martes, 27 de junio de 2017

Ao no exorcist (2011) / Kyoto Fujouou-hen (2017)

     Ver Sousei no onmyouji me recordó otra de mis favoritas de la misma temática y de la que recientemente habían sacado nuevos episodios. Así que en cuanto tuve libres dos días seguidos, aproveché para encerrarme en casa y ver del tirón Ao no exorcist (2011) y su Kyoto Fujouou-hen (2017).




     "Rin Okumura es un joven problemático y violento, al contrario que su aplicado hermano gemelo Yukio. Ambos son huérfanos y han sido criados en una iglesia por el sacerdote Shiro Fujimoto. Un día durante una pelea, Rin descubre que es hijo de Satán y que ahora que ha despertado sus poderes, los demonios le perseguirán para llevarle al infierno junto a su padre. Por otro lado, la iglesia y sus exorcistas tampoco pueden ignorar su existencia, ante lo cual Rin decide convertirse también en exorcista y fortalecerse para poder defenderse y derrotar a Satán algún día."

     Rin tiene una personalidad encantadora. Es sociable, divertido, emocional, algo torpe para los estudios y se enfada con facilidad. De mis favoritos, sin duda, además con esos problemones psicológicos sobre su origen y el temor a su propio poder que a veces no puede controlar como humano. Lo tiene todo para que me guste. Su hermano también me gusta, a pesar de que es serio, diligente, estricto y capaz, es poco honesto con sus verdaderos sentimientos y es difícil de leer. Su relación amor-odio-admiración-envidia hacia su hermano mayor lo convierte en un misterio ya que no se sabe muy bien de qué lado está.

     La primera entrega de la serie está muy bien equilibrada en cuanto al desarrollo de la trama y evolución de personajes, y tiene un cierre apoteósico que deja con ganas de saber más. Cuando anunciaron una nueva entrega, se me hizo la boca agua, pero luego me enteré que no era una continuación sino un arco intermedio y me desinflé. Estuve a punto de interrumpirme la primera parte para verme la segunda de forma cronológica pero al final desistí: la primera es irresistible.

     Así que... bueno, no está mal. Se centra más que nada en las relaciones del grupo de amigos en la época justo después de saber el secreto de Rin, y los miedos del protagonista a volver a sucumbir de nuevo a sus poderes de Satán y convertirse en demonio. Me gustó saber más de Rin y profundizar en su personalidad y desarrollo, y también conocer un poco más a Yukio. Pero molaría mucho más que sacaran episodios que continúen la primera entrega. Algún día. Espero.

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