Dando un paseo por internet, de repente me topé con Tokyo Ravens (2013), y por más que la miraba y remiraba, no era capaz de discernir si ya la había visto o no, así que le di por si acaso.
"Harutora Tsuchimikado pertenece a la rama secundaria de una prestigiosa familia de sacerdotes Onmyojis, pero como él no posee talento alguno para la magia, lleva una perfecta vida normal en las afueras donde su padre lleva una clínica para enfermos espirituales.
Pero un día, Harutora y sus amigos son atacados y el heredero de la familia acude en su ayuda, tras lo cual decide mudarse a Tokyo para devolverle el favor convirtiéndose también en onmyoji."
Siendo como es del género sobrenatural y folklórico japonés que tanto me gusta, aunque prefiero el mundo de los yokais, me extraña muchísimo que se me haya pasado por alto, pero todo puede ser. El caso es que no es de las mejores que haya podido ver, así que, conociéndome como me conozco, no me extrañaría nada que la hubiera visto y olvidado.
A ver... mala no es. Tiene buena base, un argumento decente, personajes con carisma, intrigas y traiciones por doquier, etc pero le falta profundidad. Todo ocurre de forma bastante ligera y superficial, casi como si no doliera nada. No se siente peligro real ni dolor apenas, no juega nada con las emociones. Un paseo, una aventurilla, y hala. ¿Que se derrumban edificios y muere gente? Nah, tú tira palante que la vida es así.
Animación y diseño estándar, no destaca pero tampoco desmerece, aunque las escenas de lucha, que no son pocas, no alcanzan la espectacularidad esperada si te basas en el esfuerzo que los personajes ponen en ellas. Al fin y al cabo, se trata de combates mágicos, algunos apoteósicos, pero al no ser acompañadas por una técnica a la par, se quedan al nivel estándar medio de toda la serie.
El elenco de personajes es variado pero no todos tienen el mismo peso y eso descoloca. Mientras Suzuka Dairenji es poderosa y prácticamente onmipresente, el pobre Tenma Momoe no es más que una sombra de la que poco se sabe. Igualmente, la terrible infancia de Suzuka se pasa bastante por alto, no siendo coherente su personaje con el sufrimiento que padeció. Me quedo sin embargo con Toji Ato, el ex-gamberro amigo de Harutora, y el profesor Jin Otomo, personajes que presentan varias capas y cierta evolución a lo largo de los episodios.
La trama principal da vueltas continuas en torno a la pareja protagonista, de manera que se adivina pronto el verdadero meollo de la cuestión, pero no por eso me desagradó. Sí eché de menos el clásico "progreso a través del esfuerzo" que esperaba de Harutora en sus días de escuela, quedándose todo en pequeños saltos o círculos y haciendo más escenas de trama amorosa que entrenamiento o mejorías.
Y en cuanto al final... mejor no hablar, ya que tira del típico final abierto y agridulce que no satisface a nadie y deja la puerta abierta a una siguiente temporada (que nunca llegará). Pero bueno, ahí quedó, entretenida y tal, pero no dejará ninguna marca.
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