domingo, 2 de mayo de 2021

Skate extremo y parkour alternativo

      Por motivos laborales, entré un poco en bajona por estrés y no me apetecía verme nada en general. Al menos, nada que requiriese demasiado esfuerzo mental y por flojera acabara desperdiciándola con mi desgana, así que recurrí a dos series cortas protagonizadas por chicos guapos y con transfondo deportivo. Algo para deleitar la vista y descansar la mente.

     SK∞ the Infinity (2021)





     "Reki es un estudiante aficionado al skate, miembro participante de S, una pista improvisada en una vieja fábrica abandonada donde se celebran peligrosas carreras clandestinas. A su clase se transfiere Langa, procedente de Canadá, quien nunca antes había montado en monopatín pero de alguna forma se siente atraído por el entusiasmo de Reki."






     SK∞ the Infinity es una serie original, es decir, que no parte de manga o videojuego como yo pensaba. De hecho creo que se adaptó al manga después y tiene un spin-off o algo así. El estudio que se encargó no es otro sino Bones, algo que se nota en la calidad de su animación, ya que, a pesar de no ser una gran producción, se ha cuidado muy mucho la planificación y el movimiento, y sin llegar a ser una maravilla, hay que reconocer que es sencillamente espectacular. Los colores, los puntos de vista, las coreografías, un ritmo narrativo trepidante en las carreras, y unas merecidas pausas en las escenas dramáticas. Como digo, si bien no destaca para estar entre las mejores, en cuanto a propuesta visual destaca entre las de su categoría.

     El argumento es sencillo en apariencia pero conlleva varias capas de profundidad, de forma que consigue no caer en el ridículo a pesar de la exageración y sobreactuación de algunos personajes. La pareja protagonista es bastante predecible: el enérgico y el callado, el torpe y el genio. Pero ambos demostrarán que son algo más en determinados momentos: el buenazo sentirá celos y envidia, y el lobo solitario descubrirá que acompañado se está mejor.

     NO ES UNA SERIE BL, ni es yaoi y ni es shonen ai, pero tampoco se puede decir que no haya absolutamente nada. Es del estilo de Banana fish o Yuri! on ice, donde no tenemos pruebas pero tampoco dudas.

     Tampoco se puede decir que sea una serie deportiva en el sentido clásico, aunque algo de entrenamiento y esfuerzo hay, pero no se trata de competir en un campeonato sino más bien de retos y duelos donde se juegan apuestas importantes y se arriesga la vida. Carreras extremas e imposibles que siguen su propia lógica estirando las leyes de la física, y que a pesar de su irrealidad, logra que entres en el pacto. Mucho de amistad entre hombres, compañerismos y esas cosas. Divertida, emocionante sin complicadas aspiraciones que dan como resultado un relato correcto para una tarde de domingo cualquiera.

Prince of Stride: Alternative (2016)








     "Nana Sakurai ingresa a la Academia Honan impulsada por su pasión por el Stride pero debido a ciertos acontecimientos, el club ya no es lo que era. Sin embargo gracias a ella y a Takeru Fujiwara, quien logra convencer también a Riku Yagami, el club renace de nuevo para recuperar su antigua gloria."





     Esta es una serie mucho más tonta que la anterior. Si bien también cuenta con chicos guapos haciendo deporte y hablando de amistad y compañerismo, sus diálogos y situaciones son bastante más ñoñas de lo que cabía esperar. Y es que Prince of Stride es originalmente un videojuego para chicas, así que no se le puede pedir mucho más.

     El deporte en sí es una variante del parkour: una carrera de relevos por circuitos urbanos en la que se deben sortear los obstáculos preexistentes. Cada equipo de corredores cuenta también con un coordinador que les ayuda a sincronizar los relevos, y ahí es donde juega la protagonista. Protagonista que, como viene siendo habitual en estas adaptaciones, es flojita, sosona y aporta bien poco. Ahora bien, por el contrario, no plantea ninguna relación amorosa, y eso se agradece.

     El argumento viene a desarrollarse en torno a Riku Yagami, quien ya dejó el stride abrumado por el talento de su hermano mayor, pero que decide volver arrastrado por el aparentemente impasible Takeru Fujiwara. En el grupo tenemos también a un par de senpais con sensualidad adulta y otro más con apariencia infantil. Harem central servido, que se irá ampliando con los equipos de las otras escuelas a las que se enfrentarán. Uno de ellos incluso es un famosísimo grupo idol, que nos amenizará con algunas de sus canciones.

     Hay carreras de entrenamiento y también eliminatorias. Hay por lo visto un campeonato que ganar pero al que se llega con bastante rapidez y facilidad. Todos los corredores tienen sus motivos, y básicamente corren lo más rápido que pueden, pero de vez en cuando hay atisbos de estrategias, pero nada muy complejo. Lo más importante son los sentimientos y las conexiones (están obsesionados con eso). Técnicamente es bastante buena. Los movimientos son fluidos y naturales, las carreras, sin llegar a ser espectaculares, están bien presentadas, de forma ágil y atractiva.

     Es un relato infantiloide pero ameno, agradable a la vista (al menos a la vista femenina), con un mensaje empalagoso, pero se deja ver.

     Especial mención para el personaje sustituto, Ayumu Kadowaki, presidente y único miembro del club de shogi, que debido a su amistad con Kohinata (el senpai de aspecto shota), se ve involucrado en esta aventura. Sus aportaciones son mayormente cómicas, habitualmente acompañado de su inseparable Kohinata, resultando una pareja bastante entrañable y hábil para dar el golpe y cierre en muchas situaciones. Su presencia no es pequeña, incluso llega a correr alguna vez, pero yo le hubiera dado más apariciones.

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