viernes, 26 de octubre de 2018

Hataraku Saibou (2018)

     Estoy casi acabando una de las sagas más largas de la historia del anime, pero me está llevando tanto tiempo acabarla, que por unas cosas y otras, he terminado de ver otras tres series más cortas. Así que voy a ir escribiendo sobre la primera de ellas, Hataraku Saibou (2018), más conicida muy a mi pesar como Cells at work.






     "El cuerpo humano tiene aproximadamente unos 37 billones de células que, día a día, cada segundo, trabajan incansablemente para mantener funcionando el sistema que constituye su mundo.
     A través de las  peripecias de un glóbulo rojo novato, iremos descubriendo el día a día de estas células y las dificultades que pueden llegar a enfrentar en su trabajo."







     Resumiendo: es el "Érase una vez... La vida" (que los más viejunos recordaremos) pero versión manga, lo que quiere decir que todo es mucho más emocionante y más kawaii. Podría llegar a parecer menos educativa que la versión europea, pero no deja de tener un fuerte carácter didáctico aunque bastante distorsionado, claro. Y más divertido, todo hay que decirlo.
     Nunca salimos al exterior ni llegamos a conocer al dueño o dueña de este cuerpo humano. Cada episodio narra un caso de emergencia, supongo que escogido entre los más frecuentes de la población japonesa, como por ejemplo una herida, una intoxicación alimentaria, un golpe de calor, alergia al polen, y cosas así. La cosa se va poniendo cada vez más interesante hasta que en los últimos episodios la vida llega a correr auténtico peligro, al punto de necesitar una transfusión sanguínea. Pero nunca pierde ese carácter entre la comedia y el megadrama tan manga que tanto nos gusta.

     El moe máximo corre a cargo de las plaquetas, los macrófagos son bellas nee-san un poco yandere, los eritrocitos son como mensajeros de MRW, y el sistema inmunitario funciona como una organización jerárquica de inspiración militar. Por lo general cada uno de ellos cumple con sus funciones sin cuestionarse nada y relacionándose únicamente con los de su tipo, pero nuestra protagonista es algo excepcional (además de bastante torpe y desafortunada) y ya que contra todo pronóstico se encuentra una y otra vez con el mismo neutrófilo, acaban desarrollando cierta clase de amistad.
     Gracias a la personificación individualizada de los personajes centrales, la parte documental es más llevadera y la comedia está servida.

     Una serie amena y educativa, llena de gags y momentos de tensión aunque, evidentemente, sin una trama central potente u original que lleve a la construcción de una historia. No me supone un antes y un después pero sin duda tiene buenos puntos y sabe entretener.

     Molaría más sin embargo que saliera el anime de la versión BLACK, ya que las células (con inversión de género entre la pareja protagonista) tienen que lidiar con un cuerpo humano nada saludable, que fuma, bebe y tiene de todo. Más cercano a la realidad diría yo.

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