martes, 12 de septiembre de 2023

Buddy Daddies (2023)

     Aunque por lo general huyo de las series cortas, recientes y con una sola temporada, no pude resistirme demasiado a la tentación Buddy Daddies (2023) y acabó cayendo una larga tarde de verano.





     "Dos asesinos a sueldo con personalidades radicalmente diferentes acaban haciéndose responsables de una niña de cuatro años, lo que pondrá en peligro tanto su profesión como sus principios."






     Buddy Daddies (バディ・ダディズ)  es una serie de anime original, es decir, no tiene su origen en ningún manga, novela o videojuego previo, lo que si bien da una frescura inusual y una mayor libertad, también nos hace temer por sus posibles continuaciones.

     Cuenta con la animación de P.A.Works y la producción de Aniplex (entre otras), y eso es algo que se nota incluso en los carteles, teasers y otros avances y promociones. Calidad. Al menos en la cuestión técnica ya sabía que no me decepcionaría, por lo que si unimos el explosivo cóctel chicos guapos y peligrosos con niña supermona a su cargo, ¿qué podría salir mal?

     En principio pensaba que eran dos detectives que verían su ritmo de vida alterado por la llegada de la desconocida hija de uno de ellos. Pero ni son chicos buenos ni padres reales ni es que quieran serlo. Su profesión, además de peligrosa, es criminal, por lo que la apacible comedia ligera generada por los conflictos de la nueva convivencia familiar, se ve enturbiada con el lado oscuro de la realidad de los protagonistas. Ambos cuentan con pasados traumáticos y difíciles que les han llevado a un presente en apariencia estable pero volátil, por lo que no se tenían permitido atarse a nada ni nadie, ni mucho menos soñar con un futuro. La pequeña Miri fuerza su entrada en este frágil universo de dos, y primero uno y luego el otro, empezarán a cuestionarse si realmente no tienen otra opción.

     La serie tiene un ritmo vertiginoso, tanto de escenas de acción como de avance de las tramas. Presenta un justo equilibrio entre las misiones, las risas, el drama y las introspecciones individuales. Las personalidades de sus dos protagonistas, llevadas un poco al cliché, ayudan a que todo fluya con coherencia a pesar de la pesadez de algunos temas.

     Para desilusión de los que esperamos más entregas, la serie presenta un epílogo-final en principio bastante cerrado, aunque no del todo. Al menos te deja satisfecho y tampoco cierra las puertas definitivamente, pero a fecha de hoy, no hay nada de nada. De todas formas, sus 13 capítulos componen una historia bastante completa, sin cabos sueltos ni misterios que resolver, que puede saborearse de una pieza mientras se sueña con futuribles temporadas poco probables.

     Recomendable. Digna de ver más de una vez.

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