domingo, 4 de junio de 2023

Mind Game (2004)

      En la línea de acabar con mis asuntos pendientes, llegó la hora de abordar dos películas de Masaaki Yuasa que me faltaban: la primera y la última: Mind Game (2004)Inu-Oh (2021).





     "Nishi, un veinteañero aspirante a mangaka, se encuentra en el metro con su amor de juventud, quien en realidad va huyendo de unos prestamistas. 

     Al enfrentarse a ellos, Nishi acaba muriendo, pero al llegar al cielo pide una segunda oportunidad, iniciando así una alocada huida en coche que terminará en el estómago de una ballena."






     Pues esta joyita es lo primero que hizo Yuasa como director: un largometraje de animación experimental, basado en el manga del mismo nombre de Robin Nishi. Antes había participado como animador o diseñador de personajes en series con Shin-chan o Mis vecinos los Yamada. O sea que estaba claro que lo suyo no era el shonen clásico precisamente. Pero aquí se explaya a gusto.

     La película hace uso de varias y muy dispares técnicas de animación (desde imagen real pintada hasta stop motion) sin que cada una de ellas signifique un aspecto diferente de la trama. Los colores cambian continua y caprichosamente, haciendo que te preguntes si es la realidad o el sueño de alguno de los personajes, pero es siempre el mismo y único relato: el viaje a ninguna parte de Nishi y las dos hermanas.

     La trama es tan absurda y surrealista que resulta hilarante. A veces se estanca un poco, pero luego rebrota en giros totalmente inesperados, lanzando mensajes subliminales de liberación y transgresión que no pasan desapercibidos. El hecho de que al principio el protagonista regrese de la muerte y desarrolle un universo alternativo, plantea la idea de mundos paralelos que se retoma al final, mostrando en mosaico los diferentes futuros posibles de cada personaje. Un bello cacao maravillao que finaliza la película pero no la historia, ya que esta puede continuar indefinidamente como la vida misma.

     Por su originalidad y fuerza, se convierte en peli de culto por pleno derecho. No es mi favorita, pero es Yuasa en estado puro, y eso se aprecia. En posteriores trabajos mostrará una o dos de sus facetas más personales, pero yo creo que en este los mostró todos juntos. Si decides verla, un consejo: libérate de cualquier idea preconcebida y disponte a aceptar cualquier pacto. Y abróchate bien el cinturón.

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