La siguiente que cayó el fin de semana que fui a Málaga fue Koi to Uso (2017) o Love and Lies como tanto les gusta a las distribuidoras hispanoparlantes.
"Para mejorar la tasa de natalidad y reducir el número de divorcios, Japón ha establecido un sistema infalible que asigna a cada ciudadano su pareja ideal. Desafiando dicha ley, Yukari Nejima se confiesa a su compañera Misaki Takazaki, quien parece corresponderle con la misma intensidad. Sin embargo, cuando Yukari recibe la notificación del Gobierno, su pareja asignada es otra chica."
Sabiendo que el manga llevaba poco tiempo publicándose ya sabía que sería una serie incompleta, pero tenía ganas de ver una romántica. Técnicamente no es nada del otro mundo, una animación y diseño típicos de serie media que basa todo su encanto en una trama romántica a cuatro bandas.
El prota, demasiado soso para mi gusto, de vez en cuando saca cojones y da algún susto, pero apenas sale de su línea de bobo enamorado, ingenuo y bueno con todo el mundo. Cualquiera de sus amigos le supera en atractivo como personaje. Desde su estoico amigo guapísimo y mega popular, hasta la aparentemente cabezahueca de su novia asignada demuestran tener más profundidad y evolución en los 12 episodios que él. Y por encima de todos, la enigmática heroína, Misaki Takazaki, que poco a poco desvela cosas de su familia y su pasado, que parece guardar un terrible secreto que no puede contar a nadie si quiere proteger a su querido Yukari. Es mentirosa, es fuerte y decidida, muy lejos de la Yamato Nadesiko que esperaba encontrar.
En realidad no es tan comedia como pueda parecer, más bien tiene tintes dramáticos con un trasfondo oscuro y raruno que cada vez se complica más. Me fui corriendo al manga a ver si descubría algo más, pero los capítulos son vergonzosamente cortos y la historia no avanza mucho más allá del anime.
El final de la serie es bastante ambiguo. Parece cerrar el arco con una decisión por parte del prota bastante cuestionable moralmente hablando, pero no es más que una de sus interpretaciones. Como digo, el manga sigue y no sigue por ahí, pero tampoco es que el prota deje muy claro qué es lo que va a hacer con su vida.
Me gustará saber de ellos en alguna temporada futura, o incluso tal vez retome el manga cuando lleve algunos capítulos más, pero tampoco me va a quitar el sueño.
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