lunes, 28 de octubre de 2019

Kono Yo no Hate de Koi wo Utau Shoujo YU-NO (2019)

     Sigo en paro, por lo que las series caen una tras otra y antes de darme cuenta, ya se me acumulan los comentarios. De Kono Yo no Hate de Koi wo Utau Shoujo YU-NO (2019) me atrajo la sinopsis y sus 26 capítulos, pero el hecho de que no fuera de las populares me puso en guardia. Y esto fue lo que me encontré.







     "Takuya Arima es hijo de un famoso historiador que acaba de desaparecer en una expedición arqueológica. Un día recibe un paquete con una misteriosa reliquia con la que al parecer puede viajar entre diversos mundos paralelos."











     Kono Yo no Hate de Koi wo Utau Shoujo YU-NO (lo que viene a ser: "Yu-NO, la chica que canta el amor en el fin del mundo") es la adaptación animada de un videojuego bishojo, de ahí la proliferación de personajes femeninos. Pero como la cosa va de mundos paralelos, correspondiendo así a las diferentes rutas del juego, no están todas presentes a la vez, por lo que no posee la saturación típica de los rollo harén.
     El prota es un bromista con aspecto irresponsable, pero que carga con ciertas dosis de sarcasmo y sabe ponerse serio cuando la cosa lo requiere. Su madre murió cuando era niño y su padre se volvió a casar con una mujer 20 años más joven. Además se le conoce una ex-novia mayor que él, ex-profesora suya, para más inri. O sea, que el chaval está curtido en las lides del amor y por eso se permite hacer continuas bromas y chistes verdes sin dejar de ser un caballero. Las chicas... son todas más o menos iguales, del corte habitual de este tipo de historias: la enfermera salidorra, la joven madrastra, la tsundere, la asocial, etc cortes típicos sin mayores complicaciones.

     La trama en principio me recordaba vagamente al planteamiento de Steins:Gate por lo de los mundos paralelos y los viajes en el tiempo, pero en realidad tiene más de Higurashi naku koro ni, ya que más que viajar en el tiempo, el prota lo que hace es "saltar" entre versiones alternativas del mismo mundo. Y que si en el primer arco se centra en su madrastra y los problemas de la construcción que dirige, en el segundo nos olvidamos completamente de esos problemas y vamos a rescatar a otra de las doncellas en necesidad. Y te lías bastante, la verdad, por lo menos yo, hasta que le pillas el truco.
     El truco es que cada una de esas misiones en realidad son el medio para conseguir llegar a la "auténtica ruta", por lo que al acabarlas, retorna al punto donde todo empezó hasta que por fin logra dar el salto hacia su verdadera misión y donde, al parecer, ya se nos explica todo. Otra cuestión es ya si te vale o no te vale, pero el caso es que de repente la serie se convierte en otra. Veamos por ejemplo la siguiente imagen:



     Sep, es la misma serie solo que en su arco final. El muchacho se nos hace hombre y todo...

     Aquí se intenta unificar todos los puntos comunes de los diferentes arcos, algunos misterios se resuelven, y es cuando tiene lugar el clímax y final de la trama principal.

     O bueno, si se le puede llamar final, porque queda abierto claro está, del tipo que quedan como en el limbo y el no pararé hasta encontrarla.









     Si no fuera por el diseño shonen y la animación estándar, la serie podría resultar bastante durilla, no solo por el sexo implícito, sino por que además roza temas como el incesto y hasta el canibalismo, y algunas muertes son... jodidas de ver. Pero gracias a que no se ha cuidado nada el aspecto técnico o la ambientación, todo resulta más ligero y menos cruel. Pero vaya...

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