domingo, 28 de julio de 2019

Boku dake ga inai machi (2016) / Película (2016) / Miniserie Live action (2017)

   
     De vez en cuando, para darme margen entre una serie y otra, me busco algún live action o película a imagen real no basada en mangas. Aunque realmente no soy muy fan, he de reconocer que mejoran cada día que pasa y a veces me encuentro maravillas. Esta vez fue el turno de una adaptación en película de una serie imperdible. Tanto, que acabé viéndola de nuevo después de la peli.


     "Satoru Fujinuma es un autor de manga sin éxito que trabaja como repartidor de pizzas. A pesar de que vive tratando de no involucrarse con los demás, posee un don peculiar que le hace retroceder en el tiempo unos minutos cada vez que ocurre alguna desgracia y se ve obligado a evitarla para poder salir del bucle. Un día sin embargo sus acciones desembocan en una tragedia inexplicable, y para tratar de evitarla, se ve obligado a retroceder 18 años."

    Boku dake ga inai machi (2016), más conocida como Erased o Desaparecido, (aunque literalmente significa "La ciudad de la que solo yo desaparecí"), es una serie de las que recomiendo a todo el mundo. La vi en su momento y me pareció poco menos que perfecta. Y ahora que la vuelvo a  ver, mi opinión no cambia.
     Es un thriller maravilloso, inicialmente lleno de incógnitas y de pistas inconexas que poco a poco se van desvelando como un todo único perfectamente conectado. Podría parecer a quien solo lea la sinopsis que gracias al toque fantástico de la habilidad de viajar en el tiempo, el prota podría estar haciendo trampas. Pero no es una ventaja sino más bien un hádicap, ya que aunque posee la mente de un adulto que ya pasó por aquellos incidentes y conoce algo del futuro, está limitado por los sentimientos y capacidades de su yo de 10 años.
     El asesino es astuto y escurridizo, cubre bien sus huellas y hace ver que los culpables son otros. Satoru se tropieza una y otra vez, incluso falla y debe regresar de nuevo para empezar desde el principio cual día de la marmota. Afortunadamente, sus esfuerzos son visibles a otros y acabará recibiendo el apoyo de aquellos a los que trataba de evitar, ayudando al Satoru adulto a evolucionar y salir de su encierro emocional.
     Aquí se habla de violencia doméstica, de bullying, de los prejuicios, familias rotas, la soledad, y por fin, de la amistad, el valor y el sacrificio. Los personajes son reales, auténticos, profundos y llenos de matices. Mención honorífica a la madre: una mujer independiente, moderna, justa, cariñosa y observadora. Una auténtica crack. La historia está bien hilada y la calidad técnica del dibujo y la animación están a la misma altura que el relato.
     Como dije, imperdible.
    





     Poco después del estreno del anime, sacaron una peli, que aunque presenta mismo argumento y personajes, no sé por qué motivo o razón, reinventan el final. Y la verdad, no queda igual.
     Otra cosa que tampoco mola es que en mi opinión el asesino disimula fatal y se adivina super pronto, pero como en esencia sigue siendo la misma historia y planteamiento, tampoco es que sea una pérdida de tiempo.
     Ah, lo que sí me parece genial y hace que todo merezca la pena es la interpretación de los dos críos. Dos pequeños monstruos de la interpretación. Maravillosos.


     Lo que me ha dejao muetta matá es enterarme, justo cuando estaba escribiendo esto, que hay una mini serie live action, también disponible en Netflix, y que por supuesto pienso ver en cuanto termine el anime que empecé anoche. Ya os contaré.


   
     Pues os cuento: es maravillosa. Una adaptación genial, bastante fiel al anime original y que probablemente adapte mejor aún el manga (que no me he leído). Alarga un poco más la segunda parte, la del presente una vez que Satoru regresa, donde vemos a los amigos ya de adultos, a la madre, al periodista, a todos luchando y unidos para atrapar al culpable.
    Mantiene el apoteósico enfrentamiento final, aunque cambia el escenario (de la ciudad a la montaña), y en general es coherente, está bien construida, creíble, con unas interpretaciones grandiosas y muy occidentales. El malo gana intensidad y profundidad al hablar de un pasado que hasta ahora desconocíamos, y su conflicto lo hace más interesante.
     Aunque yo hubiera quitado las barbas postizas... Y algún que otro plano cuando el coche cae al lago donde se ve todo cutre el muñeco... pero en fin, son japoneses al fin y al cabo. Nunca los terminaremos de entender por completo.
    No te la pierdas, por favor.

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