domingo, 17 de septiembre de 2023

Platinum End (2021)

      Mientras sigo evitando el asunto viendo series coreanas y otras hierbas, he llegado al final de mi lista de pendientes, Platinum End (2021), así que creo que pronto podré retomar películas y series que hace tiempo quiero ver.


     "Cuando Mirai Kakehashi decide suicidarse el día de su graduación, es salvado por un ángel llamado Nasse quien asegura que solo desea su felicidad y le otorga ciertos dones divinos. Sin embargo, la realidad es que ha sido elegido como uno de los 13 candidatos para ser el próximo Dios, y aunque en principio él no tiene ningún interés en serlo, se verá obligado a tomar decisiones para salvar su vida y la de otros."

     Conocí este manga a través de la aplicación gratuita Manga+ de Shueisha allá por 2019, y a pesar de que me pareció interesante, terminé olvidándome de él hasta que vi que habría anime. Escrito y dibujado por el par Tsugumi Ōba yTakeshi Obata (Death Note y Bakuman) no es de extrañar que me resultaran tan familiares el diseño de personajes y la siniestralidad de las tramas. La producción corrió a cargo de Pony Canyon, que si bien no es de las más prolíficas en el campo de la animación (hace más que nada música y videojuegos), no escatima en los costes.

     Así pues, un buen diseño y una buena producción hacen de esta serie un producto visual atractivo e interesante aunque sin destacar en ningún aspecto. Las múltiples escenas de acción, con personajes que vuelan incluidos, y la variedad de escenarios, terrenales y celestiales, se mantienen dentro de una calidad de animación correcta pero sin pretensiones. Al no haberme leído el manga, no puedo saber si la historia es fiel o no, pero intuyo que no debe variar mucho, ya que las tramas se desarrollan suavemente, en orden, e in crescendo. Sin distracciones ni ralentizaciones. Un arco tras otro, los personajes entran y salen de forma orgánica, y si hay algo que me resulte forzado, es como mucho, las casualidades que se dan al principio.

     El protagonista es bastante arquetípico, apático al principio, pero cada vez se va implicando más y más. La prota tampoco es ninguna novedad: guapa pero sosa, que también poco a poco va descubriendo su valentía. Menos mal que tenemos a Kanade Uryu, gran antagonista: rico, guapo, inteligente y atormentado. Lástima que sea el introductor de los mechas, o mecha-trajes del inicio, una opción que casi los convierte a todos en Power Rangers, pero que afortunadamente, acaba  colando.

     Más destacables son los ángeles en sí. Cada uno de ellos contenía más personalidad original que los humanos. Para mí fueron la sal entre tanta sosería. Eso y los jueguecitos de deducción e inteligencia para las estrategias y los trucos (flechas rojas y blancas, alas, etc) que se usarán en las batallas. No todo es a puño limpio y eso me mola.

     Hacia el final, la cosa se vuelve muy muy filosófica. Aunque desde el inicio se ha hablado de la búsqueda de la felicidad, en los últimos capítulos la discusión sobre la felicidad en sí, qué es y cómo se consigue, recarga los diálogos y debates ralentizando el arco del desenlace. Pero tiene final. La serie finaliza como finaliza el manga. Un dios es elegido y ese dios toma sus decisiones. Nos guste o no. Aunque por cierto, a mí sí me convenció como final.

     No es la serie del siglo ni plantea nada nuevo, pero no es mala tampoco y está completa. Muchos puntos a favor.

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