lunes, 2 de julio de 2018

Violet Evergarden (2018)

     Siguiendo con las populares, decidí saltar de año e ir a por una más reciente a la que ya le tenía ganas: Violet Evergarden (2018), con la colaboración del gigante Netflix.

     "Al finalizar la guerra, Violet se ve forzada a reintegrarse en una sociedad a la que nunca perteneció, totalmente alejada de lo único que conoce: la vida militar. Su punto de partida se encuentra en una empresa llamada CH Postal Service, donde trabajan las denominadas Auto Memories Doll: personas cuyo trabajo es escribir en nombre de otros."
     Realmente no sabía nada de la serie, me refiero de la trama. Solo por la carita de la prota me imaginaba que no sería una comedia, pero... madre mía... no estaba para nada preparada para lo que se me vino encima. Y conste que me ha gustado, pero claro, me puse a verla sin anestesia ni nada y yo que soy de lágrima fácil, acabé con jaqueca de tanto llorar. No solo el drama personal de la chica, que ya es bastante, sino porque cada carta que escribe, cada cliente o historia episódica, ya tenga final feliz o no, es una llorera asegurada.

     Cuenta con una ambientación steampunk que la hace muy atractiva visualmente. Tiene un par de time-lapses realmente bellos, y todos sus personajes se mueven con elegancia desde el pelo hasta la ropa. Tiene un punto Alita: Ángel de combate que pone la sal frente a tanto azúcar. Y tiene un cierre, aunque no un final, claro, pero un cierre al fin y al cabo.

     Una serie que busca conmoverte todo de dentro pa fuera y hacerte llorar quieras o no, en un marco incomparable de coloridos paisajes naturales y urbanos de principios de siglo. Me faltó por concretar cierto personajillo siempre presente (más o menos) y en el que poco o nada se profundiza, y que de repente en el capítulo final, se me lanza de un tren en marcha al paso por un puente en medio de montañas. WTF?

     Por cierto, dicen que habrá película, pero allá para el 2020...

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