sábado, 18 de agosto de 2018

Inuyashiki (2017)

     Cuando por fin llegó el fin de semana, después de unas jornadas horribles en el trabajo, no tenía el cuerpo para comedias y me sumergí de cabeza en géneros más destructivos y violentos. Como aperitivo devoré Inuyashiki (2018) en una sola tarde.


     "Ichiro Inuyashiki es un hombre de 58 años que vive abrumado por la rutina y la indiferencia de su familia. Una noche en el parque, tras entrar en contacto con algún tipo de inteligencia extraterrestre, su cuerpo se transforma en una máquina de matar. A partir de ese momento, Ichiro decide usar sus poderes para ayudar a los demás, pero lamentablemente eso no será tan fácil, ya que él no era el único en el parque aquella noche..."
     Nada más ver el primer fotograma de Inuyashiki me di cuenta de que era obra de Hiroya Oku, el autor de mi idolatrada Gantz, que no tarda en aparecer como manga favorito de uno de los personajes. Y hay mucho de Gantz aquí: la violencia, la deshumanización e incomunicación en muchas de sus formas. El arte y diseño de personajes es muy similar pero sin duda ha ganado en detalle y realismo. No así en la trama o desarrollo de personajes. Siguen siendo algo fríos e hieráticos. A pesar de que lloran, sufren y ríen, siguen pareciendo distantes, por lo que es difícil identificarse o sentir empatía, aunque no por ello se deja de sufrir.

     La angustia y terror que sentía por las víctimas ante el sociópata que necesita matar para sentirse vivo se mezclaba con las ganas de que se redimiera y tuviera una vida feliz, a pesar de los clichés que van forzando sus cambios de humor... Estos giros bastante forzados en su personalidad y rumbo hacía que perdiera consistencia y en mi opinión, nunca llega a convertirse en un rival digno que mereciera mi lástima o admiración. Pero aún así, cumple con su papel y refuerza al protagonista, que ya es bastante.

     Un protagonista que no es (cosa rara) un estudiante de instituto, sino un viejo patético y anodino que no sabe ganarse ni el respeto de su familia. Pero es tan tierno y tan bueno que te pronto le coges cariño. Además, la presencia adolescente está bien cubierta tanto por el antagonista como por su repentino aliado y otros compañeros de clase.

     Si no has visto o leído Gantz quizá esta serie te parezca bastante buena, pero en comparación con su hermana mayor, Inuyashiki se queda corta, muy corta. Lo más decepcionante quizá sea lo previsible de su final, pero en conjunto no es mala si estás encabronado por dentro y necesitas emociones fuertes (como yo el fin de semana pasado).

     Dale una oportunidad. Y si te gusta, devórate Gantz.

P.S. Hablo de la adaptación live action aquí.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Hinamatsuri (2018)

     Siguiendo con mi investigación sobre la comedia japonesa, seguí la recomendación de mi viejo amigo razrom21, y me vi Hinamatsuri (2018).


     "Yoshifumi Nitta es un joven yakuza amante de los placeres que da el dinero cuya apacible vida se verá revuelta por la llegada de Hina, una extraña niña con poderes paranormales pero incapaz de valerse por sí misma."
     Es una historia algo loca, llena de momento absurdos y cómicos al borde del surrealismo, como viene siendo lo habitual en este tipo de comedias. Pero tiene su corazoncito. Nitta y Hina comienzan siendo dos extraños obligados a convivir por las circunstancias, pero poco a poco se nota cómo se van encariñando el uno con el otro en una peculiar relación padre-hija.
     Aparte, dicha relación contrasta con otras temáticas más crudas como el mundo de los sin hogar, traída de la mano de Anzu, compañera de Hina, que no tiene la suerte de ser acogida en principio y se ve obligada a vivir en la calle. Al contrario que Hina, Anzu descubre pronto el valor del dinero y el esfuerzo que requiere conseguirlo, dándonos así una pequeña lección de vida.

     La historia más loca quizá sea la de Hitomi, compañera de clase de Hina, que pasa de ser una estudiante normal y corriente, a trabajar en un bar de copas donde todos creen que es adulta, relacionándose así con miembros influyentes de la ciudad. Y a pesar de lo raro que pueda sonar, todo transcurre con una normalidad muy creíble a través de una serie de sucesos bien hilados.

     No tiene una trama argumental a desarrollar más que el de la convivencia de dos desconocidos que poco a poco van desvelando sus pasados, pero está muy entretenida y te arranca más que unas risas. Hasta lagrimilla en mi caso, pero yo es que soy una sentimentaloide.

     No me deja con ganas de más, pero si llega otra temporada, tal vez le hinque el diente.

domingo, 12 de agosto de 2018

Wotaku ni Koi wa Muzukashii (2018)

     Me preguntó una amiga si no había series manga de comedia y le dije rápidamente que sí, pero cuando me pidió que le recomendara alguna, me quedé en blanco. Porque no hablamos de comedias románticas sino de comedia japonesa, y eso es un tema mu delicao para los que no están muy familiarizados con el humor japonés. Y para los que sí y no lo entienden, como me pasa a mí.
     Busqué algo neutro y me decidí por Wotaku ni Koi wa Muzukashii (2018), o Wotakoi, a la que ya tenía ganas de hincarle el diente.

     "Narumi es una joven oficinista que acaba de cambiar de trabajo y desea mantener en secreto a toda costa que es una fanática del manga y el anime para poder encontrar un buen novio. Pero en la nueva oficina se encuentra con su viejo amigo Hirotaka, un otaku de los videojuegos, que no tarda en revelar su secreto, y que para tomar la responsabilidad le propone salir con él."

      Bueno, en definitiva viene a ser una comedia romántica, pero no al estilo típico adolescentes de instituto, sino más a tono con Servant x service (2013), es decir, ambientada en el entorno laboral de los veinteañeros, con ciertos toques de slice of life, escenas breves e independientes de cotidianeidad que poco a poco van desarrollando una historia. Y en este caso, centrado en dos parejas otakus que no se ocultan nada sobre sus aficiones, por lo que está lleno de referencias frikis como el cosplay, el BL o los videojuegos.

     A mí me ha parecido muy divertida. Aunque siento que podía haber ido un poco más allá, ya que los protagonistas empiezan a salir casi desde el principio, me imagino que en escasos 11 episodios (y 5 volúmenes de manga) aun es una historia inmadura, apenas un prólogo. 
     La serie ofrece unas pinceladas superficiales de las complejas relaciones de sus personajes. Es como un adelanto en forma de caricatura de unas situaciones que más adelante se volverán más emotivas y acordes a la autenticidad de sus protagonistas. Al menos eso espero que ocurra en una segunda temporada imaginaria...

     Una comedia ligera en un ambiente adulto y cotidiano que muestra lo difícil que es el amor cuando eres otaku y no sabes muy bien cómo demostrar tus sentimientos aun cuando tu pareja también es otaku. Recomendable.

lunes, 6 de agosto de 2018

Grancrest Senki (2018)

     Hace calor. Mucho calor. Además he hecho un poco de vida social el pasado finde. He tenido pocas ganas de pasarme por el blog. Pero quiero aprovechar un poco la tarde de hoy y de paso evitar que se me acumulen las series a comentar, así que vamos con la primera que en este caso se trata, nada más y nada menos, que de Grancrest Senki (2018).



     "Cuando por fin los eternos enemigos de La Alianza y La Unión iban a firmar la paz para así derrotar a las criaturas del Caos, ocurrió una gran tragedia y se perdió toda esperanza. 
     Sin embargo el encuentro fortuito entre la maga Siluca y el joven Theo, un soberano sin tierras, revivirá los ideales de los antiguos líderes, quienes creían en la unión de todas las insignias en una sola por y para la salvación de la humanidad."










     Aunque parece enteramente una serie basada en algún videojuego de rol, he aquí que descubro que en realidad son novelas ligeras. Cosa que me defrauda un poco, porque hasta ahora los animes basados en novelas solían ser mucho más complejos e interesantes, y este no pasa de ser un entretenimiento simple. 

     A ver, no es mala. Quiero decir que si hubiese sido una adaptación de un juego, estaría entre las mejores. Tiene gran variedad de personajes, y no solo meros rellenos, sino de los que evolucionan y muestran cierto desarrollo en sus personalidades a la vez que contribuyen al avance de la trama. Es bastante cruda, tanto por la violencia de las batallas como por las tres o cuatro escenas de sexo que tiene. El prota no es un idealista blandengue, y aunque al principio duda, pronto supera sus debilidades y empieza a cercenar cabezas como el primero. Tiene un poco de estrategias militares que suelen gustarme de vez en cuando, pero no mucho. Las batallas se ganan más bien por pactos y por la fuerza de los números. La historia tiene giros, suspense, sorpresas, romance y acción. Y final, cosa que siempre suma muchos puntos en mi baremo.

     Pero al enterarme que son novelas, pues pensé que le faltaba oscuridad y profundidad. Que todo era muy colorido y fácil de comprender para provenir de la literatura, y eso me ha confundido un poco. Pero me alegro de haberlo sabido después, porque así he podido disfrutarla sin que mis expectativas se vieran traicionadas.

     Y en conjunto me parece una buena serie para echar el finde como lo eché yo: tirada en el sillón sin ganas de complicarme la vida. No la descartes.