viernes, 2 de octubre de 2020

Hello world (2019)



     Apenas tres días después de terminar el trabajo, las noticias de la evolución de la pandemia en Madrid no eran muy halagüeñas. Mi barrio fue uno de los restringidos la semana anterior y mi familia en Sevilla empezaba a preocuparse por si, una vez más, no iba a poder bajar a verlos. Mi sentido de la responsabilidad me decía que no debía bajar, pero han sido ocho meses muy difíciles y los echaba mucho de menos. Considerando que en el trabajo nos hacían controles, y en los dos meses que ha durado, lo único que he hecho ha sido currar y descansar en casita, me rebelé y me dije: ¡Qué demonios... ! Además, mi situación económica y mi futuro laboral se presentan muy chungos, así que necesitaba ahorrar... y que me mimaran un tiempo. Y aquí estoy. De momento, sin contagiar a nadie.

     Como sigo repasando OVAs y películas diversas, le acabó llegando el turno a Hello world (2019), una de ciencia ficción, mundos paralelos y viajes en el tiempo que me ha generado algunos quebraderos de cabeza.





     "Naomi Katagaki es un tímido estudiante amante de los libros que vive en el Kyoto de 2027. Un día un extraño sujeto aparece ante él afirmando ser su yo del futuro, que ha venido con la misión de salvar a Ruri Ichigyou, una compañera de clase que sufrirá un accidente dentro de tres meses."






     Hello world se basa en un guión original, por lo que de momento no hay manga ni novela. Su título tiene origen en el mundo informático, ya que es el saludo que aparece en pantalla cada vez que se ejecuta por primera vez un lenguaje de programación. Así que ya te deja ver que no es una peli de viajes en el tiempo sino que va de universos digitales a lo Sword Art Online, cuya peli por cierto, es del mismo director.

     Así pues tenemos un mundo virtual que recrea absolutamente toda la historia de la ciudad de Kioto, y a pesar de que todo lo que sucede ya está predeterminado por el mundo real, sus "habitantes" parecen tener vida e identidades propias. El prota adulto no es que viaje desde el futuro sino que más bien consigue sincronizar su mente (actividad neuronal reducida a impulsos eléctricos y tal) con el servidor que aloja al Kioto virtual y consigue interferir en el programa para cambiar una pequeña parte y así salvar la vida de su novia. En resumen, sin espoilear, sería algo así.

     Como no podía ser de otra forma, la película está realizada completamente con la técnica de animación por CGI, cuyas imágenes simulan el diseño clásico de los dibujos 2D pero han sido creadas por ordenador. Una técnica bastante polémica en sus comienzos pero que creo que poco a poco se está ganando nuestro cariño. Así que, nada... prepárense para un despliegue espectacular de medios visuales, perspectivas imposibles, psicodelias fantásticas y movimientos de cámara super orgánicos. En cuanto a colores, luces y sombras... ngéh... creo que aún está por debajo de la animación clásica.

     En cuanto a la trama y su desarrollo, presenta buenas dosis de misterio y suspense, y un par de giros semisorprendentes que son los que hicieron mi cabeza volar. La cosa empieza como una comedia  romántica con toques fantásticos (bueno, de ciencia ficción) que se precipita hacia una aventura trepidante llena de acción y peligros, pasando por su poquito de drama y tragedia. El joven Katagaki es un encanto, muy tierno, pero que sabe sacar los dientes cuando le llega el momento. El Katagaki adulto parece un amante de la ciencia con buenas intenciones pero algo joputa, lo que pondrá al chavalito en situaciones comprometidas muy divertidas al principio, y bastante peligrosas al final. La heroína no es la típica niña mona princesa en apuros que podría esperarse, sino que es una ávida lectora, solitaria  y poco sociable, de encantadora torpeza y gran inteligencia. Ni que decir tiene que me enamoré de los tres.

     El final... Bueno, es que hay como dos finales, uno detrás de otro. No es que sea un epílogo, al menos como yo lo vi, sino que cuando crees que ha acabado, en realidad el final viene después. Entonces digamos que cuando creí que acababa de esa manera, me dejó algo tristona, pero el verdadero final me tranquilizó... y me ralló, claro, porque ya me surgieron dudas de cómo y cuándo, si cambiaron el pasado, podría ser ese presente (o futuro) En fin, que necesité una segunda opinión y ya, tras un arduo debate, me di por satisfecha. En resumen: buen final. Coherente y feliz, maravilloso.

 



     Además de largometraje, existen 3 OVAs de unos 10 minutos cada una, tituladas Another world (2019) que a modo de spin-off, resumen un poco la historia real del auténtico Naomi Katagaki antes de su viaje a ALLTALE, desde sus días de instituto con Ruri, pasando por la universidad y terminando con el comienzo del experimento. Yo esperaba ver algo posterior a lo que se ve en la película, por si confirmaba mis teorías, pero me temo que se queda en una precuela. En cualquier caso, aporta más detalles sobre el Katagaki adulto, el personaje más complejo de esta historia.

     Recomendable verlas después, claro.



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