"Sorey es un humano que ha sido criado lejos del mundo en una aldea de serafines. Junto con su amigo Mikleo, explora ruinas antiguas fascinado por la leyenda del Pastor, el hombre que salvó al mundo de la malevolencia junto a los serafines. Un día entra a un lugar prohibido y acaba conociendo a Alishia, princesa de Hyland, quien buscaba refugio de los desastres que la perseguían.
Con motivo de este encuentro, Sorey viaja a la capital de Ladylake, donde se encuentra la espada sagrada en espera de la llegada de un nuevo Pastor."
No es que sea un argumento muy original, al contrario, es más que previsible, pero tampoco juega con eso, así que no me decepcionó. El diseño de personajes, los escenarios, la animación en general es una auténtica preciosidad, supongo que al estar basados en los gráficos de un juego de tanta categoría, no podía ser menos. Si tuviera que describirla en pocas palabras, lo primero que se me ocurre es que es muy bonita de ver.
Los personajes forman un grupo típico, muy equilibrado, pero diferenciados entre sí, cada uno desempeñando el papel que le corresponde. Aunque la princesa y la asesina llegan a confundirse, supongo que hacían falta dos para el capítulo final. El caso es que el prota me cae bien, muy centrado, pocas dudas, tirando a santo más que a héroe. Me gusta que desde el principio lo acompañe un amigo masculino que se preocupa por él.
Ninguno evoluciona, todos son bastante planos, sin grandes traumas o giros ni cambios, muy blanditos, dulces... en fin un grupo que poco cambia, a través de una historia que sí avanza a grandes saltos, y todo tan bonito y colorido... que te dan ganas de ir a comprarte el juego.
En definitiva me ayudó a echar la semana sin mucha complicación, disfruté de sus paisajes bucólicos, sus escenas de acción y momentos emotivos. Y a por otra.
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