He estado tonteando con pelis y otros asuntos, más bien de vaga en general, así que me puse a ver Akiba's Trip: The Animation (2017) en los ratos muertos.
"Tamotsu Denkigai es un otaku que se pasa la vida en Akihabara. Un día, su hermana y él se ven envueltos en una pelea entre una especie de demonios y una extraña chica con poderes. Durante la lucha, Tamotsu cae herido de muerte y la misteriosa chica salva su vida convirtiéndole en lo mismo que ella. A partir de ese momento, Tamotsu no podrá salir de Akihabara y deberá luchar contra aquellos que tratan de destruirla."
La verdad es que, a pesar de no ser muy fan del humor absurdo, esta serie tiene algo que atrapa. La historia original está basada en una saga de videojuegos y, aunque la producción es de Gonzo, la calidad no es muy allá. Si a eso le unimos una trama ligera y alocada llena de fanservice, nos queda un producto bastante mediocre que, sin embargo, no carece totalmente de encantos.
En primer lugar, en cuanto al fanservice, está bien justificado mediante el argumento (para derrotar a los enemigos hay que desnudarlos antes de que te desnuden a ti) y debido a la mala calidad de animación y diseños, la cosa queda bastante diluida. El prota por su parte, no es un pervertido salidorro y está más interesado en frikear que en ver las bragas de nadie.
Los episodios son básicamente independientes, aunque los personajes que introducen suelen seguir apareciendo, y el hilo conductor permanece en un lento pero inexorable avance hasta el boss final. La trama está repleta de situaciones inverosímiles y cómicas, con un intento paródico de gravedad, y sobre todo, de absurdo, mucho absurdo. Y así se hace ligera y fácil de llevar al tiempo que te saca una risa de vez en cuando.
No conozco el barrio de Akiba, pero me apuesto lo que sea que muchos de los sitios que salen son reales. También se mencionan personajes, juegos, series, etc a veces de forma directa y otras indirecta. La serie al completo es un canto a las bendiciones del mundo otaku a través de la exaltación de su ciudad sagrada, pero desde un punto de vista irónico donde no dejan de reírse de ellos mismos. Los idols, las maids, la electrónica, los militares, los concursos, performances, cosplayers... Todo se trata en torno de burla pero siempre desde el cariño. Un buen homenaje a la subcultura otaku sin caer en fanatismos ni extremos. Quizá por eso la vi entera, pero no creo que caiga en una improbable segunda entrega.
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