sábado, 3 de noviembre de 2018

La leyenda de los héroes de la galaxia (1989-1997/1998-2000) Die Neue These~Kaikou (2018)~Seiran (2019)~Gekitotsu y ~Sakubo (2022)

     No soy especialmente fan de las series del espacio, y menos aun si tienen solo 12 capítulos y un título ostentoso y poco original como La leyenda de los héroes de la galaxia o como se la conoce en inglés Legend of the Galactic Heroes. Pero a raíz de ciertas críticas y comentarios, llegué a descubrir que se trataba de un remake de una serie de finales de los ochenta bastante larga, y eso terminó por despertar mi interés.
     Más que una serie, es una saga compleja basada en una serie de novelas, cuya versión animada está compuesta por la serie principal (4 temporadas, 110 episodios en total), tres películas (o dos películas y una OVA larga), dos spin-offs o gaidens aunque hay quien los clasifica como dos series de OVAs (24 y 28 episodios respectivamente) y el reciente remake de 2018 (12 episodios). Una tarea titánica si se tiene en cuenta que estaba trabajando cuando empecé a verla allá por el mes de agosto, y que finalmente acabé casi tres meses después.

     Una obra enorme, demasiado enorme para una sola entrada de blog pero tampoco pretendo ir de erudita, así que intentaré limitarme a mis impresiones y dejar la crítica a los estudiosos.


     "En el futuro, lejos en el espacio, la humanidad se encuentra enzarzada en una guerra que dura ya más de 150 años entre el Imperio Galáctico y la Alianza de Planetas Libres.
     En una época en la que dicho conflicto parece hallarse en punto muerto, surgen dos hombres capaces de cambiar la historia por sus habilidades estratégicas, pero que debido a las peculiares circunstancias de cada uno, se verán obligados no solo a enfrentarse entre sí, sino también a superar las dificultades que les imponen sus propios aliados."



     Lo primero que me chocó fue su estética ochentera, y no lo digo solo por el diseño vintage de uniformes, naves y artilugios tecnológicos, sino también y sobre todo por la calidad de la animación y las técnicas narrativas. Mi odio iba especialmente dirigido a ese narrador onmisciente y omnipresente, meticuloso en los detalles históricos y descriptivos de cada evento y batalla hasta el aburrimiento, y que además, llegaba a hacerte spoilers al cierre de algunos capítulos.
     Al principio todo me parecía bastante impersonal, ya que muchos personajes se presentan a la vez y con la misma dedicación, así que tardé un poco en darme cuenta de quiénes eran los protas y las circunstancias de partida más relevantes en las que debía fijarme.
     Pero... una vez superada la barrera generacional, ya no hubo quien me detuviera.

     Es casi imposible hablar de la trama sin reventar nada, así que procuraré no dar demasiados detalles. Por el lado del Imperio, tenemos al pequeño Reinhard, noble de clase baja que, al ver cómo su hermana es entregada al Emperador como concubina, jura ascender en la escala social a través de los méritos militares hasta tener el poder suficiente para liberarla. Por el lado de la democracia, tenemos al joven Wenli, hijo de comerciantes, quien al quedarse huérfano y sin recursos económicos, se inscribe en la escuela militar para poder estudiar Historia en la Universidad.
     El primero es ambicioso, arrogante y justo, mezcla que en cierto momento le hará ampliar sus objetivos de salvar a su hermana a salvar al universo entero, conquistándolo bajo su mando para así liberarlo no solo de los salvajes rebeldes de la Alianza, sino también de los nobles corruptos y los militares cobardes indignos de los privilegios que se les otorgan.
     El segundo es apático y cínico, defensor convencido de la democracia a pesar de sus defectos, pero no de la guerra, por lo que su mayor deseo es renunciar al ejército. Sin embargo, ciertos intereses políticos acabarán convirtiéndole contra su voluntad en héroe y símbolo, por lo que a partir de ese momento, hará todo lo que esté en sus manos para llegar a la resolución pacífica y menos devastadora para ambos bandos.
     Ambos no contarán, por tanto, con toda la simpatía de sus superiores, ya que sus revolucionarias ideas de mejora transgreden los límites de la lealtad hacia los regímenes a los que sirven, llegándose a enfrentar a auténticas acusaciones de traición dentro de sus propios países.

     Tanto Reinhard como Wenli cuentan con un elenco de secundarios tan complejos y contundentes como ellos mismos, amigos y enemigos, algunos de los cuales irán desapareciendo para que surjan otros que den nuevas formas a la historia. Son muchos los que mueren a lo largo de las batallas y las intrigas, pero dos muertes son especialmente dolorosas y, para mi gusto, demasiado tempranas. Concretamente una de ellas me parece la más injusta, triste y absurda de toda la historia del anime. Me afectó tanto que dejé de ver la serie unos días y repetí los últimos capítulos por si descubría otro enfoque. Y aún hoy guardo luto por dicho personaje. Siento auténtica pena.

     El complejo universo que conforma este "culebrón espacial" no solo cuenta con el eje Imperio-Alianza, Reinhard vs Wenli. Hay otras fuerzas menores que se mueven en las sombras y ejercen sus pequeñas pero eficaces influencias ya sean por intereses económicos, políticos o incluso religiosos. Hay sectas, hay grupos disidentes, y hay personajes individuales que movidos por envidias o venganzas personales también la lían parda algunas veces. No le falta de nada, oiga.

     Ni que decir tiene que mi favorito estaba en el bando de la Alianza. Estoy, estuve y estaré enamorada de Yang Wenli hasta que otro le robe el puesto, cosa que no preveo que suceda en un futuro próximo. Por eso me decepciona un poco bastante que las líneas principales de la historia se vayan inclinando hacia el Imperio cada vez más a medida que se acerca el final, dejando a Reinhard casi como único protagonista y a sus rivales como secundarios para su loa y gloria. Pero no por eso desmerece la historia, y el final he de reconocer que es bastante cerrado y coherente.

     Sin embargo, el debate que plantea desde su base sigue abierto. Las continuas discusiones entre Wenli y su ahijado Julian sobre la Historia, la democracia, la corrupción, el Imperialismo y la guerra, no llegan a ninguna conclusión. ¿Se debe defender la democracia a pesar de que da lugar a dirigentes corruptos por encima de la demagogia de un conquistador tiránico pero justo?
     Por el otro lado, Reinhard llega a admitir como válido cierto tipo de democracia al hablar de sus sucesores, ya que declara que nadie debe convertirse en emperador solo por derecho de nacimiento, sino únicamente por méritos y reconocimiento.
     Un debate que continúa vigente hoy en día. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

     Con tanto arco, pelis y gaidens, la cronología puede parecer un problema pero no hay que agobiarse. Al menos de la forma en que yo la vi me cuadró todo más o menos. Yo primero me vi la película de 1988 My Conquest Is the Sea of Stars, que es la batalla donde Reinhard y Wenli se enfrentan por primera vez. Apenas dura una horita, así que es como un par de episodios.
     Luego yo recomendaría verse los 110 capítulos sin miedo y, al acabar, verse las pelis de 1992 y 1993, Golden wingsOverture to a New War respectivamente, que no son sino unos bonitos flashbacks llenos de sentimentalismos y algunos detalles de nuestros queridos héroes justo antes de que empiece el lío.


     Luego llegan los Gaidens, spin-offs o recuentos alternativos o como se les quiera llamar, emitidos entre 1998 y 2001, donde la cronología sí está un poco trastocada. Pero como se trata de unas meras aventurillas totalmente ajenas (o casi) a la trama principal que sucederá años después, es que de verdad no merece la pena ni verlas para no liarte. A no ser que seas fan acérrimo de Reinhard y su inseparable Kircheis, en cuyo caso disfrutarás como un enano. Yo en cambio esperaba ver una buena dosis de mi amado Yang Wenli y sus tribulaciones de juventud, pero apenas le dedican un puñado de episodios antes de enzarzarse en una insulsa investigación sobre hechos acaecidos 40 años atrás con una serie de personajes nuevos que ni me van ni me vienen. Y luego, sobredosis de Reinhard, y fin de la saga. Hasta 2018...

     En 2018 alguien decidió relanzar esta saga sacando un remake de 12 capis al que han llamado The Legend of the Galactic Heroes: Die Neue These -Kaikou-, gracias al cual yo he llegado a conocerla. Se trata de un nuevo planteamiento de la misma trama pero con un diseño más actual, y una narrativa más ágil y dinámica, que sin duda lo hace más atractivo visualmente a las nuevas generaciones y genera no pocas críticas entre los fans de la saga original.

     Tanto para los que conozcan la serie original como los que no, esta versión es un suculento aperitivo que relata de manera fiel pero mucho más espectacular los inicios de la historia sin llegar a la batalla de Amlitzer (lo cual me da esperanzas de que continúen con el proyecto más pronto que tarde). Al ver que los primeros capítulos solo salía Reinhard, empecé a temerme que Yang Wenli fuera relegado desde el principio a antagonista destacado, pero para mi regocijo y deleite me sorprendieron con una entrada maravillosamente elegante y divertida, basada en el primer mensaje como líder que dirigió a sus tropas cuando estaban prácticamente derrotadas. Ains, ¡si es que lo tengo que querer!

     Y al fin se acabó el sueño de esta serie de verano que me ha acompañado por casi tres meses. Solo rezo y espero que 2019 me traiga más de esta Nueva Tesis para que los héroes no mueran todavía.

     Recomendable, no, imperdible.

     05/05/2020 Edito este post para añadir mis pareceres sobre la segunda entrega del remake, titulado en esta ocasión Ginga Eiyuu Densetsu: Die Neue These - Seiran (2019).

 

     Aunque yo la vi serializada en otros 12 episodios, pueden encontrarse también como 3 películas de 4 episodios cada una. La producción es muy similar, por lo que en cuanto a técnica, diseño y demás iguala o incluso supera en ciertos aspectos a la primera entrega. Al menos así me lo pareció a mí en el desarrollo de las escenas de batallas, mucho más abundantes en esta parte.

     Al ver por segunda vez la parte -Kaikou- se reforzó en mí la vaga sensación que tuve la primera vez de que al resumir tanto se habían perdido ciertos aspectos de la personalidad de los protagonistas. En la segunda, la -Seiran-, incluso se omiten algunos datos que me parecen esenciales para juzgar/entender los actos de cada uno. Reinhard parece llegar a estar de acuerdo con las maquinaciones de Oberstain, y Wenli parece que no duda nunca a la hora de tomar decisiones que significan la muerte de otros.
     No hay nada de los debates Wenli-Julian sobre democracia y tiranía, no hay momentos de camaradería entre los miembros de la 13ª Flota ni entre los seguidores de Reinhard. Wenli parece más duro y frío. Reinhard pierde carisma. El único que parece salir ganando en esta adaptación es Kircheis, mucho más redondo y fuerte que en la original.
     Hay que admitir sin embargo que tanto resumir aporta como dato positivo una mayor agilidad en la narración y avance de la trama.

     Será que mi amor por Yang Wen Li me impide ser objetiva, pero veo que Reinhard empieza a tener más minutos en pantalla y más escenas emotivas, mientras que mi favorito languidece. También el arco que se abarca es donde Reinhard asciende dolorosamente, y Wenli es arrastrado por el declive de La Alianza. Aquí es cuando la historia se vuelve más oscura para ambos y con cada avance aparecen nuevas complicaciones y amenazas.
     Una vez más, la historia queda inconclusa. Me lleno de esperanza al pensar que tal vez este año me traiga más capitulillos.

06/08/2023 Supongo que por cosas de la pandemia y demás, no tuvimos más noticias de la "nueva tesis" hasta 2022, año en el que salieron las películas Gekitotsu (colisión) y  Sakubo (intriga), para luego emitirse en formato serie de televisión.



     A pesar del tiempo transcurrido desde la segunda temporada, se nota que la producción debió ser casi inmediata, ya que la calidad técnica es similar, si no idéntica a su predecesora. Ahora bien, debido a la proliferación de las batallitas espaciales en estas etapas, la inversión en CGI debió ser mayor, porque el desarrollo de las mismas es sencillamente espectacular.
     Una vez más, la condensación de la historia conlleva elipsis inevitables y pérdida de detalles que, si bien no son imprescindibles, cambian el tono y color de algunos personajes y situaciones. Claro que... bueno, es algo que solo percibiremos los que vimos la original, por lo que no degenera en errores de interpretación garrafales.
     He de decir que también he llegado a amar a esta versión menos frívola, más fría y viril de Yang Wenli, así como a apreciar un poco más al no tan impasible Reinhard. La humanización e individualidad del resto de secundarios se ve, en cambio, afectada de forma desigual: unos ganan y otros pierden en función de su relevancia en la trama principal, lo que hace que todo avance de forma fluida, sin estorbos.
     
     La mala noticia es que con estas dos últimas entregas tampoco se termina toda la saga, y para mi desgracia, aún no hay nada en las redes de nuevas temporadas en futuro próximo o lejano. Aun así, dudo mucho que esto se quede así sin más, y confío en que pronto tengamos alguna sorpresita.







3 comentarios:

  1. Buenas noches,

    Gran reseña. Muchas gracias. Me acabo de enterar que existía esta serie. Cómo puedo verla? Está en alguna plataforma?

    Muchas gracias,

    Ivan Rúmar

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    1. Gracias por tu comentario. Que yo sepa todavía no. Como mucho la puedes encontrar para descarga. Merece la pena.

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    2. Actualizo: Acabo de ver que la primera temporada de la versión nueva Die Neue These está en Netflix España.

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