miércoles, 9 de agosto de 2017

White album (2009)

     Leí cierto artículo en el que se mencionaba un listado de animes románticos de todos los tiempos y me dio antojo. La mayoría ya los había visto pero White album (2009) no me sonaba, y al ver que estaba clasificado como seinen, me terminé de decidir.


     "Touya Fujii y Yuki Morikawa son estudiantes universitarios que llevan saliendo juntos desde el instituto. Pero el sueño de Yuki es convertirse en idol, y cuanto más cerca está de cumplirlo, mayor es la distancia que la separa de Touya. No solo ya no disponen de tiempo para verse o hablar, sino que los intereses comerciales de la productora tampoco aprueban su relación.
     Touya comienza a tener muchas dudas y empieza a ser más consciente de todas las mujeres que le rodean, lo que le conducirá a tener situaciones románticas con cada una de ellas."

          La serie se basa en un videojuego de esos conocidos como ero games (o eroge), una novela visual para adultos, y consta de un total de 26 episodios. No confundir con la que salió en 2013, y que viene a cubrir una historia diferente, unos 10 años después de esta de la que hablo. Y de ahí proviene toda mi desdicha.

     A ver, la culpa es mía por no informarme antes, pero es que me gusta saber lo mínimo antes de ver nada para no crearme expectativas. Estuve a punto de tirarla al capítulo dos, pero le di una última oportunidad y de alguna forma ya no quería quedarme con las ganas de saber qué pasaba.
     Ya estoy acostumbrada a que todas las mujeres, tengan la edad que tengan, estén enamoradas del protagonista. Me pareció interesante el triángulo inicial cuando Touya conoció a Rina. Me dio más morbo aún cuando su manager, Yaiyoi, desplegó sus armas de mujer para separar a la pareja. Todo esto lo podía entender y encajar en una historia "normal". Hasta este momento, las reacciones de Touya me parecían justificables, pero a partir de ahí... todo se vuelve vago, empiezan a pasar cosas casi "porque sí" y todo se amontona en torno a un protagonista cada vez menos firme, más cobarde y voluble.
     Misaki y Haruka en un momento dado se vuelven locas ¡y el otro pelele se deja! ¡¡¿Por no herirlas?!! Enga ya... ¿Y el pobre Akira, el amigo del prota? ¿Dónde me lo dejas? En fin, ya dejo la pataleta.

     A todo esto, se desarrolla una historia raruna como trasfondo en torno a las dos productoras rivales, un par de acosadores peligrosos pero bastante torpes, una colección de cuadros y no sé qué más porque realmente no me enteraba de nada. Estaba ya en el punto en el que nada más quería que se acabara todo.

     En resumen: al dejar al prota "libre" ante todas las posibles féminas a su disposición, lo dejan sin poder de decisión, sin voluntad, sin sentimientos fuertes por ninguna de ellas, así que no es posible tomar partido. Las heroínas, a su vez, también resultan flojas y facilonas. No hay cambios, no hay evolución, no hay historia, solo excusas. No es el tipo de series hecho para mujeres, y se nota.

1 comentario:

  1. Y para hombres tampoco, la estaba viendo y la dejé porque se ve que llega a ninguna parte.

    Además el protagonista tiene la personalidad de una piedra y la chicas están solo para justificar que la serie se alargue para nada

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