miércoles, 18 de enero de 2023

Réquiem por el rey de la rosa (2022)

      Finalizado el trabajo y al fin libre, me lancé de cabeza contra Réquiem por el rey de la rosa (2022) con bastante hambruna (dado que hace tiempo que sufrimos una severa sequía de series yaoi), esperando disfrutar de algún tipo de trágico romance masculino. Y al menos en uno de los aspectos no me equivoqué.




     "A finales de la Edad Media, las casas de York y Lancaster se enfrentaron por el trono de Inglaterra en una sangrienta sucesión de contiendas, más tarde conocida como la Guerra de las Rosas.

     Ricardo, el tercer hijo del duque de York, está dispuesto a cualquier cosa por sentar a su padre en el trono. Pero su cuerpo esconde un secreto que le ata y le atormenta, como si de una auténtica maldición se tratara"




     También conocido como Bara-Ō no Sōretsu, es un manga shojo que se ha publicado mensualmente desde 2014 hasta 2022. Es decir, que cuando se hizo el anime, el manga ya estaba completo. Hasta el momento de su emisión, yo solo tenía la vaga idea de que iba de amor entre hombres e intrigas de palacio con mucho, mucho drama. Cuando me enteré de que se basaba en obras de Shakespeare... ya era demasiado tarde.

     Me molestaba el diseño tan femenino del protagonista, y es que en el más puro estilo manga, Ricardo no es un hombre deforme (al parecer el verdadero sufría escoliosis) sino un joven andrógino, a la vez hombre y mujer. Al principio, como se crio y educó como hombre, me fue fácil aceptar su rol como masculino mayormente y disfrutaba de ese puntito BL de la historia. Pero cuando se enamora, cuando se muestra verdaderamente enamorado, Ricardo se convierte más y más en mujer, y el género de la historia cambia a ser otro. Pero llegados a ese punto de la trama, ya te da igual, porque la historia es tan compleja y tremebunda, que es de todo menos una serie romántica.

     Y es que Ricardo está "maldito" desde su nacimiento, y solo le pueden suceder desgracias. Tiene momentos más felices, algunas victorias e inclusos oasis de paz de esos que todos deseamos que se detenga el tiempo. Son muchos años, muchos personajes, muchas batallas, traiciones y revelaciones impactantes. El trono va y viene de una casa a la otra. Se casan con primos y/o sobrinos, asesinan niños... etc etc

     No hay personaje que se salve (aunque a mí me gustaba mucho Buckingham), porque hasta al más santo se le va la olla en algún momento. Son buenos y malos, valientes y cobardes, a veces lo hacen bien y otras meten la pata hasta el fondo. En definitiva: son humanos. Y por eso es una delicia ver esta serie, porque es cruel como la vida y cambiante como la misma realidad. Está tan bien construida que a pesar de traicionar todas mis expectativas ñoñas, la disfruté casi sin pestañear.

     Eso sí: al ser recontada en 24 capítulos se me antoja un pelín atropellada. Sobre todo si tenemos en cuenta mi escasa capacidad de retentiva. Continuamente tenía que pararme y rebobinar para ponerme al día en cuanto había un salto de tiempo o aparecía un personaje nuevo. El narrador ayudaba pero no hace milagros.

     Visualmente es bastante simplona. O sea, no me refiero a los diseños del manga original, que son bellos y delicados, sino a la animación. Que no han derrochado en técnica, vamos. Fondos difuminados, colores brumosos, todo muy tétrico y carente de detalle, efectos o profundidad. Puede que sea intencionado, para seguir el rollo de ensoñación y locura del manga, pero a nivel adaptación animada se antoja un pelín pobre. Pero ya te digo, te da igual, porque todo es tan tremendamente intrincado y terrible que no es que la mera trama te atrape, es que solo quieres llegar al final para ver en qué demonios acaba todo esto. Y lo que menos te importa es si se han currado las coreografías.

     Final tiene, y es tan poco esclarecedor como el propio manga, ambiguo y libre a interpretaciones como el mismo protagonista. Así que depende de ti pensar si esto o lo otro. Pero al menos te sientes liberado.

     En conjunto, no llega a la altura artística de su manga original pero le hace buena sombra. Si primero lees el manga y luego ves la serie puede que su plasmación en movimiento te decepcione, pero al menos serías capaz de seguir mejor el argumento. Al revés (como hice yo) también ayuda a la comprensión global y a la apreciación que merece.

martes, 17 de enero de 2023

La asesina del romance (2022)

      En una de mis visitas de control a mi piso de Madrid, quedé con una amiga a la que también le gusta el anime pero menos y escogimos algo de Netflix para echar el rato: La asesina del romance (2022).






     "A Anzu Hoshino no le interesan ni la moda ni los chicos, solo quiere jugar videojuegos, comer chocolatinas y cuidar de su gato. Debido a ello, es elegida por un sistema mágico encargado de frenar la disminución de la población para motivarle a tener sentimientos románticos. A partir de ese momento, Anzu se ve privada de sus tres cosas favoritas y rodeada de chicos guapos y situaciones cliché contra los que se rebelará con todas sus fuerzas"



     La asesina del romance, o Romantic killer (ロマンティック・キラ) en su título japonés original, es una serie manga que finalizó en 2020 y a la que Netflix decidió hacerle una ONA, es decir, una adaptación animada para emitir directamente por internet (y no por televisión). Quizá por eso la calidad visual y técnica no parezca corresponder a una producción japonesa, sino que más bien la situaba en la línea de las coreanas o chinas.

     No es que sea mala de dolor los ojos, pero es de esa paleta de colores planos y brillantes, y esa animación básica y repetitiva que, sin llegar a ofender la inteligencia, apenas cumple con los estándares. Siendo el caso, me extrañó ver que era producción japonesa. Y al ver que era Netflix, ya no me extrañó tato.

     Cuando esto sucede, entonces hay que volcarse en el argumento y los personajes para ver si la sigues viendo, y aunque a mí no me enganchó mucho el arranque, a mi amiga sí le hizo gracia y cuando ella se fue, acabé viéndola completa. La prota gusta, me sentí bastante identificada jajajaja al menos como soy ahora, porque con su edad sí que estaba interesada en romance (tampoco había videojuegos ni animes a los que engancharse, así que...) Pero se la ve independiente, con carácter, aunque no carente de lado vulnerable, pero que no necesita protección, sino más bien, es ella la que ayuda o protege a los chicos que la rodean.

     Su forma de esquivar los avances del hada del romanticismo y luchar contra las situaciones románticas son hilarantes. La serie se basa en los clichés más tópicos y los usa con ironía, porque se ríe de ellos pero en realidad los explota. Los propios personajes masculinos son los chicos tipo de las series y juegos para chicas: el amigo de la infancia super buen chaval y coladísimo por ella, el principesco misterioso con trauma del pasado y el niño pequeño prepotente y tsundere. No sé en qué momento sucedió pero caí en la trampa y me dejé enamorar por el triángulo al punto de no saber decidirme cuál me gustaba más para novio de ella.

     El desarrollo de las tramas es un poco irregular al principio, pero la cosa va cogiendo cuerpo poco a poco, y consigue que llegues al final. Pasa de los trozos anecdóticos independientes a una o varias historias que avanzan lentamente en sus propias direcciones, y aunque Anzu cambia poco o nada, los chicos que la rodean sí que hacen leves evoluciones gracias a sus interacciones.

     Mucha comedia, un poco de drama... un relato bastante ágil, emotivo y divertido, con una dosis mínima de romance, no empacha ni empalaga, pero tampoco te deja con hambre. en fin, para una tarde de domingo no está mal.