viernes, 11 de octubre de 2019

Conception (2018)

     Hay animes buenos, malos, absurdos, extraños... y luego hay desperdicios de tiempo y dinero como Conception (2018). Pero sea como sea la acabé viendo entera, así que se merece su entrada. Acabemos pronto con esta farsa pues.







     "Itsuki y Mahiru son transportados al mágico reino de Granvania y les imponen la misión de acabar con las impurezas que amenazan su mundo si quieren regresar a casa. Para ello, Itsuki debe concebir a los Hijos de las Estrellas intimando con las doce sacerdotisas que les darán a luz."








     No hay que investigar mucho para darse cuenta de que Conception procede de un videojuego, lo que sí ha sido una sorpresa ha sido descubrir que la serie animada estaba producida por GONZO. Porque si bien el diseño de personajes y demás es hermoso y está bastante cuidado (imagino que influenciados evidentemente por el diseño del juego original), no se gastaron mucho en el desarrollo y técnica de animación: planos cortos y sin fondo, escenas repetidas, personajes estáticos, ausencia casi total de escenas de acción, etc
     Sinceramente, cuando me puse el primer capítulo mi intención era descartarla de inmediato, suponiendo que sería un ecchi más allá de lo soportable, pero al final ni siquiera era eso. O sea, si alguien estaba buscando aquí situaciones comprometidas y fanservice a tutiplén surgidos del enorme harén que presenta, se llevaría un chasco.
     Itsuki es un buenazo, un caballero, y está muy comprometido con su misión, hasta el punto de que cuando se plantea que una de las sacerdotisas es un hombre, no se echa atrás. Debe conseguir ganarse la confianza de las doce chicas al punto de que quieran tener un hijo con él. Pero eso no significa precisamente tener sexo, aunque se sugiera de mil maneras y se sitúen en una hermosa cama redonda en paños menores... Nada, que no hay sexo, solo se ruborizan un poco, se tocan la piel y ¡pop! aparece un crío que inmediatamente se va a entrenar.
     A las doce chicas les han intentado dar personalidades diferentes y tal, pero en solo 12 capítulos tampoco da tiempo de mucho, y el prota debe a veces conquistarlas de dos en dos, por lo que no se las llega a conocer, y mucho menos, a encariñarte con ninguna de ellas. Sorprendentemente, el personaje más interesante en mi opinión sería Mana: una especie de hada en forma de mapache que siempre acompaña al prota, cuya misión es la de asesorarle pero que, en realidad, se la pasa diciendo chistes guarros y provocativos. Su mente es lo único pervertido que hay en toda la serie, y cuando habla de su pasado, resulta que su historia es la mejor de todas.

     En definitiva, creo que hace tal mezcla de elementos que, por muy populares que sean individualmente, el gazpacho resultante es difícil de clasificar. Al final me la tomé como una comedia ligera con el único atractivo de ver las doce representaciones de los signos del zodíaco. Y para el momento en el que me encontraba, me ayudó a distraerme en los tiempos muertos. Pero no se la recomendaría ni a mi peor enemigo.

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