Eiga Daisuki Pompo-san (2021)

      Eiga Daisuki Pompo-san (2021) me llamó la atención por ambientarse en el mundo del cine, pero el diseño kawaii-lolicon de la protagonista me echaba un pelín para atrás. Hasta que me arremangué y me puse a verla y me dejé sorprender un poco.

     "Gene es tan solo un asistente más en un estudio cinematográfico especializado en películas de serie B. Sin embargo su carismática productora le ha echado el ojo para que dirija un guion escrito por ella que se aleja totalmente de las exitosas producciones comerciales hechas hasta ahora."

     Eiga daisuki Pompo-san, conocida por estos lares como Pompo: la magia del cine, tiene su origen en una serie manga ya finalizada, que cuenta con un spin-off y todo.

     De una manera muy romántica, se nos presenta el proceso de creación-producción de un largometraje a través de la mirada de una ambiciosa productora con ganas de hacer algo diferente, un tímido director novel y una jovencita que sueña con ser actriz. Aderezan el ambiente un equipo técnico un poco apático y un actor consagrado venido a menos. Y en conjunto, la peli muestra el proceso de creación desde el guion ya escrito hasta su exhibición, pasando por unos cuantos rodajes, de manera un poco ligera pero no totalmente alejada de realidad.

     Más que un relato técnico, es una historia sobre la magia del cine, sobre cómo se crean esas mismas historias que vemos en la gran pantalla y nos transportan a otros mundos. La magia de crear, de conectar con el público, de conmover. Con el guion, con la cámara, con la actuación.

     Con un punto cómico pero conmovedor, yo me dejé llevar por el indeciso Gene y la inexperta Natalie, y antes de que me diera cuenta estaba tan emocionada como ellos. Y es que el maravilloso despliegue técnico ayuda mucho. El diseño redondeado y colorido de los personajes hace muy fácil la transición a sus mundos interiores cuando crean, sueñan y se transforman. La trama fluye, los sentimientos también, entre el sueño creativo y las dificultades para hacerlo realidad.

     Es una peli hecha por y para amantes del cine. Y para los que no lo somos tanto también. Un relato ameno y divertido que deja entrever las espinas del mismo modo que la parte reluciente. No esperaba mucho de ella pero diría que es una perlita escondida.