejano. Aun así, dudo mucho que esto se quede así sin más, y confío en que pronto tengamos alguna sorpresita.