Como no tenía un recuerdo muy fuerte de la primera temporada de Sangatsu no Lion, me estaba costando decidirme para ver la segunda (2018). Pero una vez más el número de capítulos inclinó la balanza a su favor y la decisión no fue mala.
"Gracias a la amabilidad de los que le rodean, Rei ha conseguido aceptar su shogi y abrirse un poco más. Cuando Hina parece tener problemas en la escuela, Rei siente que ha llegado el momento de devolver el favor de alguna forma."
En continuación casi directa con la temporada anterior, finalmente no necesité revisarla y me tiré de cabeza. Más o menos recordaba lo más importante, aunque algunos personajes (sobre todo jugadores de shogi intermedios) se me habían difuminado un poco, pero tras dos o tres episodios, los fui situando.
Lo primero que me sorprendió fue el cierre que se le da a la trama, en mi opinión, más intensa de la primera temporada. De forma breve y bastante ligera, tanto su hermanastra como el jugador Gotou aparecen, tienen dos o tres escenas, explican un par de detalles que dan bastante luz y desaparecen. Joder para eso podían haberlo hecho al final de la primera y me hubiera quedao más a gusto.
Pero bueno, ahí quedan y ya no se sabe más de ellos porque esta temporada está ocupada en gran parte por los problemas escolares de Hina-chan y las reacciones emocionales que conllevan en los demás personajes. Sobre todo, en Rei, claro, que parece ser que está enamorado de ella solo que aún no lo sabe. Ni que decir tiene que este asunto fue el que me tuvo pegada a la pantalla jejeje y me jodió bastante no acordarme bien del tercero en el triángulo, Takahashi-kun, compañero de instituto de Hina del que parece estar enamorada ella. Pero no es más que una subtrama que le da color a la historia principal que sigue siendo Rei y sus conflictos emocionales.
Y es que después de una serie casi exclusivamente femenina necesitaba otra con protagonista masculino sí o sí, y lo más atribulado y traumatizado posible, por favor. Así que acerté con mi elección, y además, me sirvió para darme cuenta de que esta serie es una joyita. Trocitos de vida cotidiana salpicada con la emoción del shogi profesional. Momentos dramáticos, emotivos y tiernos, sencillos y complicados, familiares, escolares y de amistad, compañerismo y rivalidad.
En esta temporada se ve menos shogi que en la anterior, pero el poco que sale está cargado de significado. Como por ejemplo el encuentro ceremonial entre Rei y el maestro Soya, aunque no va tanto sobre la partida en sí como sobre lo que pasó después en el camino de regreso.
Y así en general es una gran serie. Aunque permanece la narración poético-pasmosa, junto con un diseño y animación sencillo-paisajísticos, esta parte es menos oscura y más animada que la anterior, con un protagonista más expresivo que se enfada de verdad y se ríe con ganas (aunque no muchas veces), y que hasta es capaz de visitar brevemente su antigua casa. Como buen slice of life, no tiene un final propiamente dicho (de hecho el manga todavía sigue, por muchos años espero) pero al menos sí que cierra arco argumental y deja abierta las puertas a su continuación, que ojalá que ocurra pronto.
Como nota final y dato del que me acabo de enterar, existen dos películas a imagen real de 2017 y 2018 que creo que voy a tantear a ver qué tal son.
Como nota final y dato del que me acabo de enterar, existen dos películas a imagen real de 2017 y 2018 que creo que voy a tantear a ver qué tal son.
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