lunes, 30 de mayo de 2022

Higurashi no Naku Koro ni - Gou (2020) / Sotsu (2021)

      Aprovechando que está en Netflix, hice un intento de verme Higurashi no Naku Koro ni (2006) en casa de una amiga a la que de paso se la recomendé, pero finalmente ella no estuvo por la labor y a mí se me atragantó un poco el diseño viejuno de la época. Recuerdo que esa serie me causó un gran impacto cuando la vi pero estaba claro que visualmente no había envejecido bien, así que aparqué la idea de volverla a ver, y ya en todo caso me miraría el reboot de 2020. Y así caí en las redes de Higurashi no Naku Koro ni - Gou (2020) y su conclusión Sotsu (2021).


     "Keiichi Maebara acaba de mudarse junto con sus padres a la tranquila aldea de Hinamizawa donde disfruta de días relajados y divertidos junto a sus nuevas amigas. Sin embargo, con la proximidad del festival de Watanagashi, el ambiente se vuele sombrío y Keiichi siente que una amenaza de cierne sobre él. Pero lo más extraño de todo, es que no parece que sea la primera vez que experimenta algo así..."

     Tardé unos cuatro o cinco episodios en darme cuenta de que no era ni un remake ni un reboot sino una continuación en toda regla. Una nueva saga que continúa las anteriores y tiene lugar unos años después. Y es que esta franquicia es el relato más loco, fragmentado y a la vez completo que me haya topado hasta ahora.

     Yendo por partes.

     Higurashi no Naku Koro ni es un videojuego. Concretamente una novela visual, una versión moderna de los míticos libros "Elige tu propia aventura" de mi adolescencia. Estas historias, a diferencia de otras series basadas en videojuegos o saltos temporales, no tienen una línea argumental digamos "verdadera" que el protagonista ha de encauzar haciendo las elecciones correctas y descartando el resto de opciones. Cada vez que se alcanza un "bad end", una muerte segura, un desenlace fatal, los personajes reaparecen sin recordar nada en un punto anterior aleatorio, y aunque el trasfondo y los eventos principales siguen siendo los mismos, el argumento y las escenas desarrollan otra línea argumental posible.

     Imagínate qué cacao mental no tendría yo la primera vez que la vi, que en cada arco intentaba descubrir la historia principal con Keiichi como protagonista. Porque no lo es. Y porque la historia central que une todo este caos de universos posibles está detrás de todos esos detalles que te van soltando los personajes secundarios (la guerra de la presa, las muertes sin resolver, las desapariciones, la maldición de Oyashiro-sama...) y no tienen nada que ver (o poco) con el tío maltratador de Satoko, el padre borracho de Rena, la rivalidad de las hermanas Sonozaki, etc que es donde instintivamente te agarras al principio.

     El caso es que no sé cómo pero después de los 50 episodios que conforman las dos primeras sagas de 2006-2007, todas las piezas encajan y acaban dándote una explicación hasta coherente. Y, cómo no, el argumento principal encuentra un desenlace bastante satisfactorio para todos, lo cual después de tanto sufrimiento se agradece.

     Cuando empecé a ver, un poco a desgana, la saga Gou, me pareció que iba todo igual pero algunas cosas me chirriaban. Sobre todo en el desenlace del primer arco. Es igual de horrible, pero bueno, no era lo yo que recordaba. Así que para cuando empezó el segundo arco, que ya iba yo con la mosca tras la oreja, me di cuenta definitivamente de que aquello era otra serie. Aunque todavía tardaría unos cuantos episodios más para empezar a entender las cosas.

     El tercer arco, el más largo y aburrido a mi modo de ver, avanza inexorablemente hacia un buen final, pero saber que aún quedan episodios por delante, ayuda a no creérselo mucho. Y cuando finalmente sucede la tragedia, vemos por fin a Rika en el mundo intermedio hablando con Hannyu, y descubrimos que ella tampoco sabe por qué ha vuelto a la sucesión interminable de ciclos mortales, del que supuestamente ya escapó cinco años atrás. Y ahí empieza lo bueno.

     A partir de ese momento todo lleva a descubrir la causa del regreso de la maldición, y una vez que se descubre, volveremos a revivir los primeros arcos pero desde el punto de vista del culpable, rellenando así los huecos que dejaba el primer relato, rellenando la historia con las escenas que faltaban.

     Impresionante es la palabra que se me ocurre para describir el despliegue de imaginación y capacidad de control de todos los flecos, para lograr que una historia magistral no solamente no decepcione sino que se supere a sí misma.

     ¿La cuestión técnica? Ah, sí, bueno, mucho mejor aunque no destacable, pero es que ya da igual, en serio, el guion es tan tremebundo y complejo que no necesita de un despliegue visual espectacular (y es más de agradecer que así sea, sobre todo en ciertas escenas).

     Para casos de memoria fallida a largo plazo, es recomendable verse de nuevo las primeras sagas, porque aunque aquí hacen algunos flashbacks significativos, la verdad es que a veces me perdía en las cuestiones del pasado. Y sí, es recomendable conocer la primera parte, o de poco o nada te vas a enterar en esta segunda.

2 comentarios:

  1. Hola Lady, no sabía que tenías un blog de Animes!!! Bueno, esta de Higurashi... fue también uno de los primeros animes que vi cuando empecé con eso allá a comienzos de siglo. Me impactó mucho la trama aunque también me mareó bastante con tantas vueltas y demás que me costó entenderla.
    No sabía que había una nueva producción, es que hace mucho que no veo animes, salvo Detective Conan. Así que veré si continúo esta saga de Higurashi... o mejor dicho, la volveré a ver desde el principio y luego continuaré con esta nueva.
    Saludos
    cchloc

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    1. ¡Eh, amigo! Bueno, sí, empecé a escribir este blog porque veo tantos animes que luego se me olvidan. Higurashi es complicada pero es muy buena. Eso sí, tienes que verla bien despierto. Ya me contarás. Yo te confieso que en ocasiones veo k-dramas, pero de momento solo caigo en los populares sobre todo si están en Netflix. Y molan. Ahora estoy con Abyss.

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