Recién estrenado Netflix (he sido de las últimas de mi entorno en ponerlo) y con la limitada memoria de mi tablet, opté por ver algo online y así cayó DEVILMAN crybaby (2018), una recomendación de mi amigo italiano, muy aficionado a este tipo de series.
"Akira Fudo es un debilucho de buen corazón que un día descubre que los demonios han empezado a invadir la sociedad humana. Arrastrado por su amigo Ryo, un experto científico, Akira termina convirtiéndose en un medio demonio y decide usar su nueva fuerza para defender a los humanos de los ataques demoníacos."
Lo que puede parecer una sinopsis típica de un shonen de superhéroes (o antihéroes) esconde en realidad una historia demencial, alucinógena, brutal y bastante gore con algunas que otras tremebundas escenas de sexo y violencia explícitos. Todo ello, eso sí, con un diseño bastante idealizado y una paleta de colores lo suficientemente surrealista y tenebrosa para que el choque visual no sea tan realista y se deje ver... aunque a veces cueste.
DEVILMAN crybaby está basada en un manga de Go Nagai, y de hecho es un remake de la serie original emitida en los años 70, que ha sido producida por el monstruo Netflix en honor al 50 aniversario del artista. Adolece de bastantes fallos de guión, incoherencias de personajes, saltos incomprensibles de espacio y tiempo... que a veces provoca que te pierdas un poco, pero el material en el que se basa es tan sólido que en conjunto se convierte en una buena pieza.
No sé... si aceptas pronto el pacto, te encanta. Si no, solo vas a ver que la evolución de Akira es difícilmente natural; que en general los personajes apenas reaccionan a las situaciones más estrambóticas y sobreactúan en otras que no son para tanto; que la amistad entre Akira y Ryo se sostiene por los pelos... Así que lo mejor es que te dejes llevar, pases por alto esas pequeñeces y disfrutes de la bacanal.
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