lunes, 27 de febrero de 2017

DAYS (2016)

     Me gustan las series de deportes, especialmente las de béisbol (soy gran fan del maestro Adachi). Sobre todo si se basan en la típica superación a través del esfuerzo donde un protagonista torpe acaba demostrando tener un don especial. Pero la torpeza de Tsukamoto está a otro nivel...

"Tsukushi Tsukamoto es un estudiante tímido y bonachón que al empezar la secundaria es invitado a jugar un partido de fútbol sala por uno de sus nuevos compañeros de clase. Al ver que no se trataba de ninguna broma pesada, Tsukamoto se entrega totalmente al juego, aunque su torpeza no conoce límites. Animado por la experiencia, decide unirse al equipo de fútbol de su nuevo instituto, donde su carácter incansable y siempre optimista parece contagiar a sus nuevos compañeros."

     DAYS (2016) el anime al parecer disfraza un poco el primer encuentro entre Jin Kazama y Tsukushi Tsukamoto, ya que en la historia original Tsukamoto sufre acoso, mientras que en el anime apenas se deja adivinar. Debido a eso, la invitación del genio del fútbol al patético debilucho es totalmente inverosímil, no tiene base, simplemente Jin Kazama se fija en él no se sabe por qué y de repente le dice que vaya a jugar un partido con él.
     A partir de ahí la historia está llena de inverosímiles y causalidades difíciles de creer: el Seiseki es uno de los mejores equipos y sin embargo, no solo pasa la prueba de acceso, sino que además es puesto a jugar contra todo pronóstico. Y como dije antes, Tsukamoto no es que sea torpe, es que es difícil de creer que siga vivo. Sin embargo todos parecen ver algo especial en él, algo que yo no logré ver en ningún momento. Al menos nada físico, porque eso sí: el muchacho es todo emoción, gritos, optimismo, esfuerzo y entrega, y meteduras de pata una tras otra. Su evolución como jugador es realmente lenta, es evidente que no tiene talento para eso, pero parece ser una esponja que cosa que ve, lección que aprende.

     Sin embargo, si pasamos por alto lo increíble de algunas situaciones, te ríes mogollón. Tsukamoto es sobre todo un personaje cómico que rompe los tópicos y las solemnidades de este tipo de series con su torpeza y su inocencia. En realidad todos están un poco locos, no hay mucho lugar para la seriedad aquí. Por eso a pesar de los empujones forzados que sufre la trama para poder meter a Tsukamoto en los partidos, se le perdona porque queremos verlo jugando y metiendo la pata, y acertando y marcar un gol alguna vez.

     Vaya, que si hay segunda temporada, allí me tendréis.

domingo, 26 de febrero de 2017

Magic-kyun renaissance (2016)

     Cuando empecé a ver Magic-kyun renaissance (2016) lo primero que pensé es por qué porras me la había bajado, pero poco después de empezar el primer episodio lo recordé.


"Hoshinomori es el nombre de la Escuela Privada de las Artes Mágicas, donde estudian aquellos que con su arte son capaces de producir destellos mágicos e inspirar pasión y felicidad a los que contemplan sus obras. Hasta ella llega Kohana Aigasaki, una estudiante transferida que casi inmediatamente pasa a formar parte del Comité del Festival Cultural junto con otros seis alumnos, y deberá poner todo de su parte para superar las diferencias de cada uno y que el festival sea un éxito."

     Harén inverso basado en juego de citas para chicas = protagonista sosa rodeada de guapísimos personajes masculinos estereotipados.
     Pero de vez en cuando le doy una oportunidad a alguno y este no es de los peores. Quitando la dosis de cancioncita por capítulo, la he llegado a ver entera, incluso la canción del protagonista la llegué a escuchar completa alguna vez. Me gustaba su voz.
     Hay que reconocerle que tiene cierta historia, pero sobre todo lo que más me ha gustado ha sido la enorme calidez del dibujo y el cuidado de la animación. Juega con una paleta de colores muy vivos y una amplia variación en la luz, lo que me resulta muy atractivo para la vista. Aunque tal vez me haya visto influenciada por la cercanía de los escenarios, ya que están claramente inspirados en la Plaza de España y el Parque de María Luisa de Sevilla y algunos coloridos rincones de la ciudad de Barcelona.

     La chica hace ikebana (arreglos florales), el prota es cantante, otro es escultor, otro toca el violonchelo, y también hay un bailarín, un pintor y un calígrafo. Ah, la chica tiene una amiga, su compañera de cuarto, que es actriz, y curiosamente lleva el pelo corto y le gusta vestirse de hombre en los eventos. Una variedad de personajes y actividades que ayuda a mantenerse entretenido.

     Para terminar, dejo una serie de capturas donde se distinguen perfectamente los escenarios reales y además sirven para apreciar lo que decía de la luz y los colores.














     ¡Hasta pronto!

Ajin (2016)




"Kei Nagai es un adolescente normal hasta que un día sufre un accidente y descubre que pertenece a la raza de los ajin.  
 A partir de ese momento se verá obligado a huir continuamente en medio de una guerra entre los de su raza y los humanos en la que tarde o temprano deberá elegir bando."






     Me topé con este manga hace algunos años y me enganché, pero había muy pocos capítulos publicados en ese momento y decidí dejarlo crecer un poco, y antes de que me diera cuenta, salieron dos series de anime y dos ovas. Bueno, y tres películas, pero que vienen a ser un resumen de ambas temporadas.

     Ajin (2016) es una serie con animación CGI, es decir, no usa el técnica tradicional del dibujo sino la de la animación 3D por ordenador. Si bien no es especialmente de mi gusto, ya comprobé con Sidonia no kishi (2014), serie de la misma productora (Polygon pictures), que puedo llegar a adaptarme si la historia es buena. Además, la mejora entre ambas es tremendamente notable, por lo que he disfrutado como un enano de las peleitas y demás escenas de acción. Todavía falta por mejorar las expresiones faciales y pequeños gestos, pero por lo demás casi diría que supera ya a la tradicional.

     Calificada como serie de terror, algo gore, género sensiblemente más violento de lo que he venido hablando hasta ahora, aunque no es de mis favoritos, tampoco me asusta. Ya disfrute a lo grande con Tokyo ghoul (2014-2015) o mejor dicho, con su primera temporada, porque la segunda fue un esperpento que es mejor olvidar... Hay que reconocerle al menos que el cambio en la personalidad de Ken Kaneki se hace de manera razonable. No así la de Kei Nagai, que casi de la noche a la mañana, pasa de ser un bonachón confiado a un ser frío y calculador, y es que a partir de la mitad del segundo tomo, el guión pasa a manos del hasta ahora dibujante, Gamon Sakurai, mientras que la autora de la idea original y los primeros guiones, Tsuina Miura, abandona el proyecto.
     Al perder el toque femenino, pierde blandura, pero gana en fuerza, y sin duda se convierte en una serie diferente de lo que podía haber sido, pero que gusta igualmente.

     En resumen: muy buena. Deseando ver más.

sábado, 25 de febrero de 2017

Bungou stray dogs (2015/2016)

     En serio, tengo que organizarme, o por lo menos obligarme a cumplir la norma serie acabada, entrada que escribo, o no me da la vida. Y ahora que tengo un maravillosos fin de semana por delante sin más plan que quedarme en casa, en vez de verme algo, ¡voy a escribir! ¡He dicho!

     La serie que mencioné en mi última entrada es Bungou stray dogs (2015/2016).


"Atsushi Nakajima es un joven que, cuando está a punto de morir de hambre después de ser expulsado de su orfanato, rescata a un hombre que intentaba suicidarse. Ese hombre es Osamu Dazai, quien junto a su compañero, Doppo Kunikida, pertenece a una peculiar agencia de detectives. Dazai y Kunikida están investigando un caso con el que al parecer Atsushi tiene alguna relación por lo que no le dejarán ir tan fácilmente."
     Este es el tipo de series que me encanta. Acción, comedia, poderes, personajes con carácter, prota joven continuamente en problemas... Rescatado de una vida miserable, y probablemente una muerte segura, pasa a experimentar otro tipo de complicaciones, pero ya rodeado de compañeros a cual más excéntrico que harán de su nueva vida de todo menos aburrida.
     El título viene a significar "perros callejeros literarios" y es que al parecer los nombres de los personajes son autores famosos, pero por lo demás poco tiene que ver con la literatura.

     El elenco de personajes enemigos no son menos atractivos que el grupo protagonista, lo que hace que la sensación de peligro sea real y creíble. Un equipo antagonista a la altura hace que los buenos sean mejores. Y la aparición de un tercer grupo en discordia en la segunda temporada acrecentó la emoción y el misterio. Pues nuestro pequeño tigre es más de lo que parece, aunque por desgracia habrá que esperarse a la tercera temporada (que ya se anunció pero aún no hay fechas) para saber de qué se trata.
   
     Es lo malo de las series que me gustan, que saben a poco y me hacen esperar y desesperar, pero al menos pude disfrutar de sus 24 capítulos en menos de un año y me dejaron la esperanza de saborear más próximamente. No como Kekkai sensen (2015), serie de similar estilo que también recomiendo encarecidamente, que solo nos dejó 12 episodios y aún estamos a la espera de más (anunciados para 2017 pero sin fechas todavía).

     Quedó dentro del top ten de su temporada y no me extraña. No solo por la trama, sino también por su ambientación y calidad de la animación. No llega a mi categoría personal de imperdible, pero sí es una de mis recomendaciones para el consumidor de anime en general.

PD. Finalmente la continuación de Bungou se hizo de esperar más que la de Kekkai, pero al fin la tenemos aquí.

domingo, 5 de febrero de 2017

Pasando el rato

     Otro problema que al parecer tengo que enfrentar es que veo series más rápido de lo que escribo en este blog... Y es que debido a mi nuevo trabajo en horario de tarde, apenas tengo vida social últimamente, por lo que paso mucho tiempo en casa, pero con más ganas de distraerme que de ponerme a escribir nada. Y como tengo muchas series pendientes, pues...
     El caso es que todo son series pasarratos de desigual fortuna. Algunas no debería ni mencionarlas porque no sé qué me hizo verlas, pero ya que las vi, pasaron a formar parte de mi vida como otaku, así que se ganaron el derecho a ser nombradas.
     Vayamos por orden (creo):
     Flying witch (2016) 
Un recuentos de la vida (o slice of life) en toda regla. Muchos personajes femeninos y uno masculino, para rellenar. La calidad de la animación es buena, las tramas son sencillas, con el justo toque de comicidad y grandes dosis de inocencia.
No engancha pero tampoco aburre.
Recomendable solo para amantes del género... o si te sobra mucho tiempo, como a mí.












     Soul buster (2016)
     Otra de esas importaciones chinas con doblaje y formato adaptados para la televisión japonesa que no tienen nada que envidiar al anime genuino... o casi. Basado en un manhwa y con co-producción japonesa, tiene buen ritmo, buena historia y buenos personajes.
     No llega a categoría de imperdible pero sí se puede echar una buena tarde con ella. Lo peor: que al ser tan corta apenas sirve de aperitivo y en resumen queda como una introducción a una trama más profunda que a no ser que pilles el manhwa, no creo que sepas nunca como sigue.









Bloodivores (2016)
     Otra historia procedente de China, al parecer, de un webcomic, que se gana su merecida adaptación animada.
Aunque mezcla tantas cosas que puede llegar a ser bastante incoherente (superpoderes, vampiros, monstruos, romance, batallitas...) como me gustan las historias de supervivencia, la perdono.
     Las variaciones de personalidad del protagonista me desesperaban a ratos pero, como digo, las pasé por alto y disfruté bastante de este rollito de primavera. Porque, sí, es apenas un aperitivo que esboza la introducción a una trama más compleja de la que dudo mucho sepamos nada más en esta parte del mundo.
     Pero no está mal. Recomiendo.






Flame of Recca (Rekka no honoo 1997-1998)
     La vi en el listado de series perdidas y recuperadas de un fansub que sigo y me pareció que podía estar entretenida. Chicos normales con pasados especiales, obligados a pelear y salvar el mundo, al más puro estilo shonen de superación personal a través del esfuerzo... pero no es exactamente así.
     Cuando la cosa podía haberse puesto más interesante, aparece un torneo de artes marciales, con sus personajes nuevos, sus traumas, sus historias, sus motivaciones, etc etc que si fuese chico y tuviese unos trece años a lo mejor me hubiera encantado.
     Pasé rápido las peleitas y me detuve en la trama principal. Y fin de la historia.







WWW.Working!! (2016) 
     Segundo spin-off de una serie que no me gustó y cuyo primer spin-off no vi, y al que sin embargo decidí darle una oportunidad en memoria de Servant x service (2013) que sí me gustó mucho, por si acaso volvía a recuperar esa esencia.
     Pero nop.
     No me llegó a enganchar aunque tampoco me resbaló tanto como la primera entrega. La pareja protagonista me gustaba más, y los secundarios también eran más creíbles a la par que locos. Siguen siendo personalidades muy extremas pero al menos hay rollos de pareja, que es lo que le da saborcito.









Udon no kuni no kiniro kemari (2016)
     Otro recuentos de la vida con rollito sobrenatural pero con protagonistas masculinos y trama más profunda que la de la bruja voladora. Una serie que podría pasar por una guía turística, ya que en cada capítulo muestra uno o dos aspectos de las ciudades en las que se desarrolla. Si los personajes van a Tokio, echan una tarde en la torre, cómo no. Y así sucesivamente.
     Las situaciones cotidianas, tiernas y divertidas que provoca el niño mapache se alternan con cierto grado de aventura y misterio, y sobre todo, el drama padre e hijo, eje central de toda la serie.
     A veces simplemente al acabar un capítulo, necesitaba ver el siguiente, y me hizo quedarme alguna noche más tiempo del que debería. Me gustó. Bastante.





Shuumatsu no Izetta (2016)
     Otra que me podía haber ahorrado. No es mala, no, en realidad tiene muchos buenos elementos. Lo que pasa es que las series basadas en la dudosa amistad entre chicas no son precisamente lo mío. Una brujita linda y más bien torpe (de grandes pechos, claro) que vuela sobre un rifle y destroza tanques, vestida con traje de fantasía bastante sexy... Una valiente princesa de carácter fuerte y corazón tierno...
     Rodeadas de más personajes femeninos que masculinos... pero, total, para lo que hacen los dos muchachos que tenían cierto interés para mí, mejor que no hubieran aparecido. Eso fue lo que más me mosqueó, supongo, y me ralentizó a la hora de verla.








Kiitarou shounen no youkai enikkiGetsuyoubi no Tawawa 
     Lo único que tienen en común es que son humorísticas y de capítulos cortos. La primera es como un diccionario de seres sobrenaturales o yokais donde cada capítulo sirve de presentación de uno de ellos. La segunda es un recuentos bastante ecchi que representa brevemente algunas visicitudes en la vida de una estudiante y un asalariado.
     Duran tan poco que no llegan a aburrir... pero es lo más que se puede decir de ellas.


     Y estas han sido las series pasarratos que he visto desde mi último post. Me vi otra serie pero merece post aparte ya que es de las que me gustaron, y será otra historia a contar en otra ocasión.