lunes, 18 de mayo de 2020

Grimms Notes The Animation (2019)

     Para darme un descanso de mangas, animes y blog, a raíz de una conversación con una amiga que hace poco ha descubierto Netflix, decidí darle una oportunidad a Black Mirror a ver si era tan buena como dicen. Sin entrar en debates, lo cierto es que me producía tan mal rollo y nerviosismo, que me busqué un anime ligerito para intercalar y deshacer la ansiedad. Bueno, dos en realidad. El primero fue Grimms Notes The Animation (2019).






     "Ex y sus compañeros viajan entre los diferentes mundos de los cuentos creados por los Narradores, velando porque sus protagonistas cumplan con su destino. Su misión es impedir que estos mundos sean destruidos por los Narradores del Caos, cuyo objetivo es cambiar las historias para liberar a sus personajes de la tiranía de sus destinos."









     Grimms Notes se basa en un juego de rol gratuito para móviles, algo que se nota nada más empezar a ver su adaptación animada. No hay mucha historia detrás ni delante, es un pequeño cuentecito de aventuras de un grupo de personajillos, cada cual con sus más y sus menos en el pasado, pero que ahora corretean alegremente unidos por la amistad y la determinación de su misión.

     Técnicamente lo que más destaca es su magnífico diseño visual de personajes pero incluso en eso falta profundidad. Los movimientos y animaciones no son nada complicado, por lo que las escenas de acción no son precisamente trepidantes. A ver, no es una serie mala, en sí y como tal. Está bien hecha pero se nota que fue a por el aprobado raspado. Y pasar pasa, como producto para fans del juego supongo que es aceptable, pero no aporta mucho a los que no lo hemos jugado.

     A mí al menos me sirvió para lo que pretendía: descansar un poco de la tensión de la otra que estaba viendo. Y quieras que no los argumentos episódicos tenía cierta trama, aunque el hecho de mezclar El Quijote, la Caperucita, e incluso a Juana de Arco en el mismo saco no me queda muy coherente. Llegué a cogerle cariño al prota y a la prota, sea dicho, pero me pareció más interesante lo que planteaban "los malos". Al fin y al cabo, no todos los cuentos tienen final feliz, y aunque así sea,  algunas historias son bastante espeluznantes. Si no fuera porque al cambiar las historias, ese mundo se destruía, yo me hubiera puesto del lado del caos contra la tiranía del Narrador, qué diablos, liberando a la gente de sus destinos fijados de antemano y de tener que revivir la misma historia una y otra vez.

     O sea, que entre que la historia no tiene fundamentos muy sólidos, los personajes son bastante planos y la propia teoría que los mueve hace un poco de aguas, esta serie no presenta ningún aspecto interesante ni novedoso que pueda darle cierto atractivo destacable. Sin embargo, como hace más que un leve intento de darle a todo una dimensión más grave y oscura, no termina siendo irremediablemente aburrida, sino que se deja ver con bastante ligereza. No es recomendable si tienes mejores cosas que hacer, pero para hacer de telonera de Black Mirror viene de maravilla.

viernes, 1 de mayo de 2020

Dorohedoro (2020)

     Tras una charla con un colega temporal, aumentó mi curiosidad por ver Dorohedoro (2020), ya que por lo poco que sabía de ella, no era una serie convencional, y según este colega, me iba a rallar la cabeza. Bueno, había superado varias fases de ralladeras durante el confinamiento, así que pensé que ya podía rallarme con otras cosas menos reales.







     "Durante años, los magos han usado a los habitantes de la oscura ciudad de The Hole como material para sus experimentos. Kaiman y Nikaido son cazadores de magos que luchan por ayudar a los afectados, mientras buscan pistas sobre la identidad del propio Kaiman, a quien un mago le puso una cabeza de reptil y le borró la memoria."








     Sin duda se trata de un universo diferente a lo que suele ser habitual. Primero, animación asistida por CGI. Segundo, fondos barrocos, oscuros de un futurismo decadente y estética ciberpunk. Y tercero, pese a todo, el tema central es la magia. Un contraste interesante y que ofrece muy buen resultado. Mucho humor negro, situaciones grotescas y bastante gores en ocasiones, que superado el primer impacto, generan hasta risas.

     Lo que me tuvo enganchada de todos modos no fue su maravilla ni su técnica, sino el gran enredo de su trama principal, llena de enigmas, misterios y grandes revelaciones dosificadas con habilidad de cuando en cuando. Eso sí, con cada misterio resuelto o nueva pista, aparece otra incógnita aún mayor y te lleva al siguiente nivel de complicación, de manera que no parece acabar nunca.

     Y de hecho, no se acaba. Son solo 12 capítulos, y aunque no hay un minuto en el que no pase nada, la historia es de tal complejidad que apenas parece que hayamos empezado a rascar la primera capa. Y es que cuando tratas con asuntos mágicos, las cosas pueden salir por cualquier parte. No hay forma de predecir nada porque las leyes de este mundo no están establecidas de antemano, y se van descubriendo sobre la marcha.
     Gente medio convertida en insectos, o descuartizadas pero vivas, champiñones gigantes saliendo del cuerpo de la gente... El protagonista mismo tiene cabeza de cocodrilo y alguien que parece vivir dentro de él. En esta serie puedes esperar cualquier cosa y sin embargo te seguirá sorprendiendo. La pena es que haya tenido este desarrollo tan corto y te deje con sensación de producto inacabado.

     Si hay otra temporada, que la habrá, espero que nos dé un cierre más completito para dejarme con mejor sabor de boca.