domingo, 16 de abril de 2023

Genjitsushugi Yūsha no Ōkoku Saikenki (2021)

      En otro impás de mi vida laboral, pero con una formación prometedora, busqué una serie que no me distrajera mucho, y Genjitsushugi Yūsha no Ōkoku Saikenki (2021) fue una elección perfecta.




     "Kazuya Souma, estudiante de Humanidades, es invocado a otro mundo por el reino de Elfrieden para enviarlo como tributo al Imperio que lucha contra el Rey Demonio. Sin embargo, gracias a sus conocimientos económicos y políticos, Souma idea otra forma de pagar el tributo sin tener que arriesgar su vida.

     En ese momento el rey decide cederle el trono y concederle la mano de su hija a cambio de que siga aplicando sus conocimientos y salve al reino del hambre y la bancarrota."




     Como se ve a simple vista, Genjitsushugi Yūsha no Ōkoku Saikenki ("Cómo un héroe realista reconstruye el reino"), conocida en España como Crónica de la restauración de un reino es un isekai de manual, sin embargo si nos basamos en su título, ya se deja adivinar que muy de aventuras no va a ser. Harén... bueno, tenerlo lo tiene, el chaval no se puede quejar, además el reino permite la poligamia, pero no tiene mucho picante. Además hay una serie de personajes masculinos bastante potentes para compensar y darle vida coherente a las tramas.

     Pero es sosa sosa sosa. Como su protagonista, vaya. Este joven japonés no se deja abrumar por la rocambolesca situación de ser secuestrado a otro mundo como ofrenda para la guerra. Desde el primer momento es capaz de mantener la calma y la sangre fría suficiente como para incluso negociar y planear estrategias económicas nada más llegar. ¿Que le hacen rey? Pos vale. No pasa nada. He leído libros de Maquiavelo y sé perfectamente cómo gobernar un país en apuros.

     Sus planes, para mi gusto, a veces son algo sacados de la manga, y encima parecen dar frutos de manera casi inmediata, cuando algunos deberían ser más a largo plazo, pero bueno. Se siembran algunas semillitas de misterios y traiciones, alianzas y pasiones que hacen que no te aburras del todo, pero ya te digo que con un prota tan flemático, que apenas le tiembla el pulso cuando tiene que tomar las primeras decisiones que implican la muerte de otras personas, no es capaz de hacer vibrar mi corazón en ningún momento.

     Dan unas explicaciones larguísimas, lo que hace que te aburras cada cinco minutos de interés genuino. Poca comedia, poca emoción... No sé, no recuerdo nada especialmente conmovedor, aunque reconozco que las explicaciones del antiguo rey y su esposa de por qué tomaron la decisión de hacerle rey me hicieron quedarme hasta el final y, bueno, no me pareció mal cierre.

     Pero vamos que si hay otra temporada (que me ha parecido que leer por ahí que la habrá) no creo que la retome. Agur, chaval.