Llevaba ya tiempo esperando que terminara de emitirse Black Clover (2017) para poder hincarle el diente, tanto que cuando llegó el último capítulo 3 años después ni me acordaba ya. Finalmente la rescaté del baúl de los animes en emisión y me di un buen maratón.
Estamos ante un típico ejemplo del manga de género shonen por excelencia, como hacía tiempo que no veía ninguno.
Black Clover es uno de los mangas estrella de la Shonen Jump que lleva publicándose desde 2015 y cuya popularidad sigue en alza. El anime, como dije, empezó a emitirse en 2017, momento en el que se anunciaron 13 episodios, pero antes de su finalización se anunció que serían 51. Sin embargo llegaron a emitirse 170, terminando por fin en 2021, con el anuncio de una próxima película, de la que aún no sabemos nada. El manga, por supuesto, continúa publicándose, y ahí estoy yo semana a semana.
A lo largo de tantos capítulos, la calidad técnica de la serie pasa por varias fases inevitablemente. Afortunadamente, a medida que avanzamos, la cosa va mejorando de los garabatos casi irreconocibles del principio a las escenas apoteósicas de los momentos clave. Aunque vuelva a decaer en los episodios de relleno, suele levantarse para las batallitas más míticas, pero en general, es bastante chusquera.
Pero eso no importa tanto, ya que el desarrollo de la trama, bastante fiel al manga, posee todos los encantos de este género: héroe de origen misterioso, torpe, bueno, cabezota, valiente, que se esfuerza siempre y se rinde nunca, con un sueño imposible al que pese a todo sigue acercándose. Y un amigo-hermano-rival, y un grupo de colegas tarambanas pero igual de buenazos y poderosos que él... Y unos enemigos cambiantes, intrigantes y carismáticos, una trama que evoluciona y cambia sin perder el objetivo final del prota, a la que van sumándose otros personajes y otras historias, llenas de sorpresas, traiciones y mucha, mucha acción.
Los 170 capítulos del anime dan para muchos arcos, que abren y cierran. Muchas de las incógnitas, como por ejemplo el origen de nuestros héroes, llegan a desvelarse, cosa que es muy de agradecer. Se resuelve algo y se plantean nuevos interrogantes, la cosa no decae, y a pesar del relleno y la dispersión debido al amplio abanico de personajes relevantes, no llega a despistarte lo suficiente como para aburrirte en historias satélite.
Para mi gusto, solo falta algo más de seriedad en las tramas amorosas. Por lo demás, y aunque la comedia es algo omnipresente, tiene mucho drama también. Cada personaje tiene su ladito oscuro, unos más y otros menos, y eso es lo que me gusta de todo. Que hacen el ridículo cuando se puede, y se ponen serios cuando deben.
En definitiva, tiene todo lo que un shonen debe tener (aunque puede que algunos echen de menos algo más de fanservice), y además cuenta con una frescura muy actual sobre un tema tan clásico. Para mí podría decirse que es una de las imperdibles.
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