"Kazuya Kagami nunca se separa del obi que usaba su difunta madre. Un día es atacado en la escuela por un extraño monstruo y del obi surge una chica para defenderlo. Se trata de Kiriha, una tsugumomo algo sádica y desvergonzada que al parecer ya comparte un pasado con él. Desde ese momento, Kazuya y Kiriha se verán envueltos en más situaciones paranormales, por lo que tendrán que aprender a defenderse juntos."
La delegada de clase y amiga de la infancia, la hermana mayor con inclinaciones incestuosas, una adulta de enormes pechos, otra lesbiana y sádica y dos pequeñas lolis. Como siempre, abundancia de personajes femeninos, grandes dosis de situaciones ecchi y los tópicos cómicos del chico tímido y mujeres desinhibidas. Relaja ver que también hay algunos secundarios masculinos en el entorno y que de momento no todas tienen interés erótico romántico por el prota.
La serie empieza bien, con ese pasado sellado que el prota no debe recordar y que tiene que ver con la muerte de su madre. Sigue con un obligado entrenamiento y sucesión de situaciones peligrosas que debe ir superando, pero llega un momento en el que empieza a aburrir. Con la aparición final de su rival, surgen las dudas de Kazuya y es en el momento que quiere abandonar cuando de repente el discurso de Kiriha se hace tan enorme, emotivo y serio que me arrancó una lagrimita.
Lo peor: que no desvelan apenas nada sobre la madre, al parecer es una carta que se jugará más adelante, pero si hay otras temporadas, no sé yo si las veré. Bueno, si estoy muy aburrida a lo mejor.
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