86 (2021)

      No hay nada que me guste más que una serie de la que no esperaba nada, acabe dejándome toda rota. Fue el caso de 86 - Eighty Six - (2021), mucho más que una serie de guerra de robotitos.

"Durante años, la República de San Magnolia ha sufrido el asedio del Imperio Guiade a través del ataque continuado de sus unidades robotizadas llamadas legión. En respuesta, la República creó sus propias unidades no tripuladas, las Juggernauts, para limitar la guerra a un enfrentamiento entre máquinas.

Sin embargo, aunque el grueso de la sociedad lo ignora, las Juggernauts están pilotadas por los jóvenes supervivientes del distrito 86, cuyas familias fueron discriminadas por su raza, y ahora deben luchar en absoluto anonimato para proteger a aquellos que les discriminaron."

     86 Eighty Six como no podía ser de otra manera, procede de una serie de novelas ligeras, que no me queda muy claro si ya acabó o todavía sigue en publicación. El caso es que el diseño de personajes me sonaba un poco a los Gundam en la saga Mobile Suit Gundam: Iron-Blooded Orphans, que es la que recuerdo haber visto alguna vez. Un chica mona de clase alta, con un uniforme poco militar, y una panda de soldados desarrapados demasiado jóvenes para los méritos que se les adjudican. Me daba la impresión de ser bastante cliché y que resultaría en una aventurilla, quizá amorosa, con muchas batallitas y momentazos heróicos.

     El plantel técnico no pintaba mal. Producida por A-1 Pictures, madre de Sword Art Online, Fairy Tail, Ao no Exorcist, Boku Dake ga Inai Machi, entre otras, hace un uso inteligente de la luz y el color para darle profundidad y dramatismo al planteamiento infantil de los protagonistas, consiguiendo, al final, que no te distraigas en lo superficial.

     Porque la trama tiene miga. Mucha miga.

     El primer capítulo te sitúa rápidamente en un país de contrastes: por un lado, un frente de guerra despiadado, y por otro, una pacífica y lujosa retaguardia. Una raza superior dirigente que deshumaniza a las demás para poder utilizarlas como carne de cañón sin sentirse culpable. Y los oprimidos, cuya alta tasa de mortalidad en combate hace que su media de edad no supere los 15. La chica, clase privilegiada, joven pero con buenos logros en su corta carrera, es asignada a un escuadrón de élite donde se han reunido los combatientes más habilidosos, pero al que le precede una terrorífica leyenda urbana.

     Ella es persistente, inteligente y decidida. Abierta defensora de la humanidad de los soldados combatientes. Superados los prejuicios iniciales debido a su imagen, te cae bien y te la acabas creyendo. Su fortaleza mental y su valentía son constantes durante toda la serie, pero no está exenta de evolución y cambio. Se ganó mi respeto a pesar de lo corto de su falda.

     Él es taciturno y pesimista. Hombre de acción y pocas palabras, aparentemente insensible pero portador de grandes sufrimientos. Su resistencia a los intentos de ella por que se abra es frustrante a veces, pero eso hace que sus diálogos cobren cada vez más significado.

     No es una historia de amor entre él y ella. Es la historia de un grupo de jóvenes que a pesar de estar separados por distancias insalvables, logran una unión que rompe barreras.

     Muy emotiva, muy emocionante, dramática a más no poder, con toques sobrenaturales, y grandes escenas de acción. Un guion que no solo no decae, sino que evoluciona y ofrece respuestas a la vez que plantea otros enigmas. Y tiene final. O por lo menos cierra lo suficiente como para respirar tranquilos, tanto si hay continuación como si no. Que de momento, no hay.

     

     Si no la has visto, ya estás tardando.