domingo, 11 de marzo de 2018

One Outs (2008)

     Sigo con las de béisbol, pero esta vez una seinen. Se trata de One Outs (2008), que no tiene nada que ver con lo que he visto hasta ahora.


     "Toua Tokuchi se gana la vida apostando en un juego de bateo uno contra uno en las calles de Okinawa hasta que un día un jugador profesional consigue convencerlo para que se una a su equipo. Sin embargo no acepta las condiciones que el dueño le ofrece y a cambio propone un juego: por cada bateador eliminado, ganará 5 millones, y por cada carrera que ceda, él deberá pagar 50 millones al dueño."
     Hasta ahora todo había sido un mundo color rosa, donde podía haber accidentes y lesiones fortuitas pero sin malas intenciones. Pero One outs está a otro nivel. Se recrea en el béisbol profesional de Japón, aunque con equipos ficticios, donde todos son adultos con sus problemas de adultos, y donde no se juega tan limpio como en los institutos. Y menos aquí, donde hay tantos millones en juego.
     Tampoco es que estén a la gresca en todos los partidos, de hecho la violencia solo aparece en el último. Es más bien un continuo duelo de intelectos, de trampeos y jugarretas que llevan al límite ciertas reglas del béisbol (de las cuales no sabía nada).

     Tiene un arranque bastante lento. El narrador omnisciente y metomentodo no ayuda tampoco, pero a partir de que el prota hace su apuesta con el dueño, la cosa se pone mejor. Cuesta mucho también encariñarse con los personajes. El prota sin ir más lejos, es tan cool que caga cubitos, y con esos pelos de pincho y ojos de besugo, tarda en caerte bien, pero luego cuando el catcher y el cuarto bateador entran en juego y se convierten en pilares para él, pues le empiezas a coger cariño y hasta te hace gracia. Pero no se sabe nada de su pasado, nada de flashbacks ni falta que hacen. Solo presente, partido tras partido, trampa y solución, misterio y contramedidas.

     Si no la recomiendo es porque tiene un tufillo a añeja aunque la idea es muy buena. Me gustan los juegos de inteligencia tipo Liar game, del que no hay anime pero sí live action, y quizá por eso mantuvo mi atención hasta el final. Final que no lo es, quiero decir, la cosa se queda en que seguirá jugando con los Lycaons haciéndoles ganar y fastidiando al dueño que solo piensa en el dinero. Punto. Y a por otra...

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