miércoles, 21 de junio de 2017

Sousei no Onmyouji (2016)

     Me encanta el género sobrenatural, el mundo youkai y los exorcistas y todo lo que tenga que ver con el folklore japonés, así que Sousei no onmyouji (2016) estaba en mi punto de mira desde que se empezó a emitir... y se hizo esperar 50 episodios, pero al fin la pude ver.


     "Rokuro Enmado es un joven alocado que quiere ser de todo menos exorcista debido a una terrible experiencia ocurrida dos años atrás. Un día se cruza con Benio Adashino, una talentosa exorcista de prestigiosa familia, y se ve obligado a usar sus poderes de nuevo. Ambos son convocados por la Orden para conocer un importante anuncio: han sido elegidos como los sousei no onmyouji (o estrellas gemelas), los exorcistas más fuertes destinados a casarse y traer al mundo al Miko, salvador de la humanidad."

      Al principio tenía mis dudas porque es claramente de clasificación shonen, los protagonistas tienen apenas 14 años y el diseño es algo infantil. Imaginaba algo del estilo superación por el esfuerzo, campeonatos, entrenamientos, rivales y enemigos que se fueran sucediendo uno tras otro.
     Pero nop.
     Desde el principio, aunque pretende ser básicamente cómica, la historia está teñida de terribles tragedias en los pasados de uno y de otra. Cosa que me encanta... esos pasados traumáticos que se van desvelando poco a poco... ¡ñam! Esos orígenes misteriosos, esas coincidencias terribles, siguiendo uno tras otro los pasos clásicos de este tipo de guiones pero que siempre funcionan tan bien...

     Al cierre del primer arco, muchas cosas quedan explicadas y los protas crecen dos años de un salto, pasando al siguiente nivel de complejidad. Los enemigos no vienen "uno tras otro", sino que todo parece estar relacionado en una trama mucho más compleja y profunda, haciendo que mi interés no solo no decayera, sino que crecía cada vez más. Vamos a ver: no hay nada sorprendente ni exageradamente original, en general podría decirse que es bastante previsible y sigue todos los tópicos, pero es que lo hace tan bien que lo convierte en un buen clásico.

     Lo que en mi opinión sí resulta original es el equilibrio de la pareja protagonista. No se trata de un héroe solitario y una heroína a rescatar o que le sirve de apoyo. Son dos luchadores igualados, que de hecho se necesitan para alcanzar su máximo potencial, que se apoyan y se rescatan mutuamente. Y al mismo tiempo, tienen sus propias fortalezas individuales y sus propios fantasmas personales que enfrentar a solas.
     Y todo eso, aderezado con sabrosos toques románticos de comedia juvenil.
     Me hubiera gustado ver más de la relación amorosa secundaria...
     Me sobraba Kinako, el shikigami ruidoso...

     Creo que me pasaré al manga, aunque siga en publicación.

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