miércoles, 30 de septiembre de 2020

Fairy gone (2019)

      A pocos días de terminar contrato, inesperadamente tuve un fin de semana libre, y una vez más dejé de lado la serie deportiva para tomar Fairy gone (2019), una que prometía mucho y al final se queda en ná.




     "Casi diez años después de la guerra de unificación, Zesskia aún está lejos de ser un reino totalmente pacífico. Distintas mafias e intereses políticos se mueven en las sombras en torno al poder que proporcionan las hadas.

     Marlya una joven que acude a la capital en busca de su amiga Verónica, accidentalmente entra en contacto con un hada y adquiere el poder de controlarla,  por lo que es reclutada por un ex-soldado llamado Free para formar parte de Dorothea, una organización especializada en investigar los incidentes relacionados con las hadas."


     Me costó mucho encontrarla subtitulada y no entendía por qué estaba siendo dejada de lado. Según había leído por ahí, Fairy gone era una historia original producida por P.A.Works, y por el diseño de sus personajes, parecía ser un seinen intrigante y maduro. Pero es floja, floja a rabiar.

     Y eso que tenía buenos elementos, como por ejemplo el diseño estilizado y adulto de sus personajes como mencioné antes. Y aunque la animación no era para tirar cohetes, las coreografías estaban bien coordinadas, y de esa forma, las escenas de lucha, que son prácticamente uno de los atractivos básicos de la serie, no quedan nada desmerecidas. Pero el desarrollo y planteamiento de la trama es deficiente, y en general, no hay nada que llegue a emocionar.

     Había abundantes personajes centrales y secundarios con bastante fuerza y carácter como para mantener el universo denso y complejo que se representa. Pero carece de puntos claves a los que agarrarse y girar. Los propios protagonistas son difusos, y como espectadora no podía distinguir cuál era la trama principal, si la de Marlya-Verónica o la de Free-Wolfran. O a lo mejor era Marlya-Free y por eso me despistaba. El caso es que había muchas microtramas, pero debido a un desarrollo pobre y superficial, en vez de enriquecerse unas a otras, se superponían al mismo nivel y todo queda como una amalgama confusa de acontecimientos.

     Tanto Marlya como Free tenían pasados más o menos traumáticos, pero no llegaron a calarme. No sé, es que se les ve demasiado recuperados como para empatizar con su "sufrimiento". Si no fuera porque lo repiten continuamente, no sabríamos que "sufren". No hay emoción, no hay expresividad, no evolucionan. Un claro ejemplo de desaprovechamiento era la pareja Klara-Serge, la chica seria contra el guaperas despreocupado, una pareja que hubiera aportado tanto, y sin embargo no llegan a nada más que a revolotear por ahí. Y así, muchos más.

     Sin un personaje que me enganchara, intenté volcarme en la trama, pero aprueba a duras penas. Una vez más, tiene buenos elementos pero terminan cayendo en los clichés manidos y giros previsibles debido a un tratamiento insípido. Como sea, está llena de acción y buenos enfrentamientos, pero a todo le falta un paso más, un poco de implicación, fuerza, profundidad... no sé cómo llamarlo (probablemente mañana me venga la palabra correcta) pero se queda como a medias. El propio elemento de las hadas, que es lo que debería darle la esencia a la historia, está desaprovechado. Podrían ser hadas como podrían ser granadas. No hay nada específico u original para darle identidad suficiente. Y en conjunto, la serie es pobre y olvidable.

     No recomendable, ni si te sobra tiempo.

domingo, 13 de septiembre de 2020

A falta de tiempo, buenas son películas V

     No sé por qué cuando menos tiempo tengo, me empeño en ver películas en vez de series, aunque eso sea lo que luego me acumule más cosas para comentar. Pero así soy yo.

     Después del live de Dororo, que comenté brevemente en su correspondiente entrada, me dio curiosidad por Bokura no Nanokakan Sensō (2019) "Nuestra guerra de siete días", a la que tontamente había estado confundiendo con Summer wars.




     "Cuando Mamoru Suzuhara se entera de que la chica que le gusta se mudará a Tokio cuando acabe el verano, la invita a escaparse unos días de campamento. Aunque la idea era estar los dos solos, otros compañeros de clase se acaban uniendo por diferentes razones. 
     Sin embargo, en el lugar elegido para su campamento secreto ya se esconde alguien más y su pequeña escapada se acaba convirtiendo en un símbolo de resistencia juvenil contra la tiranía del mundo adulto."




     Si lees las sinopsis que hay por internet (como hice yo antes de verla) te llevará a confusión, ya que es más bien como lo describo yo: un grupo de chavales planean un campamento secreto, así que nada de "desaparición" y mucho menos de una clase entera. Y tampoco es un plan para rebelarse contra los adultos, sino más bien algo que surge después. Así que no esperes nada mágico ni misterioso, es una película sobre los sentimientos y las complejas relaciones entre adolescentes.
     Para empezar, ni siquiera son un grupo de amigos. El prota invita a la chica que le gusta, ella a su mejor amiga, y esta arrastra a alguien que la escuchó por casualidad y ese alguien trajo a su amigo, etc Hasta formar un grupo raro que no termina de encajar del todo, pero que gracias al personajillo que se esconde en la mina abandonada, acaban haciendo una causa común. Sin embargo, la presión a la que se ven sometidos, en determinado momento hace estallar sus emociones y muchos secretos salen a la luz. Conflictos que acaban resolviéndose, claro está, y les ayuda a enfrentar sus propios problemas familiares.
     Esta película en realidad es un remake adaptado a 2020 de una de acción real de 1988 que tuvo una secuela en 1991, y que se basa en una serie de novelas de 1985. No sé cómo será la historia original, pero a mí esta adaptación me parece bastante aceptable de forma independiente.

     Una semana después, empecé a ver Sora no Aosa o Shiru Hito yo (2019) solo por ver de qué iba (esta vez, no había leído sinopsis alguna) y acabé llevándome una grata sorpresa.



     "Aoi es una adolescente malhumorada que lo que más desea es que su hermana mayor Akane pueda recuperar la vida a la que renunció por tener que cuidar de ella. 
     La oportunidad se presenta con motivo de una celebración local, cuando el antiguo novio de Akane regresa después de 13 años, pero lamentablemente se ha convertido en un tipo amargado y depresivo. Sin embargo, en el templo donde solía practicar la vieja banda aún permanece vivo el recuerdo de los sueños de su juventud."



     Al principio me temía estar frente a un "recuentos" con fondo musical y melodrama familiar entre hermanas, y casi me duermo durante los primeros 15 minutos (literal, la empecé a ver entre semana y estaba muy cansada) pero de repente aparece un nuevo personaje y cambia el ritmo completamente. Aún así no es que sea algo totalmente inesperado o sorprendentemente nuevo, pero sí que añade un toque de frescura a tanto personaje tristón y melancólico. Es comedia, es romántica, y tiene su corazoncito. Amor juvenil y amor adulto, sentimientos estancados que por fin consiguen salir adelante. En definitiva no es el dramón lentorro y pastelón que aparentaba ser por el cartel y el título ("Para aquellos que conocen el azul del cielo"), de ahí que fuera una grata sorpresa. La pena es que empezara a verla tan tarde y que no hubiera mejores subtítulos, pero la verdad es que me gustó mucho mucho.

     Ya que estaba dándole salida a todas las pelis atrasadas, me vi Gakkō Gurashi! (2019), una adaptación a imagen real del anime de 2015.


     "Kurumi es una estudiante aficionada al deporte que empieza a vivir su primer amor con un senpai del club. Durante sus tutorías con la enfermera de la escuela, conoce a Yuki Takeya y Yuri Wakasa, con las que acaba formando el Club de la vida escolar, que consiste en vivir todas juntas en el instituto."
     Es difícil hablar de esta franquicia sin hacerte el spoiler mortal. Lo mejor es no saber mucho de ella, como me pasó a mí cuando vi el anime allá por 2016. El primer episodio es tan inocente y tonto que me hizo pensar varias veces WTF con esta trama, pero había detalles raros que no encajaban. ¿Viviendo en el instituto? ¿Es eso posible, aunque sea un Club? Y finalmente se descubre el pastel y ya no pude dejar de verlo.
     No sé si por la sorpresa perdida, pero la peli no me parece tan fuerte como el anime. Las actrices reales se ve que se contienen, mientras que las animaciones son más libres de volverse salvajes, supongo. En cualquier caso, me gustó rememorar la impresión que me dejó esta historia, que fue en gran parte uno de los motivos principales por los que decidí empezar este blog.

     Tres pelis, tres recomendaciones. La verdad, no me salieron mal.