viernes, 9 de junio de 2017

Seirei no moribito (2007) / (2016/2017)

     Siguiendo con mi momento remember, tarde o temprano tenía que aparecer en mi lista Seirei no moribito (2007), serie que nunca me cansaré de recomendar y sin embargo solo había visto una vez.

"Balsa, una guardaespaldas errante maestra de la lanza, regresa después de dos años al Imperio de Nuevo Yogo. Cerca de la capital, presencia un accidente y acude al rescate sin pensarlo. El niño al que salva la vida no es otro sino Chagum, el Segundo Príncipe del Imperio, por lo que recibe una invitación al Palacio como recompensa por su hazaña.
Sin embargo, esa noche recibe la visita secreta de la Segunda Emperatriz, quien confiesa que la vida del joven príncipe corre peligro ya que parece estar poseído por un demonio y eso desprestigia la imagen del Emperador. Ante tal situación, Balsa no tiene más opción que aceptar convertirse en su guardaespaldas y salir huyendo del Palacio con Chagum para salvar su vida."



      La historia se basa en una serie de novelas escritas por Nahoko Uehashi que empezaron a publicarse en 1996. El anime abarca la primera parte de estas novelas, que también han sido adaptadas al manga y recientemente a una serie live action. Es una magnífica adaptación de una historia ya de por sí maravillosa, que combina en dosis justas y bien proporcionadas realidad con fantasía y acción con emoción.
     Balsa es fuerte y valiente, pero con serias asignaturas pendientes en cuanto a relaciones personales. Chagum es un niño inteligente pero desconoce la realidad del mundo. La relación entre ambos durante su viaje les hará crecer.
     Todos los personajes son ricos y profundos, todos tienen algo que aportar a la aventura, ya sean sus virtudes o sus errores, todos hacen que la historia avance. Nada de diálogos vacíos o escenas de relleno. La historia fluye de forma natural con diálogos llenos de sentido, nada se deja a la casualidad. Aunque me hubiera gustado algo más de romanticismo... Tanda es un buen tipo pero en mi opinión debería mostrarse algo más firme y no ser tan paciente.

     Por eso fue una grata sorpresa para mí cuando descubrí que había dos temporadas de serie live action: seis episodios de 2016 y nueve de 2017.


     Prácticamente me bebí la primera temporada. Por un lado me gustó que fuera más dura y cruel que el anime. El Emperador es más perverso, la corte en general está oscurecida por las intrigas, incluso la Segunda Emperatriz, madre de Chagum, muestra hasta dónde es capaz de llegar por salvar a su hijo. Su mejor acierto: la anciana Torogai. La gran decepción: Tanda. Y no solo él: el astrólogo Shuga también pierde gran parte de su papel. Como si la única que hiciera cosas fuera Balsa.
     Abordé la segunda temporada con más recelo y menos entusiasmo. Al no tener referencias, todo era nuevo, pero veía que más o menos el indiscutible protagonismo seguía recayendo en ella, haciendo que el resto de personajes parezca que se mueve dando tumbos. Me agradó ver al Chagum de 15 años, y a Tanda y a Shuga, pero todo está desconectado. Chagum lo único que hace es dejarse capturar, escaparse y volver a ser capturado en una historia paralela al viaje de Balsa con la niña del exorcista. Y cuando por fin parece que todo confluye y Balsa y Chagum se reencuentran... se acaba la serie. Eso sí, no sin antes dejarnos un mensaje esperanzador:
     Así que estaremos pendientes de esa tercera temporada, a ver si por fin los hombres se hacen hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario