jueves, 3 de octubre de 2019

Tenshi no 3P! (2017)

     No sé por qué tenía en mi lista Tenshi no 3P! (2017), seguro que no vi ninguna imagen promocional porque si lo hubiera hecho, no habría estado entre mis candidatas. El caso es que el primer capítulo me pareció interesante y pensé que tal vez no sería tan así... pero... bueno, así es como fue.







     "Kyo Nukui es un adolescente que no va al instituto y pasa su tiempo componiendo música por internet en colaboración con una ilustradora. Un día es contactado por uno de sus fans que dice tener una propuesta para él y resultan ser tres huérfanas que quieren dar un concierto en su orfanato."









     Tenshi no 3P! es una serie de novelas ligeras (no una novela visual como yo pensaba), por lo que se podría esperar algo más de argumento, pero no llega ni a boletín. No es más que una colección de clichés repetidos y manidos a más no poder, con un protagonista mojigato y un harén de niñas casi todas menores de su edad. El hecho de que un adolescente sea bueno componiendo música, cuela, pero que tres niñas de primaria sean capaces de tocar e incluso componer a esos niveles, pues no.

     Segunda decepción: el prota se presenta como un hikikomori y las crías también parecen tener problemas para relacionarse con sus compañeros de colegio. Algo que podría haber dado profundidad y emoción a ciertas situaciones o incluso al pequeño arco que se le dedica, pero naaaaaah De la noche a la mañana el prota va al cole y se pone a cantar delante de todo el mundo y trauma superado.

     Tercera decepción: la música. La primera escena es el prota terminando de subir un tema y la verdad está bastante bien. Cuando las crías le piden ayuda pensé que seguiría en la misma línea de rock electrónico, pero de eso nada monada: los temas se vuelven ñoños e infantiloides en línea con el kawaiísmo de sus intérpretes.

     Situaciones inverosímiles y nada realistas, difíciles de tragar si no estás dispuesto a aceptar el pacto (como cuando aparece la familia real de una de ellas y en vez de llevársela, le permiten quedarse en el orfanato haciendo el gamba con la banda).
     ¿Y la familia del prota? Me refiero a sus padres, claro, porque hermanita pequeña tiene por supuesto. Pues eso, los padres missing total y pasando del hikikomori de su hijo convertido ahora en productor musical.

     Algo que promete cierto interés al principio pero que a medida que avanzan los capítulos te va decepcionando más y más hasta que se convierte en un auténtico suplicio. Lo bueno que tiene, es que es corta.

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