sábado, 29 de julio de 2023

Dungeon ni Deai o Motomeru no wa Machigatte Iru Darouka (2015, 2019, 2020, 2022, 2023)

      Corría el año 2019 cuando me vi las dos primeras temporadas de Danmachi y anunciaron la continuación, y como después anunciaron otra, pues nada, que hasta hace un mes no he terminado de verlo todo.




     "Siguiendo los consejos de su abuelo, Bell Cranel acude a la ciudad de Orario para convertirse en aventurero, explorar la mazmorra y de paso conocer chicas. Para ello se une a la modesta familia de la diosa Hestia, de la que es su único miembro, pero muy pronto, gracias a su rara habilidad que le permite crecer más rápido que los demás, atraerá la atención de todos en la ciudad."






     Danmachi, como todo el mundo sabe, es la abreviatura del título de las novelas ligeras de las que nace, Dungeon ni Deai o Motomeru no wa Machigatte Iru Darouka ("¿Está mal buscar encuentros en una mazmorra?"), también conocida como ¿Qué tiene de malo intentar ligar en una mazmorra? 

     Y es que uno de los objetivos del pequeño Bell es conocer chicas, como le dijo su abuelo, y él que es un buen chico, le hace caso y no para de conocer chicas el tío, tanto dentro como fuera de la mazmorra. Pero bueno, pese a ser un harén, la serie tiene muchos otros encantos y gracias a la noble e inocente naturaleza del protagonista, no se enreda en clichés baratos y desarrolla una trama intrigante y llena de genuinas aventuras.

     Aunque si algo echo en falta es una línea principal de argumento. Una historia o misterio subyacente a todos los arcos que se vaya desengranando lentamente y sea lo que dirija a los personajes hacia un objetivo final. El incierto origen de Bell y sus raras habilidades para crecer y derrotar enemigos mucho más fuertes que él se revela pronto, y es lo que parece atraer el interés de todos los demás dioses afincados en Orario, que no esconden para nada sus intenciones de llevárselo a sus respectivas familias.

     Por otro lado, me carga el recurso recurrente de rescatar/ayudar a damas en apuros: la zorrita prostituta, la niña monstruo, o la ninja asesina, son los principales arcos de sus cuatro temporadas, e incluso la película va de lo mismo. En cada aventura, más y más personajes femeninos se añaden al grupo, mientras que no hay compañeros masculinos relevantes aparte del herrero Welf. Un clásico.

     Sin embargo, como dije al principio, apenas tiene fanservice más allá de los reveladores atuendos femeninos. Bell es bastante naif y no hay lugar para las típicas escenas picantes. No está exenta de ese tipo de comedia, claro, pero no se deja caer ciegamente sobre ella.

     En cuanto al desarrollo de la historia, el cómo fluye la trama, he de decir que presenta ciertos altibajos. Al no haber línea central (o al menos yo no la distingo) los arcos se suceden con duraciones irregulares. Hay arcos de 4 o 5 capítulos, otros de 12, e incluso alguno de 2. Unos se centran en los asuntos de los dioses, otros en los asuntos de la ciudad y el gremio, y otros en los misterios de la mazmorra. Lo único que parece avanzar de manera lineal y fluida es el crecimiento de Bell, que si bien es de los más rápidos, no llega a ser explosivo al más puro estilo shonen. Bell entrena, practica y aprende de los mejores pero no se vuelve invencible de repente. Tiene un as en la manga que le permite un golpe heroico en momentos críticos, pero requiere condiciones concretas y conlleva consecuencias. Y no siempre gana, al contrario, se lleva buenas palizas. Eso hace que su desarrollo como aventurero sea creíble y que la cosa no pierda emoción.

    De hecho lo pasé realmente mal con la última temporada, cuando Bell y Ryuu caen al piso nosecuántos de la mazmorra. Me ha parecido el mejor arco hasta ahora. Espero que, en futuras entregas, si las hubiere, la cosa siga de ahí para arriba. Pero de momento, esto es todo, folks.

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