Madre mía, dos meses desde mi última entrada... Sí, señores, así de liadísima he estado con mi curro en la peli yanki, en la cual aún sigo, pero ya de vuelta en casa y más relajado todo. Así que voy a intentar ponerme al día con esto. Realmente no sé si la siguiente que vi fue Kurokami: The animation (2009) o no pero a estas alturas lo importante es que la comente ya antes de se me olvide por completo.
"En este mundo, cada persona tiene dos dobles idénticos físicamente pero con distinta cantidad de suerte. Si dos de ellos se encuentran, el que posea menos suerte morirá, cediendo su vitalidad al vencedor.
Keita Ibuki ya ha perdido a varios seres queridos por lo que cree estar maldito y trata de alejarse de la gente. Hasta que un día conoce a Kuro en un puesto de ramen y, al verse involucrado en su pelea, descubrirá que cierta organización está tratando de romper el equilibrio del mundo controlando la suerte de esos doppelganger."
La serie tenía un buen planteamiento y una buena imagen, pero siempre me pareció que algo no terminaba de encajar, y es ahora que descubro de Kurokami es en realidad un manga creado por un equipo de coreanos. Y no me chirriaba porque la calidad visual ni la animación fuesen mediocres, ya que fue la mismísima Sunrise la encargada de su producción, y debido a ello, en todos los aspectos técnicos es un anime japonés en toda regla. Creo que más bien era por la extraña construcción de personajes y el azaroso desarrollo del argumento.
Para empezar se supone que el prota es un solitario traumatizado por las muertes ocurridas en su entorno cercano, pero su carácter se forja más por lo que dice que por su comportamiento. Y ella, la poderosa luchadora que ha vivido también lo suyo, es una canija despreocupada cuya personalidad no encaja con el papel que desempeña. Y sumemos a esto lo que debería haber sido la "amiga de la infancia" pero convertida en una sobreprotectora hermana mayor, por lo que la relación entre ambos se hace difícil de creer.
Los objetivos personales son claros: venganza por parte de ella, averiguar la verdad por parte de él. Y de camino, salvar el mundo, claro. Todo muy japonés. Inesperados compañerismos y traiciones incluidos. Y peleas, muchas peleas. La típica donde hay contrato del tipo de la chica es la que se deja partir la cara mientras el héroe se desmaya por el esfuerzo. Que no es que me desagrade, al revés me encanta, pero jopelines en este caso roza la vergüenza ajena en más de una ocasión.
La historia es compleja en varios niveles. Todo el tinglado está bastante bien construido, eso sí, con un pasado bastante sólido que se deja descubrir poco a poco, y varios giros de pacá pallá, ahora el malo es este, ahora es el otro, ah, espera, no... Que sí, que mantiene el interés y la sorpresa, pero se antoja un pelín de más enrevesado.
En definitiva si te van los animes de peleítas con contratos a muerte chica-chico, esta es tu serie. Pero para los que somos de otros jardines, pues reconozco que aprueba, pero le falta un nosequé que quéseyo.
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