jueves, 23 de enero de 2020

Dear Boys (2003)

     Sigo dándole a las series de baloncesto a ver si termino de verles el encanto. Porque aunque la cosa empezó bien con Slam dunk, se quedó en zona tibia con Kuroko no basuke, así que pensé que debía verme alguna más y elegí Dear Boys (2003), pero la cosa no ha ido a mejor precisamente...







     "Después de que fuera suspendido durante un año debido a cierto incidente, el equipo masculino de baloncesto del instituto Mizuho ha perdido popularidad y prestigio, quedando relegado a tan solo cuatro miembros. Sin embargo, la llegada de un nuevo estudiante transferido hará que estos cuatro desganados jugadores se replanteen de nuevo sus objetivos y posibilidades."







     El manga de Dear boys es prácticamente contemporáneo al de Slam dunk (finales de los 80, primeros de los 90) sin embargo mientras que el segundo obtuvo mucho antes su serie animada (1993) y contó con muchos más episodios (101), el primero cuenta con dos secuelas, una de las cuales aún sigue en publicación.
     Y es que de primeras la historia de Dear boys promete ser mucho más redonda al incluir, entre otras cosas, al equipo femenino de baloncesto como co-protagonistas. Las tramas románticas hacen acto de presencia, e incluso se adivinan ciertos toques de dramas familiares, pero como no me he leído ni me leeré el manga, solo puedo adivinar que en eso reside el secreto de su éxito sobre el papel. Porque lo que es su adaptación animada, es un auténtico desastre.

     Los toques románticos no abundan, pero salpican sabrosamente el hilo principal con dos o tres parejas y la naturalidad con la que se tratan. Hay un poco de rollo "al salir de clase" y algo de drama familiar también, con lo que el tronco principal del deporte no domina completamente aunque sí en su mayor parte. Aún así estos "toques" quedan abiertos y no profundizan, por lo que no solo no logran aumentar el interés de la parte deportiva, sino que te deja totalmente a medias, con una leve sensación de estafa.
     Los personajes son bastante planos. Tienen alguna que otra faceta que no se muestra desde el inicio, sí, pero no es que al revelarlas sus personalidades evolucionen. En general, hay pocos cambios en todos ellos. Como mucho que antes no querían jugar y luego se motivan. O que antes eran violentos y tal pero luego todo se perdona y se hacen amigos. Pero incluso estos cambios carecen de justificación plena y suceden de forma casi inverosímil.
     Y así, en general, la historia y sus tramas transcurren de forma lenta y aburrida, casi agónica, con poca emoción y/o suspense. Partidos, entrenamientos y demás, a veces ni se ven, solo el principio o el resultado, con un poco de lucha intermedia y poco o nada de superación por el esfuerzo.
     Pero lo peor de todo sin duda es la parte técnica. No es solo la mala calidad de los diseños, sino que toda la animación en sí es un despropósito. A pesar de introducir de vez en cuando algunas escenas animadas por la rudimentaria animación 3D de la época, con bastante acierto ha de admitirse, el resto de escenas, incluyendo las más simples, y demás transiciones narrativas, son para echarse a llorar. Sobre todo las coreografías de los partidos. Un ejemplo de lo que no hay que hacer.
     Por último, la música. Pocas veces la banda sonora llama mi atención para bien o para mal, pero en este caso era imposible obviarla. Compuesta en su mayoría por "temazos" noventeros, es prácticamente omnipresente, lo que sumando al carácter resumido de los partidos, resulta en una especie de videoclip discotequero de larga duración.

     La verdad es que fue uno de esos suplicios que no sé por qué me resisto a abandonar (Supongo que por el bien de la ciencia) y que en el espero no volver a encontrarme próximamente. Deberian que quitarla de las listas de animes de deportes...

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