Además de que he estado muy perezosa para escribir entradas, y para no tener que hacerlo me he puesto a ver doramas y otras vainas, resulta que Mahouka Koukou no Rettousei se me atascó. Aprovechando la segunda temporada, me revisé la primera que ya vi hace años y no sé por qué no me cuadraba lo que recordaba de ella, como si me faltaran episodios, un arco o película.
Me vi la primera temporada completa (2014), la película (2017), la segunda temporada (2020) y el episodio especial del pasado (2022). Y creo que de momento eso es todo lo que hay (más un spin-off que no me atrae nada y que quizá se la clave de lo que me pasa, y una próxima tercera temporada que llegará este año 2024 al parecer). Así que lo voy a dejar pasar o no avanzo.
"El avance científico ha convertido la magia en una ciencia tecnológica sistematizada. Los usuarios de poderes sobrenaturales son considerados magos técnicos que serán entrenados a través de las escuelas y universidades. Es el primer día en el instituto de los hermanos Shiba, y debido a sus diferentes capacidades mágicas, Miyuki entra en el Curso Principal mientras que Tatsuya no logra clasificar. Sin embargo, sus excepcionales habilidades de combate le convertirán en un caso irregular en las calificaciones tradicionales de la escuela."
El irregular en la Academia de Magia es una serie de novelas ligeras, lo cual se refleja en lo complejo de las tramas y en las interminables descripciones técnicas. Es una sociedad altamente estratificada donde las familias juegan un importante papel en todos los aspectos de la misma: política, ciencia y por supuesto economía. Y, cómo no, los polluelos de estos grupos familiares con poderes mágicos, futuros dirigentes de la sociedad, son vigilados y clasificados en las escuelas de magia.
Nuestros protagonistas llegan al instituto ya segregados según sus capacidades. Se van dando a conocer, hacen amigos y enemigos. Y lo quieran o no, acaban involucrados en incidentes y misiones debido a sus conexiones. Tatsuya es el todo poderoso onii-sama de Miyuki, que sin embargo se esfuerza en mantener un perfil bajo, ya que su único propósito en la vida es proteger a su hermana, heredera del clan. Pero sus habilidades están tan fuera de rango que no se escapa de ser descubierto por sus compañeros más cercanos.
Lo más destacable en cuanto al argumento es la peculiar relación de los hermanos Shiba: adoración mutua, ama y sirviente, rallante a lo incestuoso. Miyuki tiene una gran capacidad de poder mágico y enormes aptitudes prácticas, mientras que Tatsuya apenas tiene poder, pero posee una abrumadora habilidad de análisis y desarrollo tanto tecnológicos como estratégicos, lo que le permite realizar proezas inimaginables. Y una personalidad estoica e imperturbable, que o le amas o le odias, ya que apenas enarca una ceja o medio sonríe de vez en cuando. Es tan cool...
El resto de personajes también se presentan sólidos y bastante redondos. A pesar de la predominancia femenina, también hay chicos que aportan su encanto y su fuerza, siendo tanto ellas como ellos dignos personajes de soporte para onii-sama, y que con sus dramas particulares, aportan más dimensiones a este universo.
En cuanto a la técnica, no hace gran alarde pero tampoco desmerece. Gran acierto en el uso de la paleta de colores donde la luz y la sombra disfrazan los bidimensionales escenarios estáticos. Las escenas de acción, asistidas por ordenador, cómo no, fluyen con naturalidad aunque ralentizadas debido a las necesarias explicaciones de lo que está sucediendo. En resumen, es más una serie de intrigas y politiqueo que de batallitas, pero las que hay, son chulas.
Lo emitido hasta ahora, cierra arcos y pero deja abiertos otros asuntos importantes, ya que las novelas siguen publicándose. Estaremos pendientes de esa tercera temporada prometida a ver si descubrimos algo más, pero si no, tampoco me voy a morir. Tatsuya es sin duda un personaje único, igual que su relación con su hermana, y aunque el mundo en el que vive desprende originalidad y tiene buenas bases, el hecho de que tengan que explicarlo todo puede inducir al bostezo.
Si superas el rollito de los hermanos Shiba, te puede gustar bastante.
