Satsuriku no Tenshi (2018)

     Tras mi finde de escapada a la montaña, vuelvo a la civilización y búsqueda de empleo, y mientras tanto, vamos fulminando series. Antes del viaje, fue el turno de Satsuriku no Tenshi (2018).

     "Rachel Garner de repente despierta en la consulta de un doctor sin saber cómo ha llegado hasta allí. Para averiguarlo, empieza a vagar por el edificio y se topa con Zack, un tipo siniestro que porta una guadaña y trata de matarla. Sin embargo, ambos descubren tener objetivos en común y terminan aliándose para intentar escapar de ese horrible lugar donde otros perturbados intentarán acabar con sus vidas."

     Satsuriku no Tenshi (que significa algo así como "ángeles asesinos" o más literalmente: "ángeles de la masacre") es la adaptación de un videojuego y se nota. Se nota mucho. En la ambientación y escenarios, el desarrollo de la trama y diseño de personajes. Nada más empezar a ver las paredes herrumbrosas del edificio, su carácter asfixiante de subterráneo y estado de abandono me recordó al Resident evil (Biohazard) al que tuve el gusto de jugar hace años. Y al igual que allí, la prota tiene que encontrar la manera de salir antes de que la maten, localizando el ascensor de cada planta y la forma de activarlo. La historia, por tanto, se estructura en torno al acertijo de cada piso, las dificultades y trampas que lo dificultan, y por fin, la resolución y paso a la siguiente fase. Los personajes, por tanto, de inicio tienen el pasado justito para que la cosa arranque, y luego ya si eso, se les va añadiendo algún que otro flashback o empiezan de repente a contar su vida, para que les conozcamos un poco más, aunque en realidad no tenga ninguna importancia.

     Bueno, esto último solo aplica a los secundarios que rellenan completan este pequeño universo, porque los orígenes y pasados de Zack y Rachel sí que tienen bastante peso en el desarrollo de los acontecimientos. O por lo menos, los únicos que despertaban mi interés.

     Y es que la niña cada vez me va cayendo peor, y el inocentón de Zack se va volviendo más y más tierno. Tanto que según mi punto de vista, el verdadero protagonista es él, y ella el gran misterio que se debe resolver. Y en cuanto al que tiene que explicarlo todo, me refiero al que construyó el edificio y sus razones, pues no te creas que me quedó muy claro.

     

     Y no es porque no hablen, porque no veas si hablan... todos, absolutamente todos, tiene diálogos y monólogos interminables, profundamente filosóficos y teológicos, haciendo que más que una serie de acción y misterio, sea fundamentalmente psicológica, pero con unas metáforas nada fáciles de seguir (al menos a las horas en las que suelo ponerme a ver series). En esos momentos te entran ganas de matarlos y así acabar con su sufrimiento y el mío.

     El final es de los que generan polémica y debates en los foros, ya que queda abierto a varias interpretaciones a cual más paranoica. Si conoces el juego y el manga pues ya llevas más ventajas, pero aún así por lo visto tampoco se tiene la respuesta clara. Yo personalmente llegué tan agotada al final que no me comí mucho la cabeza tratando de entenderlo y me quedé con el más feliz a pesar de las incongruencias. Punto.

     En conjunto no está mal. Tiene intriga y emociones, y a pesar de los monólogos existencialistas, el ritmo no se paraliza por completo en ningún momento. Pero podría haber resultado en algo mucho más interesante y recomendable si le quitamos la paja que lo sobrecarga y añadiéramos las explicaciones que le faltan.

Ulysses: Jehanne Darc to Renkin No Kishi (2018)

     Siguiente en caer en la saca: Ulysses: Jehanne D'arc to Renkin No Kishi (2018) o lo que viene a ser en español Ulises: Juana de Arco y el Caballero Alquimista.

     "Montmorency es un joven noble francés que para poner fin a la guerra con los ingleses se encierra en su estudio de la magia y la alquimia para encontrar la piedra filosofal. Con ayuda de Astartoh, reina de las hadas, usará sus poderes para recrear al caballero inmortal Ulysses en la persona de una joven moribunda llamada Jeanne."

     Me sorprendió descubrir que esta serie se basa en novelas ligeras y no en algún videojuego o manga harem al uso, ya que la premisa inicial y el diseño infantiloide lolicon de los personajes así me lo hizo parecer. Aunque también es verdad que a medida que la cosa avanzaba, y todo se iba oscureciendo más y más, ya podía distinguir ciertos rasgos típicos de las tramas complejas a varios niveles que suelen conllevar las novelas ligeras.

     Un panorama bélico dominado por personajes femeninos, trap incluido, de pechos grandes en su mayoría, armaduras de fantasía más reveladoras que protectoras, y un diseño de personajes en general aniñado e imposible de creer, no eran un gran atractivo para mí. Pero el prota era de los que me gustan, a saber: más inclinado por los estudios que por las artes marciales, inteligente por encima de la media, de gran inocencia y necesidad de protección. Además, no era el único personaje masculino, aunque los demás tienen tan poca presencia que es como si no estuvieran.

     El ambiente erótico festivo del principio se ve empañado rápidamente por una historia bastante oscura de fondo basada en la herejía alquimista y pactos con seres mágicos. De hecho los personajes se basan en personalidades reales que combatieron en la Guerra de los Cien Años, cuyos destinos no fueron precisamente heroicos y felices. Los toques de comedia ligera permanecen, pero aquí todos sangran, sufren y luchan a veces de manera bastante gore.

     La historia se desarrolla siguiendo los acontecimientos reales de la Historia con sus toques personales, claro, y aderezada con toques del folklore mágico inglés. Mientras tanto, Montmorency crece y evoluciona hasta reconocer su motivación amorosa, así como el resto de féminas que lo acompañan comienzan a actuar en consecuencia a sus sentimientos.

     La sombra de la bestia que se cierne sobre el prota desde el principio (y no me extraña, si te lees la biografía del tipo en el que se basa) sale a la luz hacia el final, momento de grandes revelaciones en el que se da un gran paso hacia adelante, magnífico cierre para el prólogo de esta historia y punto de giro para un nuevo comienzo que quizá lleve a segunda temporada... de la que ya hablaremos si es que llego a verla.

     Una historia algo negra con unos personajes infantiles y fetiches, una rara combinación que a pesar del buen cierre de temporada, apenas llega al aprobado.

Kokkoku (2018)

     Sigo en paro, así que devoro series a un ritmo trepidante y luego me da pereza comentarlas y se me acumulan y me estreso... Así que vamos con la siguiente: Kokkoku (2018).

     "Juri Yukawa es una joven en busca de su primer empleo desesperada por salir de la casa familiar donde convive con sus padres, su abuelo, sus dos hermanos mayores y su pequeño sobrino. 

     Sin embargo, un día su hermano y su sobrino son secuestrados y, ante la imposibilidad de cumplir el plazo del rescate, el abuelo Yukawa decide utilizar una vieja reliquia familiar que permite detener el tiempo."

     La sinopsis me parecía lo bastante rara como para darle una oportunidad, y el diseño seinen me dio el último empujoncito. Al principio no conseguí engancharme mucho... no empatizaba con la prota y el resto de personajes me caían demasiado alejados. Pero el secuestro la verdad es que me dejó intrigada, porque más allá de ser una familia media, era más bien desastrosa: padre y hermano mayor en paro y aparentemente bastante inútiles. La única que trabaja es la hermana mayor, que para arreglar la cosa, es madre soltera. Normal que la prota esté deseando irse. ¿Pero por qué secuestrar por dinero a nadie de aquí? Y entonces va el abuelo y hace "magia" con una piedra y detiene el tiempo.

     Kokkoku significa algo así como "momento a momento", aunque según se explica más o menos la cosa no va de detener el tiempo sino de entrar en un mundo diferente donde el tiempo se ha detenido en el instante concreto que se usa el hechizo. El caso es que el abuelo detiene el tiempo junto con Juri y el padre de familia y los tres se dirigen tranquilamente a rescatar a los secuestrados. Pero cuando llegan al sitio, aparecen otras personas que igual que ellos se pueden mover y se lía parda.

     Técnicamente no es ninguna maravilla, podrían habérselo currado un poco más, tanto en diseño como en animación, pero supera a la media, así que se deja ver. Sin embargo, los personajes quedan algo hieráticos y carecen de expresión. Sus personalidades tampoco rebosan profundidades abismales, sino que más bien responden a arquetipos básicos. Esto incluye al malo malísimo, al que a pesar de que intentan justificarle con una serie de flashbacks, la verdad es que se queda bastante frío.

     La idea en sí es bastante buena: un mundo "detenido" en el que existen ciertas normas, ciertos peligros y ciertos poderes. Y el hecho de que los protagonistas fueran una familia con problemas le dio un toque aún más original y divertido. Pero la historia está un poco dispersa. Da la impresión de que no avanza linealmente sino que vaga en círculos. Los personajes van y vienen, se juntan y se separan continuamente, tal y como en realidad se comportaría una familia que de repente se viera metida en tal circo, supongo... sin un plan, sin un método, sino ahí a lo loco, probando a ver qué pasa. Lo cual no es malo ni bueno, simplemente raro, supongo.
     Tiene partes emotivas, cierta evolución de personajes, misterios y tensiones, acción, comedia, y algún giro que otro, pero el final es horrible de malo. No solo hay muchos aspectos que se quedan sin explicar sobre el funcionamiento de ese mundo y el hechizo de entrar y salir, sino que de repente se sacan un personaje de la nada pero que resulta que lo sabe todo y ¡pum! solucionado. Pero al menos es un final bastante cerrado, y eso en mi baremo son muchos puntos.

     En conjunto es una buena serie, refrescante entre tanto ecchi y tanto shonen, que se queda un poco corta de argumentos, pero que a pesar de todo, ofrece un entretenimiento más maduro e inteligente de lo que nos tiene acostumbrado el anime convencional. Eight points.

B: The Beginning (2018)

     Después de la tontería anterior, me apetecía algo de horror y sangre, y haciendo zapping por Netflix apareció B: The Beginning (2018), y aunque tenía mis dudas, allá que cayó.

     "Cuando un nuevo asesino en serie aparece en el pacífico reino de Cremona, el jefe a cargo decide recurrir a la mente privilegiada de su viejo compañero Keith Flick, retirado del servicio debido a ciertas circunstancias. Keith no tarda en ver las conexiones de este caso con otros eventos sucedidos anteriormente y que implican algo más profundo y misterioso que un grupo de mentes perturbadas."

     B: The Beginning es una serie original de Netflix, cosa que aún echa un poco para atrás, pero que cuenta con la producción de los afamados estudios I.G., lo cual ya deja mejor impresión y se deja notar en muchos aspectos, incluyendo la animación, el diseño de personajes, la música y el guion.

     Sin entrar en detalles, la calidad técnica es de las mejores, en diseño y movimientos así como posiciones de cámara. El ambiente general es bastante oscuro, ya que la trama también lo es, pero en las escenas despejadas aún se ve un poco de esos tonos brillantes que me siguen cantando un poco.

     Los personajes, magníficos. A pesar de la cantidad de ellos que hay, los principales están bien perfilados y repletos de carisma. Los secundarios cierran bien el coro, aunque alguno pueda caer en algún arquetipo... En este aspecto, el único fallo en mi opinión es el personaje de Lily: una hiperactiva jovenzuela imprudente y super-alegre, puesta ahí para contrarrestar la gravedad del prota y recordarle a su hermana muerta, pero que resulta un apoyo innecesario y cargante en ocasiones, y que en definitiva, no aporta nada a la resolución de las situaciones.

     La trama se desarrolla a dos niveles. El primero, el policíaco y terrenal, mantiene vivo el interés y la intriga a medida que se van presentando los personajes digamos... "normales". El segundo, el sobrenatural o místico, aporta el grado de misterio justo y necesario para darle más sabor a este pequeño universo. Y al contrario que en la tontería anterior, ambos planos se mantienen unidos e interconectados de manera indisoluble y coherente. Dos héroes, por tanto: Keith y Koku; dos heroínas: Lily y Yuna; y dos enemigos a los que descubrir y derrotar. Dos historias simultáneas que se unen en ciertos puntos y se separan al llegar el clímax para que cada uno resuelva sus propios asuntos con quien tiene que resolverlos. Algunos giros previsibles, bueno... pero otros te llegan a sorprender.

     Como me suele pasar en estos contextos rebuscados de juegos mentales y recuerdos manipulados, me perdí en algunas ocasiones, pero como parece ser que habrá segunda temporada, imagino que para cuando salga y me vea la primera por segunda vez, me enteraré mejor de esos detallitos que se me han pasado por alto.

     Míratela, merece la pena.

Karakuri Circus (2018)

     Como quiera que Netflix ya había estrenado la nueva serie de Cristal oscuro, uno de los iconos de mi infancia, allá que me fui unos diitas a disfrutar de otro tipo de animación, porque no solo del anime vive el otaku. Y yo soy parte "friki en general". Ha estado muy bien, la verdad (final/cierre de temporada incluido), y se rumorea que habrá más temporadas, cosa que me hace mucha ilusión.

     Así que cuando volví a mi campo favorito, quería algo con muchos capis y lo único que encontré fue Karakuri Circus (2018), 36 episodios de puro shonen.

     "Tras heredar el imperio Saiga, cosas extrañas empiezan a pasar alrededor de Masaru, quien, viendo su vida amenazada, huye en busca de alguien llamado Shirogane para que le proteja. En el camino se topará también con Narumi Kato, un artista marcial que de algún modo se ve obligado a ayudarle."

     La historia de Karakuri circus (literalmente: el circo de los mecanismos o marionetas) es un caos absoluto. No consigo resumir un argumento central porque simplemente no lo tiene, sino que son muchas historias interconectadas a través de los personajes, y que va saltando alegremente de un arco a otro casi sin avisar. A ver, al principio parece que se va a centrar en Masaru, el pequeño heredero al que todos persiguen, y sus dos guardianes: Shirogane la marionetista y Narumi, un maestro en kenpo. Supuse que entre los dos le enseñarían a luchar y la cosa pasaría por algún tipo de torneo, etc, hasta llegar a la fase final de enfrentamiento con el villano. Pero nada más lejos.

     De repente pasamos directamente a una batalla de dimensiones épicas con una larga lista de personajes nuevos, con sus flashbacks correspondientes y sus duelos infinitos. Los malos son autómatas, marionetas autónomas, y los buenos pelean usando marionetas a su vez, y aunque la calidad de la animación no es mala y el ritmo de batallas es bastante ágil, las peleas en sí son un sinsentido de armas y trucos porque sí, en un mar gratuito de sangre y dolorosas muertes. Sin embargo, la bella jefaza final les plantea un nuevo misterio, y todos se marchan sin la cura que buscaban.

     A partir de ese momento, la historia y los personajes van dando tumbos en aras a dar coherencia a un argumento que no lo tiene: marionetas con voluntad propia y mecanismos que provocan enfermedades, de repente se ven mezclados con alquimia y una serie de historias ocurridas en el pasado, centradas en un triángulo amoroso y la vaga idea de la reencarnación. Retazos que no parecen sino parches tratando de unir algo inconexo desde el principio.

     El desarrollo y evolución de los personajes simplemente no existe. Sus personalidades cambian repentinamente gracias a un recuerdo o por detonantes gratuitos. Niños sin habilidad ninguna de repente saltan de cabeza a la guarida de los malos malísimos, y salvan la vida gracias al comportamiento caprichoso de algunos villanos. O porque adquieren poderes simplemente con fuerza de voluntad, o yo qué sé. Narumi se vuelve frío e irascible. Shirogane se vuelve blandita. Y así un sinfín de incongruencias más.

     El clímax tiene lugar en un emplazamiento imposible y se resuelve, como todo, de manera oportuna con elementos sacados de la manga.

     Por ciertos detalles de diseño y desarrollo, me recordaba a Ushio to Tora (2015), del mismo autor, y que vi hace años, pero para nada me resultó tan inverosímil como este sinsentido. Entretenida sí, llena de acción a tope de power, intrigante a ratos, se deja ver claro que sí, pero es solo que... como guion deja mucho que desear. Si hay más de esto, no cuenten conmigo.

Mayonaka no Occult Koumuin (2019)

     Después de ver una serie que me ha gustado mucho, decidir qué ver a continuación es un reto. Si a eso unimos que vuelvo a estar en paro y tengo más tiempo libre, la cosa se complica. Así que opté por algo que se antojaba como una apuesta segura: Mayonaka no Occult Koumuin (2019).

     "El departamento de relaciones comunitarias posee una división nocturna que se encarga de solucionar los problemas de convivencia con seres sobrenaturales. A una de las oficinas de Tokio es transferido Arata Miyako, un absoluto novato en el tema pero con una habilidad que le hace especialmente adecuado para el puesto."

     Las premisas en las que se basaba Mayonaka no occult koumuin (literalmente: "Funcionarios ocultos de medianoche") prometían mucho pero el resultado final es algo mediocre. Empezando por una animación más bien cortita, la trama y su desarrollo carece de emoción o emociones fuertes. A primera vista, podría recordar un poco a Natsume yuujinchou, en cuanto a que parece un "recuentos", ya que se pasan la mayor parte de los episodios introduciendo personajes a través de situaciones autoconclusivas.

     Aunque aquí casi todo el mundo puede ver a los espíritus y demás seres, el prota es el único que entiende su lenguaje y puede comunicarse con ellos, y por eso, es el único propenso a empatizar con "el otro bando". Y no se trata solo de yokais, sino que también hay dioses aztecas, germánicos, ángeles y hasta seres de la mitología griega. Un batiburrillo a mi parecer difícil de dominar como para que sea algo coherente.

     Como quiera que la especialidad del prota y su origen se explican rápidamente y sin misterios, la historia en sí no va a ninguna parte. Tampoco se toma demasiado tiempo en resolver la desaparición de la hermana de su compañero, algo que podría haber servido de hilo conductor y meta final al menos de estos 12 episodios. Así pues la vida de estos funcionarios pasan en medio de una cotidiana sobrenaturalidad (o normalidad sobrenatural) sin grandes sobresaltos ni oscuras tramas palaciegas.

     Solo cuando aparecen los del ayuntamiento, y en concreto, el antipático de Satoru Kanoichi, la cosa podría empezar a ponerse interesante, ya que este personaje se presenta como enemigo natural del protagonista y sus "revolucionarios" métodos de negociación debido a traumas infantiles. Pero poco después, la serie se acaba.

     Al parecer, a finales de este mes (septiembre 2019) sacarán un par de OVAs (que tardaré en poder ver, me temo) pero no creo que aporten mucho a la vida en general. Aun así, en cuanto pueda, les echaré mano. No es una serie para recomendar pero es de mi temática favorita, y por eso se lo perdono casi todo.

Double Decker! Doug & Kirill (2018) / EX (2019)

     Siguiendo una recomendación de mi ciberamigo y alma gemela transatlántica, me puse el primer capítulo de Double Decker! Doug & Kirill (2018) y... me la ventilé en una tarde. Capítulos extras incluídos.

     "Kirill Vrubel es un agente de policía novato que sueña con convertirse en un héroe, lo que le hace meter la pata constantemente hasta que, finalmente, es transferido a otra unidad. Allí formará pareja con el frío veterano Doug Billingham en un excéntrico departamento encargado exclusivamente de investigar los casos relacionados con la peligrosa droga conocida como anthem."

     Double Decker! tiene muchísimas similitudes con Tiger & Bunny, no en vano son del mismo estudio y comparten gran parte del equipo creativo. Sin embargo, mientras una responde al auge por la figura del superhéroe moderno de principios de la década, la otra viene a criticarla un poco sin entrar en parodias.

     Kirill es el joven novato soñador e impulsivo, con gran afán de protagonismo, que arde en deseos de ser reconocido como héroe. Aunque en realidad se metió a la policía para encontrar a su hermana mayor. Y Doug es el veterano calmado y capaz que se encargará de darle la dosis de realidad que necesita. Dicho así parece bastante típico todo, pero Kirill en realidad es más sensato de lo que parece, y Doug, tiene serias taras emocionales, por lo que no dejarán de enseñarse cosas el uno al otro, e incluso intercambiarán sus papeles en alguna ocasión.

     El equipo entero está compuesto de personajes hábiles y expertos en sus materias, que a su vez adolecen de algún defecto de personalidad, lo que les convierte en un grupo bastante peculiar, y cuando poco, nada aburrido.

     Técnicamente, es una maravilla de animación y diseño. Una ciudad imaginaria pseudofuturista, con gran variedad de paisajes llenos de profundidad y vida. Paleta de colores vivos y diseños de personajes y estilismos más maduros, nada aniñados. Vehículos y armamento bien detallados, y escenas de acción bien coreografiadas, a pesar del uso cantoso del CGI en algunas de ellas.

     Una trama llena de comedia pero con un trasfondo serio imposible de pasar por alto. Los episodios, en principio independientes, en realidad están interconectados, y hasta el que te pueda parecer más irrelevante (como el especial del programa de televisión) aporta detalles que más adelante saldrán a colación. Sin embargo se mantiene en un perfil bajo de originalidad y giros sorprendentes, tal vez en su línea de crítica a las series de este mismo género. Ejemplo claro es la aparición de la hermana "desaparecida", que en lugar de estar rodeada de misterio, se resuelve casi por casualidad y sin motivos oscuros.

     Y sin embargo, cuando menos te lo esperas, un hilo que parecía un fleco perdido se convierte en el centro de la historia y Kirill, que ya de por sí me encantaba, se convierte en el tipo de protagonista que más me gusta. Nada que no se haya visto antes, lo reconozco, pero es que esa fórmula es mi favorita y puedo verla repetirse hasta el infinito sin que me llegue a aburrir nunca.

     A pesar del físico tan femenino del prota joven, no se juega mucho con vestirlo de mujer, y al mismo tiempo, trata de manera muy natural temas como el travestismo y la homosexualidad, así como de pasada, sin darle mucha importancia.

     La imagen final de la primera temporada hizo pensar que habría una segunda, pero al parecer debido al bajo volumen de ventas de los DVDs y esas cosas, se descartó y solo aparecieron tres episodios especiales a principios de 2019. Unas OVAs cómicas algo insulsas después de saber todo lo que ya sabíamos, porque no siguen la trama principal, y que saben verdaderamente a poco.

     Una pena.

Go-tōbun no Hanayome (2019)

     Tras la fiesta de empresa, quedé en estado catatónico durante 24 horas, circunstancia que aproveché para lanzarme a por Go-tōbun no Hanayome (2019) en los momentos conscientes, un poco ávida de comedia romántica, por qué no decirlo...

     "Futaro Uesugi es un estudiante modelo obsesionado con los estudios y ninguna habilidad social cuya familia pasa por serios problemas financieros. Cuando se le presenta la oportunidad de trabajar como tutor de cinco hermanas de buena familia, acepta de inmediato, sin saber que todas están a punto de ser expulsadas por sus malas notas y escaso interés por mejorar."

     Ya me sonaba el título y había visto algunas imágenes del manga, por lo que me había creado alguna idea preconcebida, como por ejemplo, que sería el típico anime ecchi con el morbo fetichista de andar entre cinco gemelas, o que el prota sería un buenazo inocentón e indeciso que continuamente se iba a ver superado por incontables situaciones comprometidas.

     Pero, afortunadamente, no fue así.

     Futaro no tiene amigos y es asocial pero no porque sea un tímido empollón, sino porque está totalmente enfocado en sus estudios para mejorar económicamente, y al mismo tiempo, trabaja para aportar dinero a su pequeña familia. Es decidido y determinado, pero no ve más allá del trabajo y el esfuerzo por lo que menosprecia los temas sentimentales, convirtiéndose en alguien bastante desconsiderado, y en ocasiones, hiriente.

     En el bando contrario, tenemos a cinco mellizas idénticas con diferentes arreglos y personalidades bastante diferenciadas: la sensual y misteriosa Ichika, la maternal Itsuki, la tsundere Nino, la tímida Miku y la alegre Yotsuba. Ninguna en principio está interesada románticamente en él, más bien al contrario, lo consideran un intruso, un insensible, o en el mejor de los casos, simplemente lo ignoran.

     Y Futaro tampoco hace méritos como para favorecer las situaciones románticas, sin embargo, la historia ya siembra desde el principio que se acabará casando con una de ellas, así que sabes que tarde o temprano algo sucederá y empiezas a jugar a intentar adivinar de quién se trata o cuál sería tu favorita. Pero el autor no solo juega con el futuro, sino también con el pasado: seis años atrás, Futaro conoció a una niña que le hizo cambiar y probablemente fue su primer amor, y al parecer, fue una de las quintillizas. Así que ya tenemos dos adivinanzas. Juguemos pues.

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     Contrario a lo que cabía esperar, y pese a que la trama se presta mucho a ello, no abusa de las situaciones ecchi-comprometidas. Tiene sus toquecillos pero Futaro no es débil a la carne, así que las supera rápidamente y contraataca con lo que le interesa: que estudien y que aprueben, o será despedido. No las ve como mujeres, son sus alumnas, sus clientas, su fuente de ingresos. lo que hace que no logre empatizar con ninguna, y por tanto, sea odiado, vapuleado e ignorado.

     Pero debido a su tenacidad, poco a poco, empiezan a conocerse inevitablemente, y Futaro empieza a involucrarse cada vez más a nivel personal, y así las hermanas a su vez empiezan a interesarse por él. Y cae una, y luego otra, y luego otra... Él al principio no sabe cómo reaccionar a sus avances, pero como tampoco le fuerzan de momento a una respuesta, procura seguir comportándose como siempre y seguir dando prioridad a los estudios para que se gradúen todas juntas.

     Por supuesto, el anime termina sin que tome ninguna decisión, además todavía hay dos hermanas que no han caído por él, o no lo han declarado abiertamente, y él tampoco muestra tener especial interés en alguna de ellas. Pero cierra bien el arco, y da paso a una segunda temporada que al parecer ya se ha anunciado pero sin fecha de estreno. Yo aproveché para devorarme el manga y ya estoy al día con la publicación. La cosa se pone buena y Futaro cada vez me cae mejor. La pega es que creo que es mensual. Ains...

     EDIT 26/09/2021

     Hola de nuevo.

     Para ponernos un poco en situación, justo ahora estoy en medio de la película yankee que me tiene desbordada. Después de Kaguya-sama, decidí retomar esta tragicomedia amorosa para evadirme un poco. La vi de nuevo desde el principio hace más de un mes (quizá más de dos....) y he tenido que pillar un resumen por ahí porque apenas recuerdo nada.

     Y es que pasan muchas cosas. La serie parece seguir el desarrollo del manga (dejé de leerlo, así que no lo sé con seguridad) y no alarga ni recorta arcos para adaptarse al formato de los 12 episodios animados. Así que los acontecimientos se suceden sin descanso, el tiempo avanza implacable a través de exámenes, festival escolar, viaje escolar y vacaciones. Ganan presencia el padrastro de las quintillizas y la misteriosa niña de pelo rosa que Futaro conoció cuando era niño y cambió su vida.

     Hasta ahora parecía que la cosa estaba solo entre dos de las hermanas, y mientras una empieza a prepararse para confesarse, la otra de repente empieza a maquinar cositas turbias para que no lo haga. A todo esto, otras dos que se pelean y se van de casa. La unidad familiar peligra y Futaro en medio del jaleo, que va el tío y renuncia. Cuando la cosa se tranquiliza, la tercera hermana que parecía que no, pos se da cuenta de que sí, y siendo mucho más agresiva se declara y se muestra mucho más abierta con respecto a sus sentimientos por Futaro. Ya te puedes imaginar a las primeras dos. Aquí va a haber tomate.

     Una temporada llena de revelaciones que en vez de desentramar la cosa, la va enredando mucho más. Ya te digo, un follón que habría que ver dos veces para ver en qué punto se ha quedado cada uno. Bueno, si hay tercera temporada, imagino que seguirá creciendo el enredo porque el manga sigue su publicación. Y con esto de que adelanta cosas pero también guarda sorpresitas del pasado, pos nos tiene en vilo tan ricamente. Me está gustando bastante.

EDIT 12/12/2022

     Hola de nuevo parte 2.

     Finalmente no fue una tercera temporada sino una película lo que acabó por salir para darle final a esta historia. Una peli de 2 horas, eso sí, pero peli al fin y al cabo.

     La cosa empieza ya directamente con la boda de Fuutaro y la quintilliza elegida, pero ahí que se presentan también las otras cuatro para poner al muchacho a prueba una vez más, y de paso, confundir un poco más al espectador.

     Pero la película en realidad es un flashback que nos lleva de vuelta otra vez al instituto durante el festival escolar, que es cuando las hermanas deciden poner fin a su competencia amorosa exigiendo a Fuutaro a anunciar su elección.

     Para ser una peli, la calidad de diseño y animación es más bien promedio, como cualquier capítulo de la misma serie, vaya. Y como su calidad técnica, en cuanto a argumento y desarrollo, no decepciona pero tampoco sorprende. Punto a favor es que por fin sabemos quién es la elegida. En contra: que ya se veía venir, y encima, no era mi favorita.

     Mola el planteamiento narrativo de mismos eventos desde diferentes puntos de vista, pero tampoco llegan a explotarse totalmente sus posibilidades como herramienta. Hace más llevadero el argumento, sí, pero al no proponer giros ni sorpresas, pues queda como un adorno de frescura pero desaprovechado en cuanto a guion.

     En conjunto, no es mala franquicia. No abusa de los chistes facilones ni las situaciones eróticodivertentes. Tiene su poquito de drama, sus capitas de profundidad, su dosis justa de flasbacks, memories y pequeños enigmas. Disfruta de un argumento que avanza y unos personajes que evolucionan, poco a poco, hacia un final muy agradecido. Pero no estará entre mis cinco grandes historias de amor favoritas.

Magical Girl Ore (2018)

     Ya en la recta final de mi trabajo, se me acumularon algunos eventos sociales, así que para los escasos ratos muertos, opté por algo sencillito y sin complicaciones como Magical Girl Ore (2018).

     "Saki Uno es una desconocida aspirante a idol que está enamorada de Mohiro, un cantante muy popular. Un día al llegar a casa descubre que su madre había sido chica mágica y al retirarse necesita pasarle a ella su misión. Saki al principio se niega, pero al ver que su amado Mohiro está en peligro, acepta el contrato y se transforma... en un hombre atractivo y musculoso."

     No soy muy fan de este tipo de humor absurdo y grotesco en ocasiones, pero a veces me distrae. Ver a chicos grandes (y guapos) disfrazados de sailor moon y actuando como colegialas tiene su gracia, y una vez que superé los primeros capítulos y le cogí el ritmo, me quedé también lo bastante intrigada como para terminarla. Y es que no es solo una sucesión de gags estúpidos y humor fácil, sino que posee un intento de trama que une las diferentes situaciones y le da unidad narrativa, no exenta de cierto misterio y hasta un par de giros sorpresa bastante simpáticos.

     Dado que Sakuyo, amiga y compañera de Saki, está enamorada de la prota, tiene sus puntos yuri y, cuando se transforman, pues podría decirse que BL... pero todo dentro del marco de la comedia y el absurdo, con un pequeño trasfondo más serio donde se habla del amor y esas cosas.

     Los personajes son bastante redondos a pesar de la ligereza con que se toman todo el asunto. Con sus miedos, sus sentimientos, sus sueños, etc... desde la madre de la prota, al manager fanático pasando por todos y cada uno de los humanos que pasan por escena, haciendo que no sea un recuento de viñetas, sino una historieta con cierta profundidad. No es algo que te deje con ganas de más pero para pasar el rato que era lo que buscaba, está bastante bien.