Uchoten kazoku (2013) / (2017)

     Una de las razones por las que creé este blog era para anotar las series que iba viendo porque la mayoría se me olvidan. Y he aquí que con motivo de la segunda temporada de Uchoten kazoku (2017) muy a desgana me puse a ver la primera (2013) para acabar descubriendo que ya la había visto. ¡Pero no recordaba apenas nada! Tenía la vaga sensación de que no me había gustado y que quizá por eso había olvidado siquiera haberla visto. No es la primera vez que me sucede...

     "En pleno siglo XX, las tradicionales relaciones entre tengus, tanukis y humanos siguen formando la base de la sociedad. Yasaburo es el tercer hijo de la familia Shimogamo, anterior jefe de los tanuki de Kyoto, y al contrario que su hermano mayor quien quiere seguir los pasos de su padre, este joven tanuki solo quiere divertirse y hacer el idiota.
     Sin embargo, cuando las cosas se ponen serias, no duda en utilizar su ingenio e incluso arriesgar su vida por su familia y su pueblo."

      Si no me gustó cuando la vi por primera vez, definitivamente fue porque no la entendí. No habrá nadie que se alegre más que yo de que hayan sacado una segunda temporada porque me ha permitido reencontrarme con esta preciosidad. Ciertamente es "rara". El diseño es raro, la animación también, la historia es poco común y difícil de clasificar. ¿Un "recuentos"? Puede ser, pero con personajes tan poco comunes intentar llevar una vida cotidiana es prácticamente imposible. Es comedia, es drama, y aunque parezca que se llevan más o menos bien, hay una velada amenaza siempre presente que hace que lo que parecen travesuras en realidad son arriesgadas aventuras donde peligra la vida de sus protagonistas. Y además, también tiene historias de amor.

     Basada en novelas (las mejores series, como siempre) a las que me encantaría echarles el guante, mezcla la fantasía con el realismo sin extenderse en explicaciones. Quizá por eso al principio parece algo surrealista y difícil de seguir, sobre todo si no estamos muy puestos en folklore japonés, pero en cuanto aceptas el pacto, te atrapa en su maravilloso mundo ¡y no quieres salir!

     Para cuando acabé de ver la primera temporada, ya no había marcha atrás para mí. Y de repente la segunda continuó creciendo y haciéndose más enorme e interesante, con personajes nuevos, rellenando los huecos que quedaron en la primera parte, atando cabos sueltos, y abriendo (quizás) nuevos caminos hacia una ¿tercera? temporada que sin duda no me perderé.