Bueno, pues esta es la segunda serie que terminé anteriormente pero que había quedado a la espera de la movie. Y entre unas cosas y otras, decidí espaciarla un poco más para volverla a ver desde el principio. Así que después de terminar la tercera temporada de Cobra Kai, me dejé llevar por una recomendación y acabé viendo la primera (y única hasta el momento) de Upload, en Amazon Prime. Y finalmente, me dispuse a disfrutar por segunda vez de Given, aun más y mejor que la primera.
"Ritsuka Uenoyama es bueno con la guitarra y, aunque no abandona sus prácticas con la banda, parece haber perdido la pasión con la que comenzó. Un día descubre que su sitio favorito para las siestas del almuerzo ha sido invadido por un extraño chico que se aferra a una guitarra con las cuerdas rotas..."
Yo ya había visto por ahí imágenes y artículos que hablaban del manga de Given pero no despertó especialmente mi interés. Me daba la impresión de ser un manga de adolescentes melancólicos que querían ser músicos o algo así. Y aunque en su día disfruté de Beck y otras del género, cuando salió el anime y vi que solo tenía 11 episodios, me dio más pereza aún. Pero bueno, cuando finalmente le di la oportunidad descubro con sorpresa que, además de musical, y quizá por encima de eso, se trata de una historia BL o shonen ai o como se quiera llamar. Ni que decir tiene que me hicieron los ojos chiribitas, ya que últimamente este género escasea al límite de ser desesperante.
No me equivoqué en lo de la melancolía, ya que el detonante de la historia es de un drama que da miedito, pero al mismo tiempo está salpicado de tantos puntos divertidos y cómicos que resulta una dulce amargura de lo más deliciosa. Los protas difieren tanto en carácter como en punto de partida: Uenoyama es taciturno, algo bruto y bastante temperamental; Mafuyu es introvertido, callado y fundamentalmente inexpresivo. El primero es virgen y sin historial amoroso. El segundo ya cuenta con un primer amor intenso y doloroso a su espaldas. Uenoyama aprenderá a ser considerado y tratar de entender a los demás. Mafuyu, por el contrario, a expresar sus sentimientos. Básicamente, la cosa es así.
Con ellos están Haruki y Akihiko, el bajo y el batería, ambos universitarios, protagonistas de su propio triángulo que, en principio, se mantiene al margen de la pareja principal, pero que intervienen de manera bastante activa en el desarrollo de la relación Ue-Mafuyu, ya que de ello depende el futuro de la banda.
Técnicamente, mola mucho el tono soft de los dibujos y colores, como si hubiera un halo permanente haciéndolo todo mas tierno. Animación correcta, con algo de CGI para las actuaciones musicales, poco detalle en los movimientos, ya que quitando dos o tres actuaciones, el resto es diálogo y situaciones tranquilas. La música, por su parte, sigue el rollito tragicómico de la imagen, al menos en lo que se refiere a las ambientaciones, porque la banda es de rock, y quizá por ese contraste, resulta tan impactante la primera vez que Mafuyu canta por fin, gritando todo lo que llevaba guardado.
Ni que decir tiene que lloré todas y cada una de las veces que vi esa escena (que han sido más de dos), leyendo la letra y escuchando la canción con los huesos. Y nada, ahora mismo estoy enganchada a las 5 canciones de la serie. Bueno, 3 sí son de la serie (opening, ending y Fuyu no hanashi, la canción de Mafuyu), las otras dos son de la película, que más que película, viene a ser un episodio largo continuación de la serie, donde al mismo tiempo que Mafuyu y Uenoyama aprenden a ser pareja y componen un nuevo tema juntos, los mayores Haruki y Akihiko nos cuentan de qué va su rollo.
Esta pareja tampoco está exenta totalmente de drama aunque no es tan trágico como el protagonista. Un triángulo con una punta bastante problemática, a quien Mafuyu llega a conocer, y que sirve de inspiración para su segundo mensaje al mundo.
Me quedé con tanta hambre después que corrí a por el manga, pero tampoco es que haya avanzado mucho más desde el punto en el que se queda la peli.
Se centra un poco en una tercera historia, la de los amigos del colegio de Mafuyu, y los nuestros siguen presentes pero sin grandes cambios, así que habrá que esperar unos cuantos capítulos más (si los hubiera) para ver algún giro o avance interesante.
Dentro de la sequía de series shoujo y shonen ai que venimos padeciendo desde que la industria entró en crisis, es un oasis refrescante que sabe a realmente poco, pero que se agradece enormemente. Ojalá más. Ojalá igual.
EDIT 10/01/2021. Pues resulta que salió una miniserie live action de este grupejo y aunque no tenía muy buen pinta, al final terminé viéndola entera.
El argumento es prácticamente el mismo, salvo algunas omisiones, para hacer que el arco principal encaje en sus 6 escasos episodios. Las canciones son distintas también pero igualmente están muy chulas. El mayor problema desde mi punto de vista era el actor que hace de Mafuyu... Se llama Sanari y es un compositor y cantante de cierta popularidad salido de youtube.
No es que sea feo pero no entra en mis cánones, y al caracterizarlo, lo dejan aún peor. Dejando eso a un lado, sus compañeros están bastante potables, así que hice lo posible por dejarlo pasar. Pero es que es quien lleva todo el peso de la movida, y su sobreactuación está todavía por encima de la de sus compañeros. Y cuesta mucho no sentir vergüenza ajena en los momentos cruciales.
En general, raya lo mediocre pero es aceptable para fans. Los momentos dramáticos son demasiado pesados y carece de los puntos cómicos de la historia original. Entretiene, pero hay que tener ganas.
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