martes, 17 de noviembre de 2020

Tenisu no Ōjisama ~The Prince of tennis~ / Zenkoku Taikai-hen / Shin (2001~2012) + Películas

      Pocas series me han costado tanto terminarlas (hasta el punto de pensar que las abandonaría) como el dichoso Tenisu no Ōjisama (2001-2012)  o "príncipe del tenis". Pero a pesar de todo, cayó en la saca. Al menos, la mayor parte.

     "Ryouma Echizen es un joven de 12 años que acaba de llegar de Estados Unidos e ingresa en el equipo de tenis del instituto Seishun. Su actitud desafiante hacia sus mayores llenarán su vida de continuos retos cada vez más difíciles, a los que hará frente con su enorme talento y el apoyo de sus compañeros."

     Pues eso. Esta es la serie deportiva de la que hablaba en las entradas anteriores, que empecé a ver allá por junio y he venido a terminar ayer mismo, ya que tiene la friolera de tres "temporadas" (con 178 episodios la primera) y dos películas. Y no me ha costado tanto por la cantidad de episodios, eso nunca ha sido un inconveniente, sino porque a pesar de ser una deportiva, género que tanto adoro, tiene pocos  de los elementos que me resultan más atractivos.

     Para empezar, el protagonista... ¡Menudo niñato! Un enano arrogante, super cool que desde el minuto uno te dan ganas de darle de collejas hasta dejarlo calvo. Como dicen ellos mismos, no es nada lindo, no hay por donde cogerlo. Poco expresivo, casi nada hablador, lo único que hace es chulearse de los malos y desafiar a todo el que se le ponga por delante. Y gana siempre. No empezaría a despertar mis simpatías hasta que lo vi perdiendo un par de veces contra ese padre vago que tiene, y jugando con el gato. Es también gracias a Momo-senpai, quien se autoerige como su mejor amigo, que Echizen se muestra un poco más humano y torpe en ocasiones. Sobre todo, en los capítulos especiales donde no juegan al tenis, van a la bolera o a comer, discuten por tonterías, y luchan por no beberse los zumos de Inui.

     La primera temporada se hace durilla (178 episodios no son moco de pavo), pero tiene el encanto vintage de las de su época, y a pesar de los defectos técnicos, se me hacía divertido ver cómo se las ingeniaban para darle movimiento a los partidos. Pero faltaba emoción, sufrimiento, superación por el esfuerzo y trabajo en equipo. No sé, no veía una meta clara. En cambio me llamaba mucho la atención la violencia tan explícita: senpais que rompían brazos a los menores, rivales que te golpeaban con la pelota donde más te doliera... y entrenadores que no hacían nada más que mirar. Ni un consejo, ni una técnica secreta o entrenamiento milagroso. Nain. Por no hacer, ni intervenían cuando estaban a punto de dejarse lisiados unos a otros.

     En esta primera temporada, el equipo se abre paso por las preliminares de la región para ir al campeonato nacional, al tiempo que una pareja de periodistas te van contando todo lo que necesitas saber. El tenis de juegan en esta etapa roza el realismo tiñendo los golpes y habilidades de los jugadores con ideas sacadas de las leyes de la física en lo que se refiere a rotación, efecto de la bola, etc Pero las acrobacias de Kikumaru y la analítica predictiva de Inui, por ejemplo, dejan de lado las raquetas y entran ya en el campo de los poderes casi sobrenaturales. Una cosa entre Captain Tsubasa y Kuroko no basuke.


     Luego, en 2006-2007, sacaron el arco de los nacionales conocido como Zenkoku Taikai-hen, y la calidad de dibujo y técnica de animación mejoran bastante. Y junto con ellos, la fluidez narrativa. Crece también un poco la intensidad emocional, aparecen motivaciones personales, ambiciones, etc haciendo que los personajes (que ya se cuentan por docenas) ganen un poco de carisma y favor del público. En cuanto a habilidades nuevas y superaciones, pocas... Más de lo mismo con rivales nuevos que se añadirán al elenco, y unos capítulos más ágiles en general.


     Entre 2012 y 2014 se emitió la "tercera" temporada (que en realidad es la segunda, porque el arco anterior en realidad eran OVAs) llamada el Nuevo Príncipe del tenis (Shin Tenisu no Ōjisama), cuyos capítulos llegaron en dos entregas.

     Aquí ya la calidad mejora por encima del estándar de la época y el tenis se vuelve mucho más fantástico y extravagante. Junto con pelotas que cambian de dirección en el aire, se multiplican y desaparecen, aunque por supuesto también las hay que arrastran una fuerza apocalíptica alcanzando velocidades supersónicas, aparecen jugadores que leen la mente, el aura, te roban los sentidos, te paralizan o son capaces de clonarse. Que ya no sé si es un anime deportivo o están luchando contra alienígenas para salvar a la humanidad. Pero solo están en el campamento de los Sub 17 de Japón, entrenando y compitiendo para ser seleccionados representantes de su país. Maravilloso.

     Sin duda esta es la etapa que más capturó mi atención: Echizen pierde un par de veces, recibiendo por fin merecidas lecciones de humildad y haciendo que evolucione buscando mejorarse a sí mismo. Hay entrenamientos especiales y luchas encarnizadas, llenas de magia, dolor y compañerismo. Y más risas que antes. ¿La putada? Que después de presentarte al prometedor "hermano" de Ryouma (ñam) y dejarlo todo listo para el campeonato internacional, se quedó en un eterno "continuará" que hasta ahora no han continuado.

     

     Pero si quieres fantasía de la buena, no te puedes perder la primera de las películas: Gekijô ban tenisu no ôji sama: Futari no samurai - The first game (2005). La trama de por sí ya es bastante absurda: el Seigaku es invitado a un crucero para unos partidos de exhibición y terminan secuestrados para jugar partidos amañados. Aquí es donde aparece por primera vez el niisan de Echizen, todo un malote de misterioso pasado rebelde, que inmediatamente capturó mi corazón. En medio de todo el revuelo mafioso, motores que explotan, barco a punto de hundirse, tormenta tropical incluida, ahí tienes tú a Echizen y a su hermano jugando el partido de tenis más surrealista que te hayas podido echar a la cara. Sencillamente fantástico, sublime, no podía despegar mi vista de la pantalla, expectante por ver con qué maravilla me sorprenderían después.



      


     La segunda película, Gekijouban Tenisu no oujisama: Eikokushiki teikyujou kessen! (2011), baja un poco el nivel de inverosimilitud y apuesta de nuevo por el desafío a las leyes de la física. El Seigaku y otros equipos son invitados a Wimbledon y son atacados por un grupo de tenistas renegados que fueron expulsados de sus antiguos equipos por violentos.

     Una vuelta al tema del juego violento, el compañerismo, la amistad, y los desafíos deportivos como solución a todos los problemas.




     En general, tiene cosas buenas pero a mí no me ha llegado al kokoro. Ninguno de sus personajes me ha llegado a tocar la fibra lo suficiente, y la trama en sí carece de objetivo en firme. Me molaba cada vez más, y la parte Shin me llegó a enganchar, pero se queda tan abierta e inconclusa que tampoco llega a dejarme buena sensación. En fin. Si en el futuro sacan algo más (que no sean los live, que no pienso ver de momento)  seguro que le echo un ojo a ver a ese Ryuji Echizen de qué va.

No hay comentarios:

Publicar un comentario