martes, 13 de agosto de 2019

RobiHachi (2019)

     Como siempre visito las mismas cuatro páginas para estar al día de las series de temporada, con frecuencia se me pasan algunas de las menos populares, y que por un motivo u otro, podrían acabar interesándome. Así que repasé el Anime Chart de la pasada primavera, y una de las afortunadas fue RobiHachi (2019), que no pensé que la terminaría pero, oye, al final sí.





     "En el año 51 de la Nueva Era Galáctica, Robby Yarge intenta triunfar con algunos negocios rápidos pero no consigue más que perder a su novia y ser perseguido por los cobradores de deudas. Uno de estos cobradores resulta ser un joven llamado Hatchi Kita quien, por accidente, queda atrapado en la nave de Robby cuando éste logra huir de la Tierra.
  Tras algunas discusiones, Hatchi acaba uniéndose a Robby en su viaje hacia Isekandar: un legendario planeta donde todos encuentran la felicidad."




Por la calidad del diseño y animación, al principio pensé que estaba ante una producción china adaptada, pero nop: RobiHachi es una producción japonesa. Superada esta mala primera impresión, me dejé llevar poco a poco por el absurdo de su planteamiento y comencé a verle el sentido.
     Como dicen al final de su primer episodio, esta no es una serie de mechas (aunque tenga un robot gigante en ella). Es la historia de un viaje de dos desconocidos por una serie de planetas donde irán conociendo gentes y resolviendo pequeños conflictos, al tiempo que van conociéndose entre ellos y a sí mismos. Al principio es una huida. Tanto Robby como Hatchi están huyendo de sus pasados y sus responsabilidades, y emprenden la búsqueda de la felicidad representada por el planeta Isekandar, donde se cree que todos encuentran solución a sus problemas y ven cumplidos sus deseos.
     Sin embargo, el viaje en sí les ayuda a descubrir cosas de su pasado que no sabían. Y que muchas de las cosas que creían, en realidad no era ciertas. La mayor falacia, por supuesto, es el propio planeta Isekandar, pero para cuando llegan allí prácticamente ambos ya se han dado cuenta de que la felicidad no es algo que se pueda conseguir comprando un amuleto, y a su modo particular, aceptan la realidad y asumen sus responsabilidades.

     La ambientación futurista-espacial le da la oportunidad de expandirse en el absurdo de diseños y situaciones que, sin embargo, se basan en conceptos sociales y tradicionales. El género que predomina diría que es la comedia ligera, ya que ni roza temas graves ni desborda hilaridad. Todo se mantiene dentro de un tono de normalidad cotidiana. Su tono comedido (y ciertos cameos descarados) me trajeron a la memoria Binan Kōkō Chikyū Bōei-bu Love! Love!, serie que he visto pero no comentado porque... no sabía cómo describirla. Y es que comparten al mismo creativo.

     Desde luego no es un anime al uso y entiendo que no haya tenido mucha difusión. Es un tipo de humor muy japonés y podría resultar aburrido para el otaku medio. Pero tiene su rollito, y para echar la semana tranquilamente, a capítulo diario antes de irse a dormir, pues no está mal.

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