jueves, 30 de abril de 2020

Koutetsujou no Kabaneri (2016) + Movie 3: Unato Kessen (2019)

     Mientras el país se empieza a preparar para una "desescalada" en 5 fases, y la gente se empieza a emocionar por ello, yo sigo con mis costumbres hikikomori aunque, afortunadamente, tengo también un teletrabajo. Antes de ello, me puse al día con una serie que vi hace tiempo y me gustó muchísimo, y aunque en sus días se hablaba de una segunda temporada, lo que acabó saliendo el año pasado fueron dos pelis recopilatorias y otra a modo de secuela.





      "A comienzos de la era industrial japonesa, una enfermedad convierte a las personas en kabanes, una especie de muertos vivientes. Los supervivientes se agrupan en ciudades fortaleza y se desplazan entre ellas gracias a una red de trenes a vapor. 
     Ikoma es un joven ingeniero que resulta infectado durante un ataque, pero gracias a sus conocimientos sobre los kabane, logra detener la infección convirtiéndose en un kabaneri: mitad humano, mitad kabane."







     Con una calidad técnica y narrativa por encima de la media, no llega a abusar de los efectos a pesar de contener una acción trepidante y numerosas escenas de lucha. En cuanto a estas últimas, sus coreografías me parecen una auténtica maravilla, ya que se mantienen lo suficientemente cerca de la realidad como para creerlas posibles. La ambientación es casi perfecta, los fondos no escatiman en detalles, y predominan los tonos tierra y sangre, oscuros, negros y fuego. Porque, antes que nada, esta serie podría entrar en la categoría de gore según qué cosas se llegan a mostrar, y no puede negar tampoco su tendencia al horror.
     Pero también tiene amor, un poco, y amistad y esas cosas. La trama está más que a la altura del nivel técnico, por eso me gusta tanto por dentro y por fuera.

     Los personajes son muchos y variados. Quiero decir que es la historia no se concentra únicamente en uno-dos protagonistas y sus circunstancias, sino que es la historia de un pueblo a través de varios personajes clave: el líder, los guardianes, el bueno, el malo, el prota, la prota, los amigos, el personal de intendencia... Dan mucho juego, la verdad, y muy jugoso. Además, hay politiqueos y tonterías jerárquicas o conflictos de clase, un poquito de discriminación por miedo, y esas cosas. Muchas capas, muchas dimensiones, y todo interrelacionado entre sí.

     El protagonista y sus circunstancias es del tipo que me gusta: inteligente antes que fuerte, valiente y sacrificado, y atormentado por una maldición. Ella también me gusta, pero la han pintado demasiado mona y frágil que por muy kabaneri que sea pues cuesta un poco creérsela cuando sale a matar. Casi prefiero a la princesa, que en cuanto a diseño es más adulta, pero demasiado refinada para los tiempos que corren. Ah, y su guardián, el impasible samurái, quizá el mejor personaje de toda la serie, por su evolución de noble prejuicioso a confiable compañero de batallas. Y su ¿secreto? amor por la princesa. Aunque si tengo que elegir una pareja, creo que me quedo con la conductora del tren y el cínico de su ayudante. Me encantaría que la serie siguiera para ver cómo les va a esos dos.

     Pero viendo que nos hicieron esperar tres años desde la primera entrega para sacar solo una película que continuara con la historia, no sé yo... Supongo que se vio eclipsada por la titánica Shingeki no Kyojin (de la que hablaré cuando termine y la vea entera), porque al fin y al cabo comparten ciertas similitudes.

     En su momento, me vi la serie completa, pero ahora solo me dediqué a las películas recopilatorias, que creo que están bastante bien resumidas y apenas noté que faltara nada para entender todo el entramado. Y así, me vi la tercera película que por fin era una continuación: Unato kessen (2019), La batalla de Unato.







     "Un año después de la primera parte, la Fortaleza de acero se une a otras fortalezas con la misión de rescatar las tierras de Unato. Ikoma se da cuenta en seguida de que hay algo extraño en el comportamiento de los kabane e incluso él mismo nota que está perdiendo el control. Será Mumei la que en esta ocasión trate de protegerlo a él."






     Siguiendo la estela de la producción anterior, no hay apenas diferencias técnicas ni narrativas entre esta película y las animaciones anteriores. Mismas dosis de acción y peligro, sangre, duelos, muertes, pero esta vez, en la nieve. Se dejan descubrir nuevos aspectos de los desconocidos kabane y de los más desconocidos aún kabaneri, pero la historia no llega a ningún final ni conclusión. Como su temporada anterior, representa un arco cerrado, con su principio y su final, pero el hilo principal y esa especie de "viaje a ninguna parte" de la fortaleza rodante no da indicios de avanzar hacia algún fin en concreto, con lo que puedes verla y quedarte tranquilo sin morirte de la intriga, o bien podrían seguir así otras tres películas más. Yo las vería todas.

martes, 28 de abril de 2020

El tiempo contigo / Tenki no ko (2019)

     Al hablar de la última película de Masaaki Yuasa de repente recordé que otro de mis directores más favoritos también había sacado una peli el año pasado y que, por una vez, había conseguido verla en pantalla grande. Se trata de Tenki no ko, literalmente "la niña del tiempo", conocida en España con el afortunado título de El tiempo contigo (2019).






     "Hodaka Morishima es un estudiante de secundaria que ha huído de su casa e intenta sobrevivir en Tokio colaborando en la publicación de una revista de noticias paranormales. Durante la investigación de un fenómeno relacionado con el clima, Hodaka conocerá a Hina Amano, una chica que, al parecer, puede ahuyentar la lluvia y atraer el buen tiempo."





          Estéticamente, sigue la línea de producciones anteriores, con muchos tonos azulados, verdes, grises, brillos solares y juegos de agua. Una vez más, la lluvia juega un papel importante, protagonista diría yo en este caso, y al alternarla continuamente con los claros de sol, la película es un ir y venir de reflejos, refracciones y luminosidades varias. Solo por ver los paisajes cambiantes, ya merece la pena verla, pero la trama y los personajes tampoco está tan mal.

     Vuelve el toque fantástico. Una vez más, una pareja de adolescentes vive una aventurilla mágica en la que ponen en riesgo su vida y, en esta ocasión, el futuro de la ciudad de Tokio. Pero a pesar de sus similitudes, Tenki no ko no es Kimi no na wa. Creo que la principal diferencia son sus protagonistas. Hodaka apunta tener problemas familiares por los que se ha fugado de casa, y por tanto, se esconde de la policía. Hina también se esconde de las autoridades ya que al no tener padres, podrían separarla de su hermano pequeño. A pesar de su carácter alegre y divertido, ambos protagonistas tienen ese lado "oscuro" y depresivo del que carecen Taki y Mitsuha. De hecho, Hodaka es bastante egoísta e irresponsable y muchas de sus acciones distan mucho de ser heroicas o generosas. Puede que llegues a odiarle, pero a mí en cambio me resultó mucho más humano y realista. Precisamente ese rasgo de su personalidad es el que lleva a la historia a un final inesperado, con el que puedes estar de acuerdo o no, pero no se podrá negar que es más que coherente.

     En cuanto a ese final atípico en realidad es una especie de canto ecologista, por lo que puede que la película en realidad lleve ese tipo de mensaje de manera implícita. No lo sé. Pero ahí está. Tras un desarrollo bastante lineal de acontecimientos, amenos, divertidos y serios, la historia desemboca en una tragedia que apunta a resultados catastróficos. Una vez más, Shinkai jugó con mis sentimientos y me temía lo peor al recordar sus primeras películas, pero lo resuelve de manera intermedia, una especie de ni pa ti ni pa mí que no es ni feliz ni amargo.

     Creo que esta película toma un pequeño giro hacia lo que Shinkai solía hacer pero todavía muy teñido del salto cuántico comercial que pegó con la anterior, quizá por eso la tengo un poco por encima de la otra pero sin llegar a tirar cohetes. A ver qué hace la próxima vez.

     PD. Ah, lo olvidaba. Taki y Mitsuha aparecen en esta película, por lo que al parecer Tenki no ko y Kimi no na wa tienen lugar en el mismo universo. Como no se les llega a ver juntos, los fans parecen concordar en que esta película tiene lugar en los años que transcurren separados, antes de reencontrarse en la escaleras. Aunque al final, cuando Hodaka vuelve a Tokio después de acabar el instituto en su pueblo natal, parece intuirse que hubo boda. ¿Habrá quizá una tercera película donde podamos verlos a todos juntos?

     Molaría.

Kimi to, Nami ni Noretara (2019)

     Me hizo mucha ilusión saber que Masaaki Yuasa tenía nuevo proyecto y que iba a tardar muy poco en llegar a España. Como es casi imposible alcanzar a ver estas pelis en cines debido a que las dejan muy poco tiempo en cartelera, se me hizo un poco de rogar, hasta que finalmente pude disfrutar de Kimi to, Nami ni Noretara (2019).





     "Hinako es una estudiante universitaria sin una vocación clara a la que le encanta hacer surf. Poco después de mudarse a la costa, conocerá a Minato, un joven bombero local, y empiezan a salir.
     Desgraciadamente, Minato muere en un accidente y Hinako queda desolada, hasta que de repente se da cuenta de que su amor no se ha ido del todo."







     Como en España se vino a estrenar por el día de San Valentín, se les ocurrió titularla con el nada original nombre de El amor está en el agua, aunque la traducción del japonés viene a decir más o menos "Cuando estoy en las olas contigo", por lo que por una vez preferiría que lo hubieran dejado en inglés (Ride your wave) o incluso que hubieran adoptado el nombre latino (Juntos en el mar).
     
     Desde la primera imagen se puede notar que estás delante de un Yuasa. El peculiar diseño de sus personajes, el brillante uso de los colores y la suavidad de las líneas sigue denotando su característico estilo, si bien yo al menos he notado una cierta inclinación hacia la normalidad que no había visto hasta ahora. El desarrollo de la trama también se me antoja más "normal" que de costumbre, aunque no faltan los videoclips y alguna que otra escena onírica surrealista. No hay deformaciones exageradas ni estiramientos elásticos, aunque sí alguna que otra paranoia... Pero todo en menor medida de lo que hasta ahora me tenía acostumbrada este señor, sobre todo si mis últimas referencias fueron Yoake tsugeru Lu no uta y Yoru wa mijikashi aruke yo otome (de las que hablo al final de este post.)
     Con respecto a Yoake tsugeru Lu no uta  (o Lu over the wall) podría decirse que con esta nueva película en realidad Yuasa se me repite un poquitín con el rollo de personaje que "vive" dentro del agua y puede desplazarse por la superficie terrestre. O sea que por ese lado pierde un poco (bastante) de originalidad, aunque al llevarlo al terreno del drama romántico pues ya parece otra historia. El elemento musical también repite como parte esencial de la trama, ya que en este caso una canción en concreto es lo que hace que la pareja pueda comunicarse. Y en consonancia con sus obras anteriores, vuelve a presentar un guión lleno de acontecimientos dispares que saltan de un centro de atención a otro y llevan a la trama por caminos sinuosos en vez de desarrollarse en línea recta.

     En conjunto es una obra que disfruta de los toques mágicos más característicos y originales de las obras de Yuasa pero sin llevarlos a su máxima expresión, es decir, más suavizados y aprehensibles para un público más generalizado, lo que me produce sentimientos encontrados. Por un lado me alegra que opte por esta especie de acercamiento al público en general porque así podría llegar a más gente, pero por otro siento que ha perdido mucho de su esencia al sacrificarla - quizá - por meros motivos comerciales. En mucho sentidos, siento una decepción parecida a la de Kimi no na wa en el caso de Makoto Shinkai.

     ¿Recomendable? Pues sí, 100% ¿Imperdible? Me temo que no.

viernes, 24 de abril de 2020

Una del ayer y otra del hoy

     Como tengo la edad que tengo, de vez en cuando me siento atraída por títulos vintage, ya que muchas veces tengo suerte y me encuentro con alguna joyita. Pero claro, no ocurre siempre, y en el caso de Green Legend Ran (1992) la cosa quedó en zona templada.









     "Ran es un joven huérfano que sobrevive en un mundo desolado por la sequía. Su mayor deseo es obtener venganza contra el hombre que mató a su madre y para ello busca unirse al grupo rebelde que lucha contra los rodoístas, raza alienígena que controla las únicas zonas verdes del planeta."







     Así a bote pronto me recordó un poco a Mirai Shōnen Konan (1978), pero pese a ser posterior, se ve que no aprendió mucho de su predecesora. La animación es tosca. Los movimientos se ven torpes, y los colores, fondos y escenas faltos de detalle. A veces la narración pierde fluidez, ya sea porque la música no consigue unir los elementos o porque la planificación no es muy acertada. El argumento tampoco cuenta con mucha originalidad y los personajes son bastante cliché. Es evidente que el amor que le tengo a Konan ha influenciado mucho en mi criterio, pero realmente esta serie no aporta mucho, aunque no dejo de reconocer el valor que posee como elemento nostálgico. Sin duda es un reflejo de su época y como tal se ha ganado su lugar en la historia, pero no en los primeros puestos, y a día de hoy, no es de obligada lectura.


     Después de esta pequeña decepción, decidir dar un salto cuántico y abordé Promare (2019), un cambio de aires que me dio buen resultado.







     "Debido a una extraña mutación, algunas personas desarrollan la capacidad de producir fuego, a veces de forma descontrolada. Son los Burnish, y para proteger a los ciudadanos de sus ataques, se crea un cuerpo especial de rescate anti-incendios. Allí encontraremos a Galo, un novato muy enérgico que pronto descubrirá que no todo es como le habían contado."







     De esta película no esperaba nada especial y quizá por eso me terminó gustando bastante. Aunque técnicamente es una auténtica paranoia y su argumento puede parecerse a En'en no Shōbōtai (que aún no he visto) creo que todo el mundo debería darle una oportunidad por si le acaba sorprendiendo.
     El uso del color es totalmente inesperado. Las formas, demasiado angulosas, se perfilan a veces demasiado gruesas, aunque la gran mayoría huye del negro, lo que le da a todo un aspecto onírico bastante surrealista. Las texturas desaparecen y los fondos se simplifican. La acción es una auténtica locura. Sobre todo cuando se mezcla con el CGI. Y si a eso le unimos la distorsión de las perspectivas como si se mirara por grandes angulares, el resultado puede antojarse como una delicia transgresora o un batiburrillo caótico. A mí me gustó, tengo que decirlo, aunque al principio me costó seguirla.
     La historia está bastante bien. Un poquito de misterio, un par de traiciones, buenos malos y malos buenos, humor dosificado y un final coherente y bien resuelto. Los personajes también tienen sus profundidades y algún recoveco evolutivo. Rollito amistad y poquito de amor que no falte. Muy y más que entretenida.
     La saga cuenta también con dos cortos llamados Promare: Galo-hen y Promare: Lio-hen, que cuentan brevemente unos episodios anteriores a la película a modo de preámbulo. Mejor verlos después.

martes, 21 de abril de 2020

Adolescentes chinos, niñas japonesas y una de horror horrorosa

     Después de la serie anterior, estuve dando tumbos y atando cabos sueltos que tenía pendientes de ver. En medio de esto, me llamaron para un teletrabajo y mi tiempo libre se redujo drásticamente, por lo que las películas se acumularon. Así que intentaré reseñarlas brevemente aunque sea en grupos de tres.

     La primera fue Zuo ri qing kong (2018), o lo que viene a ser casi lo mismo Crystal Sky of Yesterday, un drama adolescente remember de la China de los años 90.





     "Tu Xiao Yi es un joven autor de mahua que decide regresar a su ciudad natal en busca de inspiración. Una vez en casa no podrá evitar rememorar sus años adolescentes junto a sus amigos del instituto. Una historia sobre los sueños de juventud, la amistad y el primer amor."







     En realidad esta película debería ir conjuntamente con las que comenté el otro día, ya que su producción es bastante similar, aunque en esta ocasión no se trata de una peli CGI sino de dibujo animado. Me sigo sorprendiendo de la calidad técnica de la animación cinematográfica china y la belleza de sus paisajes a los que no le falta detalle. Los movimientos y transiciones tampoco están nada mal, aunque las paletas de color siguen siendo un poco demasiado brillantes, con poca textura y profundidad a pesar del buen uso de la luz y las sombras.
     La historia es un drama agridulce sobre la juventud, sus sueños y sus inseguridades. Puede que no suene nada original pero la verdad es que está contada de forma tan sencilla que sorprende lo bien que llega a transmitir las emociones en apenas un par de gestos y palabras. Nada que envidiar a otras muchas.


     Me quedé con el género recuentos de la vida, pero con algo más moderno y japonés, y un elenco protagonista algo más joven: Kimi no koe o todoketai (2017).






     "Nagisa está convencida de que las palabras encierran poder, y por miedo a las consecuencias, con frecuencia se calla lo que realmente piensa o siente. Un día encuentra una emisora de radio abandonada y la prueba pensando que nadie la está escuchando. Sin embargo su voz terminará llegando a todas las personas del lugar."





     De esta no hay mucho que destacar. La animación y la música cumplen de sobra con la cuota a la que estamos acostumbrados. Por lo demás, es una historia de amistad entre niñas, más bien sosona y tranquilota, con un toque mágico que sí que le da cierto interés, pero apenas tiene nada memorable. Del montón.


     La siguiente y última que comentaré por hoy es la adaptación animada de cierto webmanga de survival horror titulado Kyochū Rettō Gekijôban (2020), versión extendida del OVA titulado simplemente Kyochū Rettō (2019).







     "Oribe Mutsumi y sus compañeros del instituto Hosho despiertan en una playa tras un accidente aéreo. Aparentemente la isla está habitada, por lo que deciden esperar a que lleguen en su rescate. Sin embargo pronto descubrirán con horror que la isla está infectada de insectos gigantes."





     Buf, nada que decir en realidad. Ni siquiera terminé de verla. Sabía que habría ecchi por un tubo y personajes con las tetas enormes, pero como la temática supervivencia es una de mis favoritas, le di una oportunidad. Sin embargo la calidad de la animación es mala malísima, y el horror y el fanservice demasiado gratuitos. No había coherencia en la presentación de personajes, parecía una secuencia mala de un videojuego de bajo presupuesto.
     Como he dicho, ni la terminé. Supongo que es producto solo para los verdaderos amantes del género.

martes, 7 de abril de 2020

Rikei ga Koi ni Ochita no de Shōmei Shite Mita (2020)

     Las cosas se estabilizaron un poco y, como de momento parece que el mundo no se va a acabar, aunque mi dinero sí, me empezó a apetecer algo de comedia, a ser posible, romántica, pero lo único que se me ocurrió fue la de Rikei ga Koi ni Ochita no de Shōmei Shite Mita (2020).





     "Himuro y Yokimura son dos estudiantes de postgrado de ciencia y tecnología que trabajan en el mismo laboratorio y un día comienzan a investigar el sentimiento del amor desde el punto de vista científico para tratar de demostrar si están enamorados o no."










     Esta serie de título tan largo, también conocida como Rike-koi, proviene de un manga que se publica en una revista web. Su título significa algo así como: "Traté de probar que la ciencia se enamoró" y, sinceramente, tiene pinta de ser eso: una historieta web.

     Técnicamente es mediocre tirando a mala. Un diseño muy simple, de colores planos y fondos sencillos, y una animación patatera y mínima. Realmente la acción que describe no es que necesite un enorme despliegue, pero las situaciones y chistes tampoco son tan buenos como para pasar por alto la parte barata.
     La pareja protagonista soporta básicamente toda la trama. Sus personalidades son bastante curiosas y están bien construidas. Ambos son frikis de lo lógico y matemático, y totalmente inexpertos en temas amorosos. El hecho de que intenten explicar y demostrar el amor a través de métodos científicos conlleva la mayor parte de las situaciones cómicas y románticas. Por eso me resultan completamente anecdóticos el resto de personajes a su alrededor. Me refiero a los otros tres componentes del laboratorio y al profesor que los dirige. Que la veterana del equipo sea una lolita sádica, en mi opinión, está totalmente fuera de lugar. Hubiera sido divertido si al menos llega a tener su rollito con el chico otaku del grupo que, de hecho, es su amigo de la infancia, o con el profesor, yo qué sé, pero no llega a concretarse nada, por lo que me lleva a preguntarme qué diablos aporta. También hubiera sido interesante un rollito entre el otaku y la sensata, pero ya te digo: al menos en esta primera entrega, no se forman más parejas. Y la historia queda un poco huérfana, unidimensional.

     Me ha hecho reír a ratos, pero no me ha sacado ninguna carcajada. A medida que avanza, y los protas van descubriendo nuevos sentimientos como celos, alegría y dolor, asociados a las acciones del contrario, pues la cosa se pone más interesante y emotiva. O sea, que mala del todo no es, pero tampoco es memorable. Como cierra arco, sube puntos en mi ránking personal, y a la vez queda abierta a más episodios en el futuro, que quizá vea... si tengo tanto tiempo como ahora.

   




     Al parecer existen dos adaptaciones a imagen real: un drama de 4 episodios y una película, pero de momento, sin subtítulos.






viernes, 3 de abril de 2020

Fairy Tail Final Season (2018)

     Una vez ya confinada y sin trabajo, como era incapaz de distraerme con nada y me sobraba el tiempo, me puse a ver Fairy tail: Final season (2018). Por aquello de que tenía muchos episodios y no era algo que me fuera a atrapar demasiado en la trama.


     "Un año después de que el maestro disolviera el gremio, Lucy regresa decidida a reunirlos a todos de nuevo. No se trata solo de reconstruir el gremio sino también de encontrar al maestro Makarov, desaparecido tras la disolución. Todos se han vuelto mucho más fuertes pero incluso con sus nuevos poderes no lo tendrán nada fácil para derrotar al último de sus enemigos."

     Yo empecé a ver Fairy tail más o menos en la misma época en la que veía Naruto y Bleach. Junto con One Piece (a la que nunca creo que le hinque el diente), formaban parte de las series shonen por excelencia de la época, y probablemente, de todos los tiempos. Tengo muy buen recuerdo de sus primeras temporadas, pero en cierto momento, perdí el interés por ella y dejé de seguirla.
     Sin embargo, como algunos de los asuntos que en un principio me habían atraído (la desaparición de los dragones, por ejemplo) aún seguían intrigándome, al saber que había una "final season", me animé a verla para ver si los explicaban de una vez. Y sí, por esa parte quedo más que satisfecha.

     Técnicamente tiene episodios buenos y otros no tanto. Digamos que se mantiene en una media estándar que, en ocasiones, decae debido a que la acción merecía tal vez un poco más de cuidado. Pero el producto en sí es lo que es: una shonen de emisión semanal a largo plazo. Con muchísimos personajes, muchos flasbacks, muchas peleas, mucho de superación por el esfuerzo, exaltación de la amistad y el compañerismo, etc etc. El bien vence al mal y el amor lo supera todo (o casi). A su favor tiene que al contar con un número de episodios cerrado de antemano, no hay apenas relleno. Los capis van a full de contenido, los diálogos están llenos de revelaciones sorprendentes, y poco a poco todo va quedando explicado.

     Quizá uno de los puntos fuertes de esta serie, con respecto a las otras que abandoné o ni siquiera empecé a ver, es que, aparte del fanservice y las continuas peleítas, todos sus protagonistas (que no son pocos) tienen traumáticos pasados, o cuando menos, una historieta emocionante y triste, que aporta gravedad a la comedia ligera que impera en toda ella. Con frecuencia intenta sorprender con casualidades o venganzas, lazos familiares ocultos, orígenes oscuros y esas cosas que, en mi caso, no cuelan pero me molan igualmente. Ah, bueno, me la pegaron con el hijo de Zeref, eso sí que me atrapó. Pero por todo lo demás, evidentemente, los buenos ganan en épica batalla como es de esperar y reinician sus vidas.

     De hecho creo que las aventuras siguen en una especie de spin off o algo así, de momento solo disponible en manga, pero que no descarto termine apareciendo en versión animada. Puede que le dé una oportunidad. Si el mundo no se acaba antes.