miércoles, 14 de noviembre de 2018

Haikyuu!! (2014/2017) + To the top (2020)

     Y qué mejor después de una romántica que una de deportes, mi segundo género favorito (aún no sé cuál es el primero). Y para esta ocasión elegí Haikyuu!! (2014/2017) aprovechando que la primera temporada estaba en Netflix.
     "Shoyo Hinata es algo bajito para el vóleivol pero ha decidido seguir los pasos de su héroe, un estudiante de su misma estatura que llegó a los nacionales, y para ello se inscribe en la misma escuela en la que él jugó años atrás. Para su sorpresa, en dicha escuela se encuentra con Tobio Kageyama, un colocador al que apodaban el rey de la pista durante la secundaria, y al que había jurado derrotar en la cancha."

     Hacía tiempo que no me reía como me he reído con los primeros capítulos de Haikyuu!!. Auténticas carcajadas con los encontronazos entre las locuras de Hinata y la seriedad de Kageyama. Porque la primera temporada es básicamente eso: un rematador bajito y sin experiencia que se mueve más que un mono con sarna intentando llevarse bien con un colocador estrella, metódico e inteligente. De alguna forma parecen poder combinarse en un ataque rápido y el equipo hace de eso su mejor arma, y aunque no es la única baza que tienen, aún están todos muy verdes.

     Durante la segunda temporada por fin el resto del equipo empieza a tener presencia individual y la serie va ganado riqueza y color. Hinata se ha vuelto un poco (poquísimo) más serio y Kageyama algo más flexible. Ambos entrenan tanto juntos como por separado y van aprendiendo y mejorando, convirtiéndose en un dúo cada vez más mortífero. Se profundiza un poco más en los veteranos de segundo, pero sobre todo en los de tercero, y en el también novato Yamaguchi, el gran ignorado.
     Y por fin y para mi deleite personal, aparece el personaje del estratega encarnado en el, hasta ahora, apático y sarcástico Tsukishima, reemplazando así como cerebro del equipo a Kageyama, que bastante tiene ya con adaptarse al monstruoso Hinata.

     De esta forma, la tercera temporada se vuelve mucho más interesante, intensa y llena de matices, con una ampliada variedad de dramas personales, no solo los del dúo protagonista, que por su parte, se han vuelto más estables dentro del equipo y ya no destacan de manera absoluta. Todos son importantes, todos tienen su momento de gloria y ven sus revanchas personales cumplidas de una u otra forma. El Karasuno por fin funciona como un equipo, se empiezan a ver los resultados, lloras de emoción y entonces va y se acaba.

     Y ya no hay más, a no ser que te vayas al manga, claro, cosa que de momento no creo que haga. Y es que, aunque en el epílogo del último capítulo te pican la curiosidad con un buen cebo, en verdad la serie cierra bien el arco con esta tercera temporada (menos mal). Además el manga continúa en publicación, así que albergo esperanzas de que hayan más temporadas de anime... la verdad es que los echo de menos... ains mis cuervitos.

     Es digna merecedora del éxito de público y crítica del que goza, así que espero que pronto haya novedades más allá de las películas recopilatorias.

EDIT 05/04/2021

     Por fin en enero de 2020 se empezaron a emitir nuevos episodios de los cuervos del vóleibol, una cuarta temporada que sería emitida en dos partes (algo muy de moda últimamente y que odio con todas mis ganas), y que debido a la crisis del coronavirus, sufrió algunos retrasos.


     Lo más destacable de esta temporada, muy a mi pesar, es la enorme degradación de la calidad técnica. Tanto la animación como el dibujo de los personajes se vuelve en ocasiones hasta grotesco. Hay fotogramas en los que es difícil reconocer a los propios personajes, así que te puedes imaginar el circo que suponen algunas de las escenas de acción.
     Aun así, se observa también que va como por episodios, unos sí, otros no tanto. O eso, o que al final te acostumbras, pero el caso es que le vas cogiendo el gusto.


     La narración también tiene sus altibajos. Al ser menos dinámico todo, los chistes visuales pierden, y los diálogos pierden agilidad y emoción. Una bajada general de los mejores puntos que tenían sus antecesoras, pero que afortunadamente no llega a tocar fondo gracias a que la historia en sí es buena.


     O tal vez es porque el primer arco se centra en mis tres favoritos: Hinata, Kageyama y Tsukishima. Estos tres demonios participan y desarrollan unos entrenamientos especiales, gracias a los cuales también sufrirán su propia evolución personal en cuanto a su camino en este deporte. Sus compañeros también seguirán sus propios instintos para mejorar y no quedarse atrás ante los tres monstruos de primer año, aunque sus evoluciones son un poco más sutiles.
     Bueno... En realidad esa es otra.
   De repente les entra un gusto exacerbado por los flash backs inútiles y los dramas personales de personajes que acaban de aparecer y no nos podrían importar menos. Todo se vuelve farragoso y aburrido, cortando la emoción de los partidos, haciendo que se te olvide lo que habían mejorado. De hecho llega a dar la impresión de que no han mejorado nada: no hay nuevo ataque, nuevas estrategias, ni golpes de efecto que sean síntomas de las mejoras aprendidas en los entrenamientos. Y si las hay, llegan tarde, a destiempo y sin sentido épico alguno.

     En resumen, la historia en la que se basa es buena. Buenos personajes, buenas evoluciones, bueno todo. Pero el desarrollo técnico y narrativo de la adaptación animada ha caído en enorme desgracia. Aún así, el listón estaba muy alto, con lo que la caída se amortigua, y gracias a mi amor por esta serie, sobrevive. Solo espero que si dentro de unos años logramos ver la continuación, por favor lo pido que retomen al equipo técnico de las primeras. Gracias.

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